Armilo Brotón escribió:El cantaor
nos devuelve la vida.
—¿Tú, cómo estás?
—pregunta el yunque entre las palmas
(los espacios de Gargallo deliran).
—Si taconean las cenizas
hierve la alcurnia negra de las gitanas;
es inútil morir de madrugada
cuando hay cosas que no se olvidan.
Y Paco,
regala sus manos con días
de más lágrima:
los arpegios son de Lucía
como la arcilla, cartujana.
Cuando Munch grita,
su jipío torna en sangre
la antorcha vacía de sus ojos;
la noche
calla sus penas.
Hno Renato Vega
Escucho el taconeo, las palmadas,braceos, el trance de gesticulaciones, la guitarra que llora en rítmicas contracciones del corazón en los pies, en las manos, en la vía dolorosa, intensa, sensual, maravillosa, en todo eso que sumerge e hilvana el pañuelo que se tira al suelo del Flamenco. Tu poema bello suda y llora toda esta pasión que al final dice la voz quebrada de cantaor: “ la noche
calla sus penas.”
Logras transmitir Belleza, Miguel. Felicitaciones. ERA