Campanas en el valle

[M. Sánchez]

Hoy cumplen las campanas
su misión en el valle.
Campanas que amenazan
con romper las tinieblas,
campanas que averiguan
la paz del universo.

No hay Navidad durmiente
que no tenga palabras de infinito,
no hay secretos tan cortos que no acaben
en punta de ballesta, no hay nocturno
que llegue con su acento
al pie del horizonte.
La calma del hogar ha difundido
verdades absolutas, y la noche se tira
del tejado
con ganas de matarse.

Ni en la luz que me acuna,
ni en las hojas
que se fingen disparos cada guerra,
ni en el silencio azul de las miradas
que guardan los océanos,
ni en el padecimiento de un murmullo sin pájaros,
ni en la idea de hacerme con mis manos
enteramente libre
hay vestigio de ti.

[Marisa Peral]

y la noche se tira
del tejado
con ganas de matarse.

Ni en la luz que me acuna,
ni en las hojas
que se fingen disparos cada guerra,
ni en el silencio azul de las miradas
que guardan los océanos,
ni en el padecimiento de un murmullo sin pájaros,
ni en la idea de hacerme con mis manos
enteramente libre
hay vestigio de ti.

Siempre me ha gustado el sonido de las campanas, pero creo que el repicar de estas es triste.
Hoy hay desgarro en tus versos, metáforas que duelen y aguijonean y, sin embargo, bellisimas.
Dejo esa noche que se tira del tejado y los últimos versos del poema en los que no encuentras sus vestigios.
Duele y emociona, Manuel, este gran poema.

Un abrazo fuerte.

[Lunamar Solano]

Hermoso clamor de ausencia que acredita una entrega y tañe en lo profundo del alma querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[C.P. Fernández]

Muy hermoso, Manuel. Un placer.

Un abrazo.