Del libro del hambre

[E. R. Aristy]

Del libro del hambre


La noche grávida y de uvas oscilantes me invita a ayunar,
acepto el turbio desafío de mi vunerabilidad,
quizá huyo de que sea así, servil, avasalladora provisión
que nos desteta del amor natural y nos soborna
con sus senos subyugantes.
( Mi madre es la muerte,
mi hambre es morir con Dios en la boca.)


E. R. Aristy

[Rafel Calle]

Ay, amiga Roxana (todavía no sé si llamarte Roxana, Era o Aristy), la vulnerabilidad es tan precisa, tan despiadada…

Tu poema me parece tremendamente rotundo, sobre todo el último verso. Desde luego, tener tu fe tiene que ser un gran consuelo ante los avatares de la vida, aunque es tan difícil tenerla.

Ha sido un placer leerte.
Un cordial abrazo.

[Begoña Egüen]

Del libro del hambre


La noche grávida y de uvas oscilantes me invita a ayunar,
acepto el turbio desafío de mi vunerabilidad,
quizá huyo de que sea así, servil, avasalladora provisión
que nos desteta del amor natural y nos soborna
con sus senos subyugantes.
( Mi madre es la muerte,
mi hambre es morir con Dios en la boca.)


E. R. Aristy

Dicen que la/ fe/ mueve montañas. Preciso y limpio poema. Un placer de lectura.
Un beso.
BEGOÑA.

[E. R. Aristy]

Querido Rafel, como tu queras llamarme. En mis documentos legales soy Evelina y ese es el nombre de mi mama ( que ni a ella ni a mi nos gusta). Para mis amigos y familiares soy Roxane y sus variaciones. Mi nombre artistico es ERA, mi apellido es Aristy pero puede ser Perez, Faccinetti, o Ayuso...jajjajaja.

Que viaje tan intenso es la vida! Quiza lo que sea la fe es algo de lo que ya participas; un aprecio profundo de estar vivo y contemplar las maravillas que te rodean, el milagro que eres.

Un abrazo gran poeta,
Roxane

[Rafel Calle]

¿Sabes? Avelina es el nombre de una de mis hijas, de mi hermana, de mi tía, prima, sobrina, de mi abuela, bisabuela, tatarabuela, hasta muchas generaciones atrás. Viene de San Andrés Avelino y en Menorca (pequeña isla del mar Mediterráneo de donde procede mi familia) abundan las Avelinas. Aunque a mi me gusta, puede que no sea un nombre de los más llamativos, pero te aseguro que ha nombrado a una serie de mujeres de muchos quilates. Tú, por ejemplo.
Mi abuela también era una mujer notable, maestra de escuela, 7 hijos, uf, en su época, con una guerra de por medio y mi abuelo militar, no sé cómo se pudo arreglar. Lo arregló, incluso tuvo que cuidar de mi abuelo que perdió la vista en el frente.
Por eso (también por mi madre), siempre he admirado a las mujeres, su fuerza, su tesón, su espíritu de sacrificio; son mi debilidad, en ellas siempre encuentro algo que admirar, se llamen como se llamen, jajaja.
Un cordial abrazo.

[José Manuel Acosta]

Hermosa tu poesìa dramàtica que inspira la nobleza de la fe.

un cordial saludo

Josè Manuel Acosta

[Pilar Morte]

Envidio a las personas como tú que tienen incrustada tan profundamente la fe. Un gusto seguir tu palabra
Abrazos
Pilar

[Guillermo Cumar.]

El hambre dura toda la vida y es preciso echar mano de el
para que la fe siga viva.

Un abrazo

Guillermo

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un poema rotundo, bellamente afirmativo en todas sus imágenes, sensualmente esperanzadas.

Un placer de lectura, querida amiga

[Patricio Robledo]

Aristy, un disfrute tu poema, el último verso es muy rotundo. Te felicito.

[Gerardo Mont]

Un poema que impacta, que llega profundo, que despierta a este lector. Siempre un lujo llegar a tus exquisitos trazos, poeta. Mis abrazos de amigo.

[José Manuel Sáiz]

Me ha encantado el cierre. La rotundidad del poema concluye con dos versos magistrales.
En verdad un acierto pasar por tu trabajo.
Un abrazo.
J. Manuel

[Carmina Martínez]

Amiga y compañera de letras, si es fé lo que has escrito, enhorabuea. Un abrazo. Carmina.

[Josefa A. Sánchez]

Sublime. De enmarcar.
Un abrazo.
Pepa

[E. R. Aristy]

Del libro del hambre


La noche grávida y de uvas oscilantes me invita a ayunar,
acepto el turbio desafío de mi vunerabilidad,
quizá huyo de que sea así, servil, avasalladora provisión
que nos desteta del amor natural y nos soborna
con sus senos subyugantes.
( Mi madre es la muerte,
mi hambre es morir con Dios en la boca.)


E. R. Aristy

Dicen que la/ fe/ mueve montañas. Preciso y limpio poema. Un placer de lectura.
Un beso.
BEGOÑA.

Gracias por tu lrctura querida BEGOÑA. Todos los dias se mueven o nos tragan montanas, venga la operacion de la santa fe!

Abrazos,
ERA