Diálogo sobre el tiempo por Rafel Calle y Pilar Morte
Publicado: Dom, 26 Sep 2010 20:23
(Escrito en el chat de Alaire, el 25 de septiembre de 2010.)
Yo sé que vertebrar un pensamiento significa morir
o gastar provisiones de un granero indecente,
la eternidad, ninfómana que cubre cuanto brota
con rigor de rigor mortis inmediato,
seduce en los trigales al momento que espiga
de algo que hayas pensado,
su lengua vivípara, furor de recoveco y estela de cilindro,
lame cuanto bulle y apresa cuanto nace:
la semilla que yerra, la poca densidad del grano penitente
o el exacto grosor de un cereal empático.
Poseído al nacer, ahora ya es pretérito,
o bien, la maldición de saberse cautivo
en la futura mengua que habita en cada instante.
Soy pasado y me busco en la raíz de los recuerdos
en el lugar sagrado que fue presente altivo,
donde se oye la vida con fragmentos viciados
y los vientos sacuden telarañas de ruinas.
Allí el acorde libre, la nota que predijo
futuro al ser presente, quedando en la memoria
cautivo de razones o esclavo de la duda.
Las risas sepultadas sacuden los cimientos
por renacer sanadas con rostro diferente.
Soy presente con puente hacia el futuro,
fugaz instante de la siembra
que mira el horizonte del fruto por llegar,
sólo expectativa,
telón de un escenario rendido todavía,
actor en bastidores que espera la función.
Me pienso, soy, fui, todo en un instante,
segundo imaginado que la mente separa,
espejo limitado de la sangre.
Yo sé que vertebrar un pensamiento significa morir
o gastar provisiones de un granero indecente,
la eternidad, ninfómana que cubre cuanto brota
con rigor de rigor mortis inmediato,
seduce en los trigales al momento que espiga
de algo que hayas pensado,
su lengua vivípara, furor de recoveco y estela de cilindro,
lame cuanto bulle y apresa cuanto nace:
la semilla que yerra, la poca densidad del grano penitente
o el exacto grosor de un cereal empático.
Poseído al nacer, ahora ya es pretérito,
o bien, la maldición de saberse cautivo
en la futura mengua que habita en cada instante.
Soy pasado y me busco en la raíz de los recuerdos
en el lugar sagrado que fue presente altivo,
donde se oye la vida con fragmentos viciados
y los vientos sacuden telarañas de ruinas.
Allí el acorde libre, la nota que predijo
futuro al ser presente, quedando en la memoria
cautivo de razones o esclavo de la duda.
Las risas sepultadas sacuden los cimientos
por renacer sanadas con rostro diferente.
Soy presente con puente hacia el futuro,
fugaz instante de la siembra
que mira el horizonte del fruto por llegar,
sólo expectativa,
telón de un escenario rendido todavía,
actor en bastidores que espera la función.
Me pienso, soy, fui, todo en un instante,
segundo imaginado que la mente separa,
espejo limitado de la sangre.