Las 24 flores de los cerezos - IV - Simbiosis

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un mundo poético muy rico, como bucear en la hondura del océano. Me gustó mucho
Felicidades
Abrazos
Pilar

Pilariña, gracias por la belleza de tu comentario.

Un bico.

[Lunamar Solano]

Un bello y sensible recorrido interior querido amigo...conmueve leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Armilo Brotón]

Destaco, entre otras cosas, el planteamiento, muy cuidadoso, del poema desde la simbiosis, fuente de la supervivencia y el evolucionismo de la vida material. Es común, en varias de tus creaciones, la contemplación del entorno desde dentro, mimetizándote con la naturaleza, u otro marco desde el que sientes la experiencia poética, para poder captar mejor el secreto de la vida, renunciando a la objetividad externa de la ciencia o la mera descripción de la realidad. Muestras, así, la poesía como una herramienta para indagar los secretos a los que no se puede acceder desde un lenguaje técnico ni ordinario; mucha de tu poesía es una exploración continua de ello, por lo menos yo lo siento así. Por tus conocimientos en biología puedes echar mano de recursos conceptuales muy variados y ricos en matices. En este caso la búsqueda es desde el agua, origen de la célula madre.
Planteas en la primera estrofa, observas en la segunda y sacas las conclusiones en la tercera para rematar en la cuarta con una lírica de alto voltaje un pertinente y emocionante trayecto, para así presentar una obra completa, con pleno sentido en sí misma, dejando que el lector pueda sacar sus conclusiones, sin condicionamientos ninguno.


Me gusta como la profusión de imágenes y metáforas son convergentes, refuerzas con ello la idea originaria que te inspiró, lejos de una posible escritura semiautomática en la que se van dejando caer azarosamente las imágenes dando la sensación de divagación onírica; ello permite al lector concentrarse y entender perfectamente la sublimidad del símbolo como llave a suprarealidades y emociones. Es ello una de las razones por las que disfruto mucho tus versos.
" ocio de la marisma"
"cabezas heñidas de los juncos"
" ruido de los patos"
"garcetas ardiendo"
"chalanas —hundidas y marchitas—"
"miradas de madera"
"reventada ya la espuma"
Son imágenes suficientes y bien trazadas para presentar en bandeja de oro la gran metáfora final:
"los labios pálidos
de las ballenas". Una bella representación de lo efímero de la vida. Qué fuerte el contraste entre la monumentalidad de ese animal y esos labios pálidos que dan sensación de fragilidad y muerte.
La esticomitia es absoluta con buenos encabalgamientos. El verso largo solemne, permite la reflexión al tiempo que se lee. El ritmo en el poema lo marca el impacto de las imágenes in crescendo.

Un poema muy agradable de leer, de altura simbólica a su vez, congruente por el equilibrio entre las herramientas poéticas y el mensaje, porque sumerge al lector en las aguas, sin ahogarlo en ellas. Simplemente deliciosa esta poesía de altura, de la indagación inteligente, emotiva y plena de sugerencias. Poesía de futuro siempre. Esta flotará entre las aguas tempestuosas de los tiempos y los cambios de tendencia.

Un abrazo hermano, salud.

[E. R. Aristy]

Otro poema cumbre de tu viaje, Ferreiro. Destaco estos versos de gran hondura y proyección privilegiada

: "Tampoco sé la realidad que inventa la mirada:
Mi barco, el real, siempre fue imaginario;
los otros, los del mar, son miradas de madera
que, reventada ya la espuma,
mil barcos diferentes hacen zozobrar entre las olas.


Eres de los poetas que han conseguido dominio en el uso del lenguaje creativo. Eso llega entre hondas meditaciones y una observación crítica irrefutable. Tu simbología es portentosa. Abrazos, ERA