Ay ese mar lo que sabe!
Concha, me encanta esta forma tuya de decir, así, como que no dices nada y ahí queda. Un placer. Soledad

Preciso, Pilar. Has puesto palabras a esas sensaciones que se sienten cuando uno regresa al lugar de su niñez...y qué palabras!!!
Es un gran placer regresar también a tu lugar de vez en cuando y marcharse rebosante de nostalgia. Un abrazo.
Soledad.

Me ha gustado la naturalidad con que tratas el tema. Lo que nos queda de tu mensaje es que con luz blanca o no al final del tunel, llegar allí supone descansar en paz. Ojala sea así. Un abrazo

Un cuento lleno de ternura y buenas vibraciones. Ojala la luna y las estrellas se aliaran con cada uno de nosotros cada vez que estamos tristes. Un placer leerte. Soledad

Vacío que a veces se llena leyendo cosas como las que tú escribes. Todo un placer. Un beso grande.

Llegar al final de los caminos que emprendemos, no siempre es lo más recomendable. Y luego está esa hora interminable del alba que es preámbulo de la nueva realidad...veo tantas cosas mías en tu poema que sólo puedo agradecer haber podido leerlo. Saludos

Impresionante poema, Rafael. A pesar que rezuma tristeza y resignación, es un canto a la vida; a esa vida que intentamos atrapara con el temor a que se escape. Porque cada día que respiramos, como bien dices, es una medalla que otorga el tiempo, condecoración de la vida que vivimos. Me ha encantado....

Excelente este viaje que haces para traer hasta aquí la marginación, que por habitual, a veces ya no vemos. Hermosa forma de decir. Un placer de lectura. Abrazos
Soledad

Hay heridas que no cicatrizan nunca, quedan latentes para obligarnos a no bajar la guardia y olvidar que incluso entre los rebaños de corderos blancos, se puede esconder la bestia negra. A pesar de todo, es hermosa tu forma de decir. Saludos

Bonito, si señor! Bonito y muy pasional, me gusta. Saludos
Soledad

Me recuerda a esas noches de insomnio, cuando al contemplar la noche tras los cristales, buscamos indicios de una vida ya vivida, mientras vagamos a lomos del silencio. Me ha encantado.
Saludos

Sabes..?, una se queda dandole vueltas a tus palabras y no le queda más remedio que volver y releer y...vamos, qué me ha encantado!

Ya veo que tienes guasa para rato...¡Qué bueno!
Saludos, Soledad

Me ha gustado imaginar esas ovejas pastando en los azules, muy interesante, pero sobre todo, la comparación final. Ha sido un deleite leerte hoy que precisamente, más que de ovejas, el cielo parece lleno de piedras a punto de ser lanzadas por alguna mano invisible. Un saludo.

Entrañable los recuerdos que manan de esa fuente de tu pueblo. Ha sido un placer leerte. Saludos