Por debajo del puente de los lamentos se esconde una pregunta sin respuesta. Pudieran ser los versos primeros de un poema pero es la vida misma, cobijada en la colcha que ayer, por caridad, ¡uy, qué mona, de flores! arrojé a la basura. Es el hombre que duerme entre cuatro cartones del último juguete...

Magnífico. Yo sí apuesto por ti, querido (corazón) Roberto.
Un abrazo

Gracias por la bienvenida.

Un abrazo

Gracias.

Un abrazo

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Magnífico poema. Gracias