Siempre me emociona verte por aquí Hallie, y siempre agradezco tus palabras y tu compañlia.

Muchas gracias por estar.

Te dejo mi abrazo de ola desde la distancia.

Muchas gracias por venir Luis M. Creo que tienes razón en tu comentario, pero extrañamente a veces el mismo desorden en un poema, resulta formato un puerto .

Un abrazo fraterno.

Es muy sentido el escrito Ramón, mucho. Y la profundidad casi que asusta. Tu decir sigue floreciendo, y me sigue sorprendiendo después de estos años que llevo leyéndote. Una barbaridad.

Celebro el reconocimiento, más que acertado, y te envío mi abrazo y felecitación.

Jorse Manuel, me honran tus palabras, y agradezco mucho tu tiempo en mi ventana.

Un abrazo fuerte compañero.

Pilar, creo que "me puede" es el comentario más hermoso que me han hecho a uno de mis escritos. Gracias por esta huella que me ha hecho sonreir y sonreir y sonreir. Te abrazo.

Aquí en este cuarto de esta extraña ciudad nadie sabe lo que me falta. La ventana y el espejo son dos abismos donde envejezco indignamente -es decir, sin ti -. A solas, cuezo mis pensamientos sobre las brasas de Neruda; ordeno los calcetines siempre por el mismo dolor y escondo en los armarios el de...

Es un placer de lectura J.J. Yo me he descalzado de los pies el cansancio, para irme tras este recorrido desenfadado e intimo que nos planteas. Siempre he tenido debilidad por estos escritos líricos, sencillos, que reservan la poesía muchas veces, más en lo no escrito que en lo escrito. Que me ha gu...

Bello el decir, bello el sentir Juan, de tu poema. Me ha gustado mucho el parrafo final.

Mi abrazo.

Siempre se consigue muy buena poesía-compañia aquí, Rafel. Ya sabes, a veces la vida no da tregua, y uno de cuando en cuando se desvanece. Pero me alegra reencontrarte en mi ventana, con tu caluroso comentario, que aprecio mucho.

Me abrazo desde esta orilla.

Pues gracias por llegar Armilo, temprano, y dejando esta huella, muy en el arte, es esta ventana.

Te envio mi abrazo en la distancia.

Es mucho m,ucho lo que dices Pablo. Uno puede sentir como va subiendo la marea sin temor a ahorgarnos. Sin gritos ni canciones.
El final, ese sendero de juncos bajo el sol y ese decir del agua menos limpia y más pequeña, es una barbaridad.

Me quedo con tu decir, y aplaudo.

Querido amigo. ¿Es amarilla la vida? Amarilla es la muda enredadera enfrente de la casa. Sus uñas clavadas entre el muro y el cielo me conmueven. Amarilla es la lluvia, las solitarias tumbas, y la polvareda de la muerte que se levantará dentro de no mucho tiempo, para cubrirnos los ojos, las manos. ...

Bueno Concha, que celebro el reconocimiento de un poema íntimo, brisa marina. Que es de una belleza, Ay Concha! Una barbaridad.

Mi abrazo.

Mucha gracias por venir Rafael. Y por dejar tu huella en este breve poema.
Ya sabes, el primero se lleva el abrazo más fuerte.

Yo y mi sombra con el agua hasta las rodillas
humedeciendo de tanto en tanto
el lomo extenso de esta creatura
a la que llamamos recuerdo.
Yo y mi sombra, madre. ¿Me ves?
Lucho contra el peso enorme de este cuerpo
que no logro regresar al mar.
Como tu misma muerte.