Ramón Castro Méndez escribió: El tiempo es nada. En una vida, solo instantes. Una ilusión apenas enunciada, la noche en cada parpadeo de la tarde. distancias que no podemos apreciar entre un día y el siguiente, el misterioso sortilegio de ir casando las luces con las sombras, el credo al que amarra...

Zulema Quedémonos desnudos, ¿quién va a sospechar que nos quitamos la venda de los ojos y las hojas que cubrían nuestros pubis? deja que te explore el vientre, no tenemos nada más que hacer afuera, nada más que mirarnos soslayadamente y hacer que pase la ilusión del Tiempo, que se entreabran lentam...

Sin argumentos A Selena Munt, mi pseudónimo, quien escribe mis raros versos al amor romántico. En los labios de las flores te dejo mis versos, en la primavera eternal del rubio camino se preñan los campos, y ahí se quedan contigo mis dulces besos. No hay encuentros, ni hay despedidas, sólo el rumor...

¡¡A VECES!! A veces estoy en tu invierno a veces estoy en tu hastío a veces solo no estoy o solamente me voy para volver contigo con toda esta magia que me dan mis latidos. A veces estoy en tus noches buscando como ave nocturno el sonido de una rama que se quiebra y hace ruido para despertar tu alm...

Entre el hormigón y el asfalto, el paisaje frutal que tú eres no requiere de lunas y estrellas para confinar mi codicia. Llegaste en el instante preciso salvando mis posibilidades en ciernes, redimiéndolas de ese apocalíptico feudo, sin más recisión que la muerte, sin más futuro que un pasado despó...

No podremos volar porque, al contrario que yo, anidas los sueños en una dimensión muy razonable. Eres un latido de ilusión seguramente al viento, plumas constantes, ensoñaciones sin un árbol que abrigue las carencias de otras aves. No podremos volar porque el ave no duerme, ahora es dormitar y almo...

... Es prisión voluntaria, a pan y duelo, bajo la manta bajar los párpados, refugio equívoco del yo indulgente. Yo me concedo a mi. Ante ti. La ausencia. Me concedo rejas. Apago el sol. Te concedo a ti que me comprendas. Te premiaré. Concediéndome llorar en seco. Me vestiré con esa camiseta del Niá...

EL VISOR DE LA MUSA Por E. R. Aristy A Chus de España http://i1364.photobucket.com/albums/r732/nur11561/door_zpsxxjilger.jpg Histeria, Historia, sabemos que el error tipográfico de una pequeña letra nos cambiaria de rumbo. La mujer, una guitarra que el cantor abraza y se deleita a solas con ella. U...

Hoy me enfrento a mí aunque el mar no reconozca las huellas de la virginidad y el cielo sea un pájaro que nunca acaba de asomar en mi incertidumbre. Veo más allá de esta playa el sinuoso edificio que construí con los pasos inversos y la lucidez tardía de los trenes que pasan. ¿Qué río es mi sombra,...

En la mano del caliche habita una rubia de bote, es la pared que dispara su olvido como un gusano de seda: sin olor de fondo. Se clava, duelen los estríperes, los hastiados. Caminar en los huesos del huérfano duele. -Buenos días ¿con quién hablo? -Con Sandra Ribera, donde la Mencía tiñe de sangre f...

T RI M E S T R E S Esta es mi verdadera historia: ayer, en gestación, mi sueño comprendió la voluntad de ser, creó esquemas, y sistemas prescindiendo de cognición. Avanzando en manifestaciones, maravillosamente hechas, de un zigoto velado, la Ruah de Dios, me conmovió con el impetu de un rio, y sal...

…La luz del misterio. Que silencio tan dulce, enredado en la costra de un pensamiento. Una cama arrinconada, una alfombra deshilachada de hilos como lágrimas de tristeza, una camisa rugosa, un pantalón sin raya, sin percha, y en el anonimato, callados, como cuando descansa la quietud, dos zapatos a...

Quisiera dejar de cargar con este peso que no es más que la sombra que me habita, que en mi se solapa ungiéndose de mi esencia, amarrándose a mi vida sin remordimientos. Nítida la hallo en mí, buscando en la tormenta de luz mis ojos ciegos, hollando sin pudor mis pensamientos, vagando por mi piel, ...

Quisiera dejar de cargar con este peso que no es más que la sombra que me habita, que en mi se solapa ungiéndose de mi esencia, amarrándose a mi vida sin remordimientos. Nítida la hallo en mí, buscando en la tormenta de luz mis ojos ciegos, hollando sin pudor mis pensamientos, vagando por mi piel, ...

Quisiera dejar de cargar con este peso que no es más que la sombra que me habita, que en mi se solapa ungiéndose de mi esencia, amarrándose a mi vida sin remordimientos. Nítida la hallo en mí, buscando en la tormenta de luz mis ojos ciegos, hollando sin pudor mis pensamientos, vagando por mi piel, ...