Se nota que fuera el día es gris.
Las empleadas hablan del accidente de la mañana.
Un niño juega con su hermana por el pasillo blanco.
Empiezo a escribir, llega mi madre con el ticket del parking,
de camino al coche me cuenta que un tipo meó en las máquinas
porque no le devolvía el cambio.

La llovizna neblinea el protocolo ¿Dónde tendrá el corazón? A lo mejor entre pedazos de servilleta. O quizás hayan roto su tejado las vacas que escaparon del servicio militar. Lo último que recuerdo es tu atención, tranquila e imparable mientras la madrugada se hacía cálida en mi boca. Pinto nervios...

Lejanas conversaciones
en balcones de lutos sucios.
Seda y acartonados mantos agrandan
la sombra de la cama; sirve de ring
a los mirlos que pelean junto al calor.
La moqueta muy azucarada.
Las arañas se relajan.
Maquillaje de arcilla.
Senos cínicos y comprensivos
en espejos tostados.

Mis tanteos cortos y ajustados
no veían tus muñecas llenas de dedicatorias.
Húmeda crisis de gestos,
la búsqueda del nido se retrasa.
El estornino observa
con ira contenida.
Mantos de hojas angustiadas
financian la soledad.
Helechos mustios sufren
la muerte rebelde de mi ropa.

Gracias por las felicitaciones por el reconocimiento obtenido.

Un abrazo a todos.

Luis M. escribió:No soy muy entusiasta del formato de la prosa versicular, pero lo que es bueno es bueno independientemente del formato. Excelente, Andrés. Mis felicitaciones y un cordial saludo.

Muchas gracias por tu comentario, amigo.

Un abrazo.

Administración Alaire escribió:Enhorabuena, amigo Andrés, por el reconocimiento como Poema de la Semana a tu obra "Cicatrices en el cielo".
Un cordial abrazo.

Muchas gracias a la Administración por concederme tal honor.
Un abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Un texto muy bello, nítido e inteligente. Pleno también de alta poesía.

Salud y felicidad, Andrés. Gracias por compartir.

Muchas gracias por tu comentario, Hallie.

Un bico.

Muy bello trabajo en prosa versicular, amigo Andrés, que muestra un buen ritmo y bien acotado en los periodos sintácticos, sobre todo en el primer párrafo, donde si escansiamos los versículos de pausa a pausa, se nos muestra el verdadero ritmo del poema: Un eco rebota por todo mi cuerpo, mis dedos ...

miro el astro lejano que rueda al norte lento,
plateando el lomo calmo de la espuma sin brisa.


Un soneto cargado de melancólico lirismo, excelente Pascua.

Un bico.

Magnífica entrega, Andrés. Con una imaginaría de gran potencia sugestiva. Momentos como los abajo señalados así lo demuestran. Un eco rebota por todo mi cuerpo, mis dedos se alargan y los caracoles se revuelven entre la hojarasca. .................................. Hace frío en el humo. ..............

Un eco rebota por todo mi cuerpo, mis dedos se alargan y los caracoles se revuelven entre la hojarasca. Qué esperar, desear, una vida de colillas. Hace frío en el humo. En el centro de la habitación hay un tocadiscos antiguo, que solo reproduce una nota feroz. Ya no hay rojo bajo las palabras. La da...

Cabello negro de recreación emancipada, esfera de marfil que ostenta su mefítico hedor, deseando la muerte del sinecurismo. El miedo consciente torna a odio. Inaplacable y brutal sed, sangre, barro y cenizas. Es una enfermedad, nunca se habla si no es necesario. Egoísmo natural, como la mirada que c...

Hermoso poema de melancolía marina.
Un abrazo amigo mío.

Muchas gracias por tu comentario Ferreiro.