Poema de suavidad lírica, Eliana, de discurrir cadencioso y sensual sobre el objeto de tu deseo amoroso y cálido. Las imágenes de la naturaleza en lluvia, niebla, arroyo, luna..., le confieren una simbiosis con los elementos que hacen que se integre en un pálpito mágico y a la vez real y delicado. U...

A caballo tu poema, Luna, entre la poesía escrita y la visual nos abres los ojos a la actualidad de los hechos. Somos objetos en manos del mundo que domina los medios. O quizá sean los medios quienes dominan el mundo. El poder político está en manos (como siempre) del poder económico y este a su vez...

Querido amigo Santiago, primeramente déjame confirmarte el respeto a tu persona, porque uno aprende a querer y a respetar a las personas a través de estos medios tan limitados y tan fríos en muchísimos casos, con poemas invaluables, como el tuyo. Antes de entrar en tu poema y tratar de extenderme e...

A veces, Alejandra, la ausencia de la persona amada (ruptura / olvido) es comparable a la muerte, como bien la defines en tu bello y triste poema. Aunque nos dejas la esperanza de ese verso en pie, como un último cabo al que poderse encaramar para salvar, al menos, la voz hasta que se presente un nu...

Has llegado a tu poema como al mundo, en golpe atroz, dejándonos imágenes impactantes y no unívocas. Desde tu subconsciente (plenamente poético y consciente) nos abordas los ojos y las ideas y nos descubres de fórmulas y poderío: entropía vital. Esa sabiduría del milenio, ese latido primario, ese fi...

María Eimil, con mayúsculas, tu poema al recuerdo de quien se ha ído. No alcanzo a identificar su persona, su profesión, su condición. Entiendo que era un hombre, que te era muy querido, que era un poeta, por ese "vives eternamente en la punta de su lengua", como si fuera un verso del últi...

Impresionante soneto, de una belleza y un lirismo inigualables. Uno trata de aprender leyendo poemas como el tuyo. Felicidades y un abrazo. Gracias Ramón por tu presencia y tu voz entre mis versos. Nada es impresionante sino en la imaginación y en los ojos de quien sabe mirar detrás de lo que lee. ...

De tu poema Pilar, y de tu comentario posterior, se aclaran todas las dudas que pudieran haberse asido a ese asidero primero y mágico -toquilla- en donde todos llegamos a ser un día hijos de nuestra madre. Amor primero y total, y casi único. Y digo casi porque hay amores grandes y sensibilidades com...

Rosario Alonso escribió:Impresionante. Me parece un soneto con mucha fuerza. Te felciito

Un abrazo

Gracias Rosario, por tu voz y tu felicitación.

Un abrazo amiga.

Santiago Redondo Vega

Julio González Alosno.

Gracias Julio por entrar y pararte a decirlo. Tu visita siempre es un acicate poético y una alegría de amistad y sensibilidad poética.

Un fuerte abrazo, amigo.

Santiago Redondo Vega.

Yoltzin. Los recuerdos son patrimonio humano, de los animales también, pero no escriben. Y sirven, siempre sirven, para sacar consecuencias de nosotros mismos. Hasta de los peores recuerdos aprendemos vida. De tu poema brota dolor -aun delirante y extenuado amor- que te lacera y te descarna. Son las...

Fondo y forma Ana. El amor y la sensualidad te pintan la boca -la poética- de deseo. Y esa intensidad poética se hace versos que describen el espacio de los amantes, derritiéndose en los labios, como ese cacao que nombras, tan real y tan sabroso. Nunca me he resistido a relamerme el cacao en mis pro...

Todas las patrias tienen algo de almohadas de pájaros, donde nos descansa la vida Juan Cruz, y hasta los poetas. La patria es la madre, el cuenco donde comer, el espacio donde reposar, el alma donde enterrarse. Aunque tu verbo patria suena más hermoso que el mío. Quizá porque mi verbo está ya malead...

Este poema, esta historia poética, este recuerdo de infancia, se explica por sí mismo, y tratar de acotarle con expresiones que ahonden en su propia certeza pecaria, sin duda, de osada ingenuidad, como la de ese niño, tú mismo Txopo, que veías la derrota por el suelo y señalabas su espacio sin enten...

Muy bello y musical soneto, Eledendo, allá donde la naturaleza te llena de matices y texturas; y se acerca a tu verbo y le diluye hasta que aparece Dios lo confirma.

He disfrutado mucho con tu lectura, se aprecia la sapiencia de la mano que mece tu soneto.

Un abrazo.

Santiago Redondo Vega