Recuerdo cuando fuiste –amor- pan de mi casa. Y desde entonces guardo –vacío- en el armario callado e intemporal de la cocina un cajón con cuchillos permeables y desérticos, dos tenedores romos, cucharas de alma inútil y ojeras de aquel lunes –ya un mes y no lo olvido- en que el domingo a solas com...

ERA escribió:Excelente poema, Santiago. Un poema redondo! El poeta es una antena receptora que emite el sentir humano, pero el también muere.

Gracias Era por tu paso y tu sentimiento. Así lo entiendo también yo.

Un abrazo.

Santiago Redondo Vega.

Santiago Redondo Vega , Mi estimado poeta, me he quedado sin palabras ante la belleza de tus sentimiental soneto, y magno poema, ciertamente todos pasamos, somos ese trago de la vida que una vez degustado se lo traga su estómago y nos deja como dices con el color de la muerte, pero muchos tienen la...

A Julio González Alonso.

Gracias Julio por tu presencia ¿y van....? en este lugar de rimas coloreadas y doloridas, donde el lamento es sólo verso.

Un abrazo fuerte.

Santiago Redondo Vega.

julián borao escribió:Magnífico soneto, Santiago, con un toque clasicista muy logrado.
Un abrazo.
Julián Borao

Gracias Julián por tu presencia y tu voz en este soneto al vacío en los colores.

Un abrazo.

Santiago Redondo Vega.

Ésta es una estuenda posía, de oro,que te hará rico en alegrías. Un abrazo y un beso. Gracias Juan Cruz por pasarte por mis versos y por tu bello comentario. El oro son tus ojos y tu espíritu que tan temprano te dejan ver la luz más allá de lo que abarca tu mirada. La edad no tiene cura, la imagina...

Me lo había perdido, Santiago. Precioso poema en el que la profundidad de los sentimientos que derrama y la ternura impresa en sus versos lo hace aún más hermoso. Extraordinario. Un beso que te llegue al corazón Ana Gracias Ana por tu visita, por tu tiempo y por tu hermoso mensaje. Un abrazo. Santi...

Se pone tu soneto Luis, blanco y lívido tras de las huellas de esos zapatos tuyos con amor en porciones de vida y de nostalgia por el paso del tiempo. Eterna raíz poética. Con suelas de metáforas y cordones encadenados de versos. Para mí sí hay hondura, y genialidad, y fuerza versal más allá del abr...

Vuelvo a este soneto para admirarme de nuevo y admirar la belleza, tanto formal como de contenido, de esta creación. Merece estar arriba mucho tiempo y merece muchas más lecturas. Salud. Gracias Julio por tu regreso y tu palabra siempre amiga y atenta. Un abrazo grande. Santiago Redondo Vega.

. llego tarde a este hermoso poema, pero no por ello puedo dejar de emocionarme al percibir la cálida dulzura plena de imágenes que expresan sencillez y afecto inusitado por la persona homenajeada y que se desprende de tu obra de principio a fin mi aplauso y admiración querido poeta . Gracias Alons...

Hermoso y triste azar, como tus versos. He leído tus comentarios y he descifrado tu poema. No conocía la historia, ahora me duele el haberla conocido, tan triste, tan dura, tan posible, pero se compensa con el azul de tus metáforas para que no caiga en el olvido. Se disfruta tu hermoso poema porque ...

Alta la voz Elena, y crítico el mensaje y tan real como la misma siesta. No sólo de mariposas irreverentes y de mirlos blanquecinos se concretan las dunas de los versos. A veces, muchas veces, ha de ser el rastro que deja el caracol consciente de la palabra el que marque la senda para llegarse a cre...

Juntos y solos Julián, como la vida. Loca esa mujer -o tu mirada en ella- que a mi me parece plenamente consciente y mesurada, nada loca, sino todo lo contrario. El loco quizá pudieras serlo tú por pretender cambiar el rumbo y derivar su vida sin pensarla, como bien claman tus versos. Pero es muy fa...

La alegría siempre puede ser ERA pan de tu casa, para que se la eches a los pájaros a para disfrutarla entre tus manos, esas que te han vestido de versos una alegría que pregonas no tener pero que entregas en tu poema, aunque sea una alegría melancólica y consciente. Tambíen hay alegría en la triste...

Estimado Txopo. Habla el niño que te edifica y el hombre que te entiende. Hablan tu padre y tu madre por tu boca de hombre y tus miedos de niño. Y a la vez que hablan los tuyos, hablan también los nuestros. Porque las voces se hacen unívocas y los recuerdos son, o se asemejan, o se quieren parecer h...