Muchas gracias, Sara, por regalarme tus amables palabras.

Un cordial saludo.

Compartimos esos vértigos, Luna, esos que no cesan cuando hay silencio.

Tal vez ese sea el motivo por el que me gustó mucho el poema. Un abrazo.

Ponernos de acuerdo y encallar juntos,
sostenernos para caer unidos
por si fuera menester algo más,
o que sean ventanas en nosotros
y escribirte bajito
como si nunca antes
y ya no importara Constantinopla,
ni la flor que se oculta en la palabra
Alejandría.

Saludos también para ti, Luna. Agradezco mucho tu presencia en este rincón del foro.

Un cordial saludo.

Muchas gracias por dejarme tus amables palabras, Sara.

Un abrazo.

Poema breve pero intenso, Luna, éste que aquí nos regalas de silencios y preguntas sin respuesta.


Me gusta esa forma que tienes de estructurar la cadencia y el ritmo del poema jugando con los espacios y las sangrías.

Un placer la lectura. Un cordial saludo.

Mientras te abrazo, afuera oscurece y las calles son luces que nos buscan. Conversamos, y así vemos pasar la tarde y sus venturas. Cada gesto es un lugar compartido, cada palabra un sitio transitado. Tal vez nada sea como parece, pero es amable este pasar de cuentas: nos conocemos bien y sabemos qu...

Se diría que nada entonces fue logrado, que falta norte a esta retirada y allá quedó el misterio, la música y el desierto que siempre estuvo a pesar de ella. Esa estrofa describe una sensación que reconozco, y que consigue que me sienta parte del poema, o que lo sienta parte de mí, no sé si es lo m...

Una maravilla tanto el comentario como las fotos de tu perfil. Muchas gracias, Maika. Un cordial saludo.

En esas raíces, en esa vieja casa, encontramos nuestro decir más profundo. En ese decir el lector comparte, palpa y siente las mismas sensaciones. Y cuando la poesía logra eso, sin duda su vuelo es alto. Y eso ocurre aquí, viejo amigo: alto el vuelo, grande el poema.

Un fuerte abrazo.

Las fincas alineadas frente al parque; las oxidadas, tristes esculturas; la temprana oscuridad y aquellos pequeños rincones propicios para juegos y parejas. Los dos allí, paseando en la noche, hablando de fractales, del número pi inventando el mundo —aún recuerdo aquel poema—; los dos lejos, todavía...

La última estrofa me pareció antológica.

Muchas gracias por el poema, Sara. Un cordial saludo.

El gusto es mío, Benjamín, por acogerte junto a este pequeño poema.

Un fuerte abrazo.

Dos primeras estrofas para fotografiar, con precisión de orfebre, el caer de la noche. Una segunda parte para mirar adentro y sentir cómo la oscuridad nos arrebata todo.

Un placer la lectura. Un saludo.

En ocasiones un pequeño gesto, un guiño, una palabra, son capaceces de sacudirnos hasta la médula. A veces basta una voz para espantar todos los demonios. En mi lectura (posiblemente se deba a limitaciones de este lector) necesité un punto antes de “en un rincón inhóspito”. Disfruté el poema, Blanc...