I REHENES DE MEMORIAS Viajan en los vagones tal zombis sin espacio. Escapan del presente, perdidos en pantallas, con los emoticonos que anestesian el alma y fabrican personas, haciendo los apaños. Rehenes de memorias. En el metro, “marcianos” que oyen con atención los audios de whatsApp y no se rec...

Gracias, Alejandro. Muy amable.

Abrazos.

Gracias, Ana. Muy amable.

Abrazos.

Hola, Ulises muy hermoso y original tu poema; como el día que viene cargado de ausencia, que al final será la sonrisa siempre presente de la amada. ¿Cómo es esto, en medio del dolor en el pecho, donde no se reclina la amada? Pues así es para la poesía que todo lo puede. Solo me quedó por entender, a...

Hola, Julio un poema que retumba en la conciencia. Al hilo de tu rescate y motivos cuando lo escribiste, yo sí pienso en la universalidad del lenguaje, mas aún el castellano, tan rico. Considero que son plausibles estructuras clásicas de la poesía para abordar temas actuales. Y en este caso, lo veo ...

Hola, Fernando llega el sentimiento de la empatía, que despierta el poema. Es original el planteamiento con la escurridiza frase, vista en tantos comercios. A través de la mirada inocente del niño, se descubre la miseria y lo que esconde: la cruel competencia en un mundo donde no hay una equilibrada...

Belleza minimalista en estos versos. Huelen a café. Muy bello poema.

Abrazos.

El silencio, que se enfatiza en la piedra, donde se borran los nombres. Una imagen muy elocuente de las grises ciudades, en el liberalismo más extremo, donde los individuos quedan relegados al anonimato, a circular como mercancías; ahora, con el abaratamiento de los costes en viajes, las ciudades pa...

Muy amable, Alonso.

Otro abrazo para ti.

Entiendo, que el Yo, al estar en el proscenio, tiene que reinventarse, sujeto a cambios, improvisar, aunque le hayan dado un papel.

Abrazos.

Cierto, así me lo parece, tal vez, la mayor enseñanza que podamos recibir.

Abrazos.

Si es verdad, que causa perplejidad pensar en la existencia.

Gracias por venir. Muy amable.

¿Por qué esta noche, amor, a mi puerta golpeas insistente? ¿A quién, a cuál Señor buscas tú tan ardiente? Dime, que tu dolor a nadie miente. Desollada mi piel soporto pesadumbres y malvivo: tristísimo anaquel de miserias cautivo arrojadiza rama del olivo. Sajo ahora mi frente al bruno transitar de t...

Gracias, Julio. Muy amable.

Es un texto sobre el que iré volviendo y alargando en el tiempo. Vendrá ser como un divagar sobre la existencia.

Saludos.

Gracias, Era. Muy amable.

Me alegro de encontrarte de nuevo, podremos compartir sobre los temas profundos que nos mueven, la poesía, la vida.

Abrazos.