no, no vengas madre, no vengas del otro lado
ni asomes más a la ventana de mi vida,
no te acerques ni me llames, madre, no quieras verme,
no, no aparezcas, por favor, cariño, no lo hagas ni me veas,
no, no regreses nunca.
Sublime. ¡Cómo Dámaso Alonso hablando de la suya!.
Un abrazo.