Editorial Alaire

Breve, el arco de palabras que poseo, como breve
es el trozo de calzada que domino desde casa.

Tales son las causas de que acuse cansancio lo que escribo,
lo ya escrito, lo que surja cualquier día,
o de que la palabra tumba se me enrede entre los dientes
(creo que hay exceso de muerte en mi cerebro)

Tales son también los dos motivos
de que mi espectro de colores sea tan pobre:

el gris, el azul.

El primero, no lo niego, es el gris de los ojos de mi madre.

El azul, era el color inexplicable
del susurro
de una amapola ebria, o quizá joven.

En esas pocas palabras,
en esa imagen rica y gastada
a la que ya presté tanto tiempo vasallaje,
cualquier estremecimiento muere como nace, en un destello.

Qué bien escribes, Juan... te lo digo de verdad... Al menos a mí me encanta. El poema no tiene desperdicio:

Tales son las causas de que acuse cansancio lo que escribo,
lo ya escrito, lo que surja cualquier día,
o de que la palabra tumba se me enrede entre los dientes
(creo que hay exceso de muerte en mi cerebro)

Esa estrofa es una preciosidad, pero lo es también cuando hablas de los motivos de esos dos colores y, por supuesto, ese final que resume lo que es cualquier poema, un estremecimiento, un destello...

Se nota, creo, que me ha encantado.

Un gusto compartir contigo.

Carmen

Te lo ha dicho tan bien Carmen, que solo me queda darte las gracias por compartir tu poesía.
Abrazos
Pilar

Me adhiero a lo dicho por las compañeras antes. Es un placer pasar por tu poesía Juan. Impresionante!

Un beso enorme!

Carmen:

Podría decir que me siento abrumado, arrebolado, pero la verdad es que ¿a quién no le gustan los elogios". Sobre todo si son tan cálidos como los que le dedicas a este poema.

Lo cierto es que no creo que escriba tan bien, sobre todo cuando veo lo que aquí publican muchos compañeros, empezando por tí misma. Supongo que todos escribimos como sabemos, y, al igual que un cantante, terminamos aprendiendo a cantar lo que mejor sabemos entonar.

Pero vamos, que me encanta leer un comentario como el tuyo, para qué nos vamos a engañar...


Muchísimas gracias y un gran abrazo.

Pilar Morte escribió:Te lo ha dicho tan bien Carmen, que solo me queda darte las gracias por compartir tu poesía.
Abrazos
Pilar

Gracias a tí por leerme, por dejarme tus palabras siempre cálidas, y por estar aquí.


Un abrazo, Pilar.

Daniela Miño escribió:Me adhiero a lo dicho por las compañeras antes. Es un placer pasar por tu poesía Juan. Impresionante!

Un beso enorme!

Muchas gracias, Daniela, me alegra verte aquí, y leer tus palabras.


Un besazo.

Hermoso poema, Juan.
Lo breve acostumbra a ser bello.
Un placer leerte, amigo mío.
Mario.

Juan me uno a los comentarios de los demás compañeros en un pequeño acto de comodidad pero completamente sincero.

Un abrazo

Genial, Juan. Un poema lleno de matices y sensibilidad. Tu decir poético crece cada día.

Enhorabuena
Un beso
Ana

Mario Martínez escribió:Hermoso poema, Juan.
Lo breve acostumbra a ser bello.
Un placer leerte, amigo mío.
Mario.

Mil gracias por leerme y ser tan generoso en tu comentario, Mario (esto de comentario-Mario,en un poema resultaría imperdonable).

Un abrazo.

Amigo juan.
Ya todos te han dicho lo que yo también pienso. Bello poema de ricos matices y expresiones muy acertadas. Un gusto de lectura.
Un abrazo.
Pepa

Israel Liñán escribió:Juan me uno a los comentarios de los demás compañeros en un pequeño acto de comodidad pero completamente sincero.

Un abrazo

Muchas gracias, Israel. Te lo agradezco sinceramente.


Un abrazo.

Supongo que conoces, compañero Juan Fionello, que me muevo con mucha dificultad entre las estructuras libres (Sin duda, por mi falta de sensibilidad estétita en este género). Y con todo, me detengo en este grandioso trabajo donde me reclama:

Una redacción serena, constante, bien entonada y coherente.

Una melodía, basculada únicamente en las pausas y determinada por la estensión sintáctica, muy establecida (no admite distinta interpretación de lectura y recitado de aquella con que fue compuesta).

Pero para mí lo más relevante de este trabajo es la estrategia semántica:

Está expuesta de forma que induce a pensar, en primer lugar, que el concepto "brevedad" se ciñe a la obra literaria del autor (tal es el principio) y, sin embargo, revela posteriormente que dicha brevedad se debe a la elementalidad de dos únicos ingredientes (dos colores vinculados a dos afectos femeninos), que determinan el mundo del autor, poesía incluida. Pero, en realidad, no es hasta el último momento donde se descubre el centro neurálgico de la relativa brevedad (y digo relativa porque se desmiente mirando al pasado "ya presté tanto tiempo de vasallaje" y sólo cobra su efecto de cara a la percepción del presente); "acabado el momento de ambos colores, sólo dura un destello, ahora, cualquier estremecimiento". Esa es la brebevad de que se lamenta el autor.

Tres fases por las que ha discurrido una misma "brevedad" en un poema que, no lo es (ni lo pretende).


Por todo esto me ha parecido un muy buen trabajo.

Felicidades, compañero. Recibe un abrazo,

Juanjo

Ana Muela Sopeña escribió:Genial, Juan. Un poema lleno de matices y sensibilidad. Tu decir poético crece cada día.

Enhorabuena
Un beso
Ana

Muchas gracias, Ana, a vuestro lado es fácil ir creciendo.

Un beso.