Dios.

[Julio Gonzalez Alonso]

Dios.


Eras un niño asustado, dios, a la orilla
del hambre, de las eternas preguntas
sin respuesta; un pequeño ser con los ojos abiertos
al espanto de las horas, ese tiempo
humano transido de derrotas.

Me senté a tu lado y enjugué tus lágrimas,
comprendí tu soledad sin esperanza,
la majestad humana cumplida de imperfecciones,
el largo camino hacia la vida,
la muerte que te huye, dios, y te da la espalda,
ese sueño infinito de la nada. Ni siquiera los recuerdos
te servían de consuelo
y no pude ayudarte con el olvido.


Julio G. Alonso

... historia íntima contada tiernamente, sensiblemente, con toda esa impotencia con que tantas pregunta son efectuadas a diario por tantos y tantos seres humanos sin lograr respuesta alguna; un poema síntesis, apretado, en la brevedad de lo que no es preciso extender y disentir ya, pues ni siquiera el olvido podría remediarlo; buena andadurade año, Julio, buena, saludos, Orión

Gracias, Orión. Parece que el año no acaba de empezar y pronto serán los idus de marzo... Con un abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

Dios.


Eras un niño asustado, dios, a la orilla
del hambre, de las eternas preguntas
sin respuesta; un pequeño ser con los ojos abiertos
al espanto de las horas, ese tiempo
humano transido de derrotas.

Me senté a tu lado y enjugué tus lágrimas,
comprendí tu soledad sin esperanza,
la majestad humana cumplida de imperfecciones,
el largo camino hacia la vida,
la muerte que te huye, dios, y te da la espalda,
ese sueño infinito de la nada. Ni siquiera los recuerdos
te servían de consuelo
y no pude ayudarte con el olvido.


Julio G. Alonso

Cuánta fuerza y emoción poética, Julio! Los versos se posesionan de la adrenalina, de la inminencia teológica, del corazón humano!

Aplausos muy fuertes y mi sincera enhorabuena!!!

Hallie

Amiga Hallie, gracias mil por tus efusivas palabras para celebrar estos versos sobre nuestra divinidad. Con un abrazo.
Salud.

[Javier Bustamante]

Hola Julio,

Liricamente el poema es impecable, exquisito y da buena cuenta de tu manera de poner en palabras lo que perciben los ojos del alma.

En cuanto al tema, siendo Dios desde mi punto de vista un dios personal, que no colectivo, es una interpretacion muy intima de esa relacion y la percepcion de lo que el es en la vida del poeta y que lo plasma en sus versos. Me hace recordar cuando Jesús clama en la cruz, Eli Eli lama sabactani?, que quiere decir Dios mio, Dios mio, porqué me has abandonado? Tal vez ahi es ese punto donde Dios se hizo ese pequeño indefenso viendo morir a su hijo en la cruz.

Saludos

Javier

Mi enhorabuena Julio.

Javier

[Julio Gonzalez Alonso]

Hola Julio.
Imaginativo poema, amigo mío. Un dios al que consolar. Me gustó. Abrazos.
Mario.

Así es, Mario, un dios al que consolar. Pienso que razones no le faltan para ser consolado. Gracias por tu presencia y tu palabra. Con un abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

Como dice, Txopo, a los que creemos en Dios nos cuesta a veces entender ciertas cosas y es que cada día tengo más claro que a Dios es imposible entenderlo desde la razón. A mí lo que me llega en tu poema no es la imagen de un Dios hecho hombre sino la de un hombre hecho dios con toda la pobreza de su corazón y que si más a menudo ese hombre-dios se sentara a enjugar lágrimas y a entender la soledad del que tiene a su lado otro gallo os cantaría. Pero, bueno, eso son divagaciones mías. Ya sea un Dios-hombre o un hombre-dios lo que nos has querido retratar agradezco el respeto con que tratas el tema, porque parece que, hoy días, en la sociedad en la que vivimos todo a de ser respetado menos las creencias religiosa y menos todavía si esas creencias tienen su base en la religión judeo- cristiana. Pocos poemas he leído en los foros en que se hable del tema con tanto respeto y sensibilidad.

Un beso que te llegue al corazón

Ana

Amiga Ana:

Las creencias pueden ser puestas en tela de juicio, pero nunca se me ocurrirá juzgar a los creyentes. Yo no he pretendido escribir sobre un dios de los creyentes, sino sobre esa realidad, esa constante en la humanidad de expresar la necesidad -convertida en creencia- de la existencia de un ser superior, inaprensible, absoluto en su existencia (dios no vive, existe; solamente los humanos vivimos, porque morimos) e imaginarme esa existencia desde la realidad tangible y finita que los sentidos, la razón y la intuición ponen a mi alcance. Respeto tanto al ser humano que no podría denigrar sus pensamientos o sus sentimientos; tal vez de ahí dimane el respeto que crees hallar en mis versos al tratar el tema de la divinidad. No son versos contra nadie, sólo a favor de la vida y todo lo que ella representa, como lo es la muerte. En esa raya, en esa frágil línea de nuestra existencia encontré a este dios solitario. Con un abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

Dios.


Eras un niño asustado, dios, a la orilla
del hambre, de las eternas preguntas
sin respuesta; un pequeño ser con los ojos abiertos
al espanto de las horas, ese tiempo
humano transido de derrotas.

Me senté a tu lado y enjugué tus lágrimas,
comprendí tu soledad sin esperanza,
la majestad humana cumplida de imperfecciones,
el largo camino hacia la vida,
la muerte que te huye, dios, y te da la espalda,
ese sueño infinito de la nada. Ni siquiera los recuerdos
te servían de consuelo
y no pude ayudarte con el olvido.


Julio G. Alonso

Grandes versos amigo, cargados de fuerza y ternura, un gusto.

Abrazos

Moltes gràcies, Joan; és un plaer contar amb la teva lectura i comentari en aquest poema.
Salut.

[Julio Gonzalez Alonso]

Hola Julio,

Liricamente el poema es impecable, exquisito y da buena cuenta de tu manera de poner en palabras lo que perciben los ojos del alma.

En cuanto al tema, siendo Dios desde mi punto de vista un dios personal, que no colectivo, es una interpretacion muy intima de esa relacion y la percepcion de lo que el es en la vida del poeta y que lo plasma en sus versos. Me hace recordar cuando Jesús clama en la cruz, Eli Eli lama sabactani?, que quiere decir Dios mio, Dios mio, porqué me has abandonado? Tal vez ahi es ese punto donde Dios se hizo ese pequeño indefenso viendo morir a su hijo en la cruz.

Saludos

Javier

Mi enhorabuena Julio.

Javier

Javier, gracias por tu atinada observación sobre la experiencia de la muerte vivida por Dios, tal y como explican los cristianos. He dicho en otras ocasiones que esa experiencia es una necesidad intelectual: nadie puede afrontar la idea de la eternidad sin conmoción. Lo real, lo necesario, es la muerte. Los seres humanos vivimos, los dioses sólo pueden existir; un dios que se acerca a la muerte deja de existir para vivir, que en eso consiste ser humano. Con un abrazo.
Salud.