Dios.

[Hallie Hernández Alfaro]

Dios.


Eras un niño asustado, dios, a la orilla
del hambre, de las eternas preguntas
sin respuesta; un pequeño ser con los ojos abiertos
al espanto de las horas, ese tiempo
humano transido de derrotas.

Me senté a tu lado y enjugué tus lágrimas,
comprendí tu soledad sin esperanza,
la majestad humana cumplida de imperfecciones,
el largo camino hacia la vida,
la muerte que te huye, dios, y te da la espalda,
ese sueño infinito de la nada. Ni siquiera los recuerdos
te servían de consuelo
y no pude ayudarte con el olvido.


Julio G. Alonso

Cuánta fuerza y emoción poética, Julio! Los versos se posesionan de la adrenalina, de la inminencia teológica, del corazón humano!

Aplausos muy fuertes y mi sincera enhorabuena!!!

Hallie

[Mario Martínez]

Hola Julio.
Imaginativo poema, amigo mío. Un dios al que consolar. Me gustó. Abrazos.
Mario.

[Julio Gonzalez Alonso]

has tocado el centro Julio:

"el largo camino hacia la vida"

nada menos


fuerte abrazo compañero

.

Gracias, Alonso; tal vez sí, la cuestión es la vida y lo que cuesta alcanzarla. Perderla es cuestión de tiempo y azar, un privilegio negado a los dioses y que le da sentido especialmente humano a vivir. Con un abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

¨ la muerte que te huye, dios, y te da la espalda,¨

Extraordinario poema Julio. Nos pintas un dios pequeño, acurrucado y angustiado en un rincón del cielo, un dios frío y contemplativo, un dios impotente y anciano, nos pintas, querido Julio, un dios humano.-
Me ha encantado el poema, el clima espeso que reina en él, el ritmo preciso y musical, y sobretodo, la profundidad de los versos.
Te felicito, un abrazo grande.-

Lo extraordinario, en mi opinión, es la acertada observación que has hecho sobre el tema del poema en el que retratas, mucho mejor que yo hago en los versos, la imagen del dios enfrentado a su soledad y la imposibilidad de la muerte, amén de otras circunstancias. Muchas gracias, Fermín.
Salud.

[Ana Villalobos Carballo]

Como dice, Txopo, a los que creemos en Dios nos cuesta a veces entender ciertas cosas y es que cada día tengo más claro que a Dios es imposible entenderlo desde la razón. A mí lo que me llega en tu poema no es la imagen de un Dios hecho hombre sino la de un hombre hecho dios con toda la pobreza de su corazón y que si más a menudo ese hombre-dios se sentara a enjugar lágrimas y a entender la soledad del que tiene a su lado otro gallo os cantaría. Pero, bueno, eso son divagaciones mías. Ya sea un Dios-hombre o un hombre-dios lo que nos has querido retratar agradezco el respeto con que tratas el tema, porque parece que, hoy días, en la sociedad en la que vivimos todo a de ser respetado menos las creencias religiosa y menos todavía si esas creencias tienen su base en la religión judeo- cristiana. Pocos poemas he leído en los foros en que se hable del tema con tanto respeto y sensibilidad.

Un beso que te llegue al corazón

Ana

[Julio Gonzalez Alonso]

Dios.


Eras un niño asustado, dios, a la orilla
del hambre, de las eternas preguntas
sin respuesta; un pequeño ser con los ojos abiertos
al espanto de las horas, ese tiempo
humano transido de derrotas.

Me senté a tu lado y enjugué tus lágrimas,
comprendí tu soledad sin esperanza,
la majestad humana cumplida de imperfecciones,
el largo camino hacia la vida,
la muerte que te huye, dios, y te da la espalda,
ese sueño infinito de la nada. Ni siquiera los recuerdos
te servían de consuelo
y no pude ayudarte con el olvido.


Julio G. Alonso


TOCAYO

Dedicas este bello poema a un dios infantil y en minúsculas,
de manera sumamente atractiva. Un potente abrazo:
J u l i o .

Agradecido por tu lectura, tocayo. La soledad de cualquier dios debe de ser terrible. Eso es lo uque me impresiona, y el que sean prisioneros de su eternidad.
Con un abrazo hasta las tierras de Chiapas.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

Me ha gustado mucho esta forma diferente de presentarnos a Dios, un Dios que en el fondo es la angustia nuestra ante los aspectos de la vida que no comprendemos. Hermoso poema.
Abrazos
Pilar

Muy interesante y oportuna, amiga Pilar, la sugerencia de ver proyectada nuestra angustia en la imagen de un dios. Agradezco tu lectura. Con un abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

A los que creemos en Dios a veces no entendemos ciertas cosas que ocurren en la vida... y entonces nos parece un dios menor. Muchas veces lo he sentido como tú nos muestras maravillosamente en tu poema... eras un niño asustado, dios, a la orilla del hambre... y Él me ha contestado a su forma. Y le he entendido.
No es momento de interpretar aquí su lenguaje... ni siquiera es necesario. Pero todo lo que ocurre en este mundo tiene un motivo y una clave: cuando yo le siento pequeño Él me responde y me hace sentir grande.
Quizás un día me atreva a hablar de la clave, del misterio y de mi llave en un poema. Quizás en cada uno de mis poemas va implícita un poco de esa clave sin darme cuenta.
Tu escrito me ha gustado mucho. Lo has tratado con una delicadeza sublime dentro de la dureza del reproche. Valiente.
Un abrazo, mi querido y admirado Julio.
J. manuel

Gracias, amigo José Manuel. Pero además de por las palabras dejadas aquí en torno al poema, tengo que agradecerte el que me hayas hecho llegar tu libro El faro de reciente publicación. Agradecerte la hermosa dedicatoria a plumilla y con una caligrafía que pensaba había desaparecido con la escuela que viví en los años 50 del pasado siglo, una caligrafía hermosa y cuidada como nunca conseguí hacer, y agradecerte el que me hayas tenido presente entre las personas a las que muestras tus agradecimientos al final de la obra, sobre todo porque no creo haber hecho nada para tal merecimiento, que a lo más que he podido llegar es a leer, disfrutar y entender la magia de tu poesía.
El pasado miércoles en la Hacería del Bilbao, con el libro recién estrenado entre mis manos, no pude resistir la tentación de leer de nuevo tu fantástico poema El hombre contra el hombre, y te traslado desde aquí los aplausos cosechados y las felicitaciones recibidas. Es la tercera vez que leo este poema en público y -con unos pocos de celos- te digo que siempre se olvidan de mis poemas para comentarme el tuyo... En fin, una joya de libro con documento sonoro incluído que merecería una noticia en este foro.
Con un abrazo.
Salud.

[Joan Port]

Dios.


Eras un niño asustado, dios, a la orilla
del hambre, de las eternas preguntas
sin respuesta; un pequeño ser con los ojos abiertos
al espanto de las horas, ese tiempo
humano transido de derrotas.

Me senté a tu lado y enjugué tus lágrimas,
comprendí tu soledad sin esperanza,
la majestad humana cumplida de imperfecciones,
el largo camino hacia la vida,
la muerte que te huye, dios, y te da la espalda,
ese sueño infinito de la nada. Ni siquiera los recuerdos
te servían de consuelo
y no pude ayudarte con el olvido.


Julio G. Alonso

Grandes versos amigo, cargados de fuerza y ternura, un gusto.

Abrazos

[Julio Gonzalez Alonso]

Julio: Amigo poeta, tremendo el nivel de poesia de este foro uno mejor que el otro felicitaciones.
javier

Gracias, Javier. El nivel lo va haciendo la experiencia, como bien sabes. Con un abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

Maravilloso este dios asustado, indefenso y desprovisto de poder.

Enhorabuena por este poema, Julio.

Un abrazo.

Me encanta que te encuentres a gusto junto a este dios; él, seguro, estará eternamente agradecido. Muchísimas gracias por tu atento comentario, Juan. Con un abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

Dios.


Eras un niño asustado, dios, a la orilla
del hambre, de las eternas preguntas
sin respuesta; un pequeño ser con los ojos abiertos
al espanto de las horas, ese tiempo
humano transido de derrotas.

Me senté a tu lado y enjugué tus lágrimas,
comprendí tu soledad sin esperanza,
la majestad humana cumplida de imperfecciones,
el largo camino hacia la vida,
la muerte que te huye, dios, y te da la espalda,
ese sueño infinito de la nada. Ni siquiera los recuerdos
te servían de consuelo
y no pude ayudarte con el olvido.


Julio G. Alonso

La angustia de Dios ante la imperfección humana. Por eso, antes de tener y aún sin tener una respuesta, supongo todo lo posible y me entrego en la obervación y análisis interiores, ante la visión imaginada de supuestos aspectos. Un poema estremecedor.

Mi mejor abrazo.

José Manuel F. Febles

Gracias, José Manuel. Sí me parece estremecedora la supuesta existencia de un dios eterno, inmortal, todopoderoso. Imaginarlo es aterrador y ser ese dios sería el peor de los infiernos para un humano. Una existencia inimaginable. Porque nosotros, como humanos, vivimos, y a dios o los dioses les concedemos la existencia, no la vida. Con un abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

.


Muy osado un título de esos.., mas envuelve un poema delicado. BRAVO POETA !

Abrazos - Iben


.

Gracias, Iben. Los títulos, los nombres... sólo son productos de nuestra imaginación a los que -en ocasiones- investimos de de magia y tabúes. Lo importante es saber que estamos por encima del logos, como creadores suyo. Todo lo demás, las creencias adheridas a las palabras y sus ideas, es respetable siempre que no tienda a imponerse como dogma, como criterio unívoco, como fundamentalismo. El nombre de dios no debería dar miedo manejarlo, que es peor dejarlo a un lado como algo intocable. Yo entiendo todas las palabras hechas desde la humana arcilla que nos define y las reivindico todas, hasta las más terribles. Gracias de nuevo. Con un abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

Fabuloso poema, Julio. Eres tan versátil que cada poema es un mundo distinto de otro.

Enhorabuena
Un besito
Ana

Con agradecimientos, Ana. Y un abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

Julio González Alonso,

Maravilloso, maravilloso poema, querido amigo

Un abrazo fuerte

Muchas gracias, siempre, amigo Ricardo.
Salud.