federico ruibal escribió:Hermoso tema, hermosamente resuelto.
Un abrazo.
F.-
A FEDERICO RUBIAL
Gracias, querido compañero, por tan hermosas palabras.
Un abrazo.
José Manuel F. Febles
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
julián borao escribió:Precioso poema, José Manuel, directo y claro, expresando un encontrarse en un ciclo vital en el que todo cabe, tanto la ilusión como la amargura.
Un fuerte abrazo.
Julián Borao
José Manuel F.Febles escribió:Ricardo Serna G escribió:José Manuel
Regreso a tu poesía... ya aquí en este foro
y lo disfruto de nuevo
Gracias por compartir tan extraodinario
poema
Un abrazo fuerte
A MI GRAN AMIGO RICARDO SERNA
Gracias, querido amigo, por compartir en este Foro nuestros poemas.
Un grandísimo abrazo hasta México desde España
José Manuel F. Febles
Julio González Alonso escribió:Tengo en la pared un viejo reloj cansado
de cuerda, cómplice del tiempo que no detiene
-campanero de la casa- la voz de la madrugada
repitiendo: "Levántate y anda".
Jose Manuel, es un placer poder leer cosas tan bien escritas, con una sintaxis tan correcta y la elegancia de un discurso sin fisuras. El tema del tiempo, desarrollado de manera progresiva y reflejado en los elementos cotidianos, relojes, calendarios, noche, día, se hace intenso y se crece en nuestro interior a medida que avanzamos en tus versos. Francamente, muy bueno.
Salud.
José Manuel F. Febles escribió:¡Si volvieran los tiempos de su hora pasada!
Arthur Rimbaud
En la indolencia en que vivo
nada ocupa mis deseos.
Viajo sin reglas y me refugio en la noche
con una oración en los labios,
tribunal, por momentos, de mi conciencia
oscura de espejos.
Tengo en la pared un viejo reloj cansado
de cuerda, cómplice del tiempo que no detiene
-campanero de la casa- la voz de la madrugada
repitiendo: "Levántate y anda".
Y oigo, entonces, mirlos que huyen a las cinco
de la mañana dejando sus nidos desnudos,
buscando la verdad que yo no supe encontrar
al pie de un río siempre en fuga.
Las horas pasan lentas en la noche
y la existencia la asumo como la vejez descolgada
entre una sonrisa y una lágrima.