Editorial Alaire

Mario Martínez escribió: Somos de donde vivimos,
del lugar donde enraizamos,
de los sueños que forjamos,
de los seres que perdimos,
de las gentes que quisimos
y las obras que dejamos.
Por eso cuando morimos
casi nunca nos marchamos.


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A veces lo más prudente,
es no andar de inteligente
en esta vida de locos,
y ser listo sólo un poco,
lo que creas conveniente.
Tampoco es aconsejable
(hay quien lo vuelve rentable),
ser más tonto que un zapato,
pero serlo sólo a ratos
es la mar de saludable.



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Con el más profundo trazo
grabé tu nombre en mi brazo
debajo de un corazón.
Cuando acabó la pasión
y todo saltó en pedazos,
tuvo mi piel tal rechazo
que tu nombre se borró,
y el corazón se quedó
con otro nombre debajo.


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Dicen que a sufrir venimos
al mundo cuando nacemos,
que en el genoma tenemos
el mapa de nuestra vida
como tarjeta prendida
de aquello que enfermaremos.
Así que no nos quejemos
con los achaques ligeros
de una dolencia sufrida,
que si era cosa sabida
que somos perecederos,
hoy ya partimos de cero
con caducidad incluida.






Mario.