La rutina

[Rosario Alonso]

LA RUTINA


La rutina se interroga en las esferas minimalistas
con los acertijos colgando de los pies de los relojes
y se descuelgan sus hilos en las horas de araña.
Se rasga el aire a cada golpe de péndulo
y se abre una herida en los minuteros.


La noche se derrumba del peso del cansancio
y la luz mas liviana es una máscara oscura
que viene a disfrazar las horas venideras.
Un martillo aporta su golpe seco a los instantes
y se oye un rugido interno en las paredes.


Una taza de café eleva su aroma de tierra mojada
y salen arbustos por la nariz del aire.
Unos ojos soñadores se posan en el mar
y brota césped húmedo de la arena.
Una voz melosa quiebra con ritmo un poema
y divide el espacio en dos mitades.


Mientras, cae la tarde y se rompe una pierna



Rosario Alonso

[Lila Manrique]

Profundos versos, fue un gusto estar presente
en tu obra.
Abrazos

[deepeye]

estupendas metáforas que llevan imágenes poéticas. Buen ritmo, buena hechura.
Saludos

[Arianna Rassé]

qué hermosa manera de describir la rutina:


La rutina se interroga en las esferas minimalistas
con los acertijos colgando de los pies de los relojes

Saludos

Arianna

[Marcos Andrés Minguell]

Un buen comienzo para demostrar en la secuencia como romper la rutina.

[Raúl Castillo]

Portentoso! Rosario, me ha encantado esa rutina y el tremendo verso de cierre. El maximo de puntos para este cofre de joyas en vividas imagenes.

Besos.

[Raúl Ferreiro Figueroa]

Rosario

Realizo una primera lectura. Y no quiero releer por ahora. Me ha dejado colmado. Descubro tu poesía. Fantástico último verso.

Mi afectuoso saludo

Raúl
http://poessia.blogspot.com

[Ramón Carballal]

LA RUTINA


La rutina se interroga en las esferas minimalistas
con los acertijos colgando de los pies de los relojes
y se descuelgan sus hilos en las horas de araña.
Se rasga el aire a cada golpe de péndulo
y se abre una herida en los minuteros.


La noche se derrumba del peso del cansancio
y la luz mas liviana es una máscara oscura
que viene a disfrazar las horas venideras.
Un martillo aporta su golpe seco a los instantes
y se oye un rugido interno en las paredes.


Una taza de café eleva su aroma de tierra mojada
y salen arbustos por la nariz del aire.
Unos ojos soñadores se posan en el mar
y brota césped húmedo de la arena.
Una voz melosa quiebra con ritmo un poema
y divide el espacio en dos mitades.


Mientras, cae la tarde y se rompe una pierna



Rosario Alonso

Una forma muy personal de ver la rutina, Rosario. Versos muy logrados, con estupendas metáforas. Un abrazo.

[Jerónimo Muñoz]

No todo van a ser amores y desamores, lágrimas, desconsuelo o incendiada pasión. Has mirado hacia otra parte, también próxima pero aparentemente prosaica. Y has sabido encontrar la poesía en esa aridez del tedio cotidiano. Sólo los verdaderos poetas son capaces de ver la poesía donde los demás solo vemos panoramas monótonos.
Imágenes nuevas, frescas e impactantes las que creas, consiguiendo una voz que llega, sencilla y clara, hasta el alma del lector.

Un beso.

[julián borao]

Una certera descripción de la rutina, Rosario. Descifras perfectamente la pesadez del tiempo, su aburrimiento, y el momento que quiebra esa indolencia. Muy logrado todo el poema, aunque el último verso me haya sorprendido.
Un fuerte abrazo.
Julián Borao

[Lourdes Spin]

*


Me detengo mucho en algunos poetas, Rosario, entre ellos estâs tû, y no creo que me hagas perder el tiempo; reflexinar frente a uno de tus poemas es sentirse pleno de gozo. Qué pena que tenemos tan poco tiempo, poeta. Mi saludo cordial


Spin

[Alejandra Goerne]

Y de la rutina que puede volverse hastio... haces poesía. Ya entiendo eso, de que eres maestra,je. Cuánto puede envolver una tarde singularmente igual y diferente al resto. Muy bueno poeta. Un abrazo.

[Rosario Alonso]

Profundos versos, fue un gusto estar presente
en tu obra.
Abrazos

Gracias Lila por estar.

Un besazo

[J. J. Martínez Ferreiro]

Genial poema, sobre todo en ese brillante final... "ese espacio dividido en dos mitades... ufff!"

Surrealismo imaginativo de altura.

Bicos, querida Rosario.

[Ana Villalobos Carballo]

Una taza de café eleva su aroma de tierra mojada
y salen arbustos por la nariz del aire.
Unos ojos soñadores se posan en el mar
y brota césped húmedo de la arena.
Una voz melosa quiebra con ritmo un poema
y divide el espacio en dos mitades.


Mientras, cae la tarde y se rompe una pierna

Rosario, este poema, y sobre todo estos versos que destaco, me han dejado pensando la de cosas hermosas que se suceden a lo largo de nuestra vida, y que no las valoramos porque se han hecho tan cotidianas y rutinarias que ni siquiera las vemos. Hermosas imágenes nos regalas.

Un beso que te llegue al corazón

Ana V.