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PROFESIÓN DE FE.

Publicado: Lun, 19 Oct 2009 10:36
por Juan Vicedo
A veces cuesta trabajo decidirse, explicar por qué somos quienes somos o quienes queremos ser; explicar por qué nos sentimos atraídos por el abismo de la página en blanco, cómo llenamos las horas de nuestro suicidio.

Al poeta no le basta el coqueteo con la palabra, palbra y silencio sobre los nombres de las cosas, decir y hacer con el corazón lo que la cabeza no hace ni dice; al poeta no le basta una flor natural penosamente conseguida, que debe guardar entre sus libros. No quiere el poeta la corte del rey, las salas y salones de palacio, pues allí lo exhibirían como una "rara avis", como animal en peligro de extinción.

Con pasión, a diario, mientras camina por las calles, cuando baja por una costanilla, cuando asiste al entierro de un amigo, busca el poeta en su propia soledad la voz que puede hacerlo, la palabra que puede decirle cómo y por qué está junto a las turbas de los desheredados, cómo y por qué está hablando con el suicida, que se colgó en un crepúsculo de noviembre. En la palabra sola encuentra el poeta explicación para el naufragio de la nave, que abandonó el puerto con las velas desplegadas, llenas de luz, cuando el viento soplaba propicio. A veces, en los largos silencios del verano, el poeta se baña mar adentrro, allí donde ninguno se atreve, tan lejos de la costa, y allí piensa su voz y siente que su palabra renace toda entera, más matinal, más virgen, sin el llanto o el lamento de las murallas, sin la amenaza de la cava honda chapada. Y nada hacia la tierra, casi desnudo se acerca a esta ribera que pisamos, a este suelo que dice nuestro abandono de la canción o de la infancia nuestra que perdimos. Mira en los horizontes para ver si una nube de peces negros, con voces de campanas muriéndose, ha tomado posesión de los espacios que eran del Alba pura.

Le importan al poeta elllanto y amargura de las esposas, el dolor de una penetración, la arrogancia orgullosa y la fuerza de los soldados; pero también la cópula inflamada de las aves, el silencio que baja con el río, la voz del mar, que siempre dice su sed de eternidades.

Mirad si sois así: con la Palabra sola, sin cansancio ninguno, sin fatiga.

re: PROFESIÓN DE FE.

Publicado: Lun, 19 Oct 2009 10:45
por Amparo Guillem
En verdad la palabra es la excusa del Hombre para poder ser: el problema es que al poeta no le basta la palabra y se pierde en la duda.
Me encantó pasar por tus letras.
Saludos.
Amparo

Publicado: Lun, 19 Oct 2009 13:53
por Juan Vicedo
Amparo Guillem, Como puedes ver estoy recién llegado y un poco despistado. Agradecido por tus palabras, tan agradables y certeras. Saludos.

re: PROFESIÓN DE FE.

Publicado: Lun, 19 Oct 2009 18:06
por julián borao
¡Bienvenido poeta! ¡Qué placer encontrarme de nuevo con un texto tuyo! Con tu entrada, este foro gana en calidad y en prestigio. Lamento que no podré compartirlo contigo (ya lo sabes) pues el poema que he insertado en el foro Villena anteayer ha sido el último que insertaré pero me alegro de que otros puedan hacerlo. Me encantó este texto, te lo aseguro.
Un fuerte abrazo.
Julián Borao

Publicado: Lun, 19 Oct 2009 20:33
por Juan Vicedo
Amigo Julián: Deseo que cuanto antes superes esa situación que te perjudica. Respeto, por supuesto, tu decisión y agradezco las palabras que dedicas a mi poema en prosa. Voy intentar superarme. Un abrazo. Juan Vicedo

Publicado: Jue, 12 Nov 2009 21:22
por Ana Muela Sopeña
Fabuloso texto de prosa poética, Juan.

Sirve para deleitarse en la belleza y para reflexionar sobre la palabra. Lo que nos ocupa como poetas y como personas.

Un abrazo
Enhorabuena
Ana

Publicado: Mié, 18 Nov 2009 14:58
por Juan Vicedo
ANA MUELA: Querida amiga, gracias por tus palabras, que recogen toda la lucha diaria con los textos no creados. Un abrazo.

Publicado: Dom, 16 Ene 2011 14:49
por E. R. Aristy
Juan, he disfrutado cada palabra vertida en esta copa tan especial la cual posee el sabor, el olor del poeta y el elixir de su perigrinacion eterna. Salud, y vida, exquisita lectura.

ERA