La canción de primavera (las rimas del oquedal)
Publicado: Lun, 28 Ene 2008 23:51
La canción de primavera (las rimas del oquedal)
I-
Tempestad de flores vino a caer a mi zaguán,
crisantemos empapados de lluvias violeta,
amapolas sin néctar como cabellos de alba,
el mar, lirios muertos en el lodazal amarillo,
las rosas de mediodía en la escarcha de sombras,
la canción de primavera:
Las rosas
Beber del rojo néctar de esos pétalos quisiera,
bello carmesí como los labios del alba
déjame tomar de tu inmenso licor de salva;
y cual frágil gorrión que en el mar dormir pudiera
alzaré en los cielos para ti las espinas,
racimos grises que en los espejos del río
reflejarán tu rostro y tu sonrisa de estío,
y tu brisa de mañana en las verdes encinas.
El crisantemo
Como un astro que en el lago azul se refleja,
duerme la imagen frágil del mediodía
y el licor atroz de las sombras del día,
amargo limo de quien en paz morir no deja.
Cual tumba vil de amarillenta losa
me sabes, crisantemo, flor de invierno;
y en tu lecho huraño dormir el sueño eterno
me parecería el Edén, pálida rosa.
Las amapolas
Como lluvias de ámbar desciende la aurora,
y en el pliegue lóbregue de sombras en el jardín
negro, en el enramado oquedal del verdín,
impasible y clara, una flor llora.
Rubia como en primavera el poniente
y pálida como la lejana lontananza,
muere ya débil sin amor ni esperanza,
sin dejar frutos ni futura simiente.
El clavel
En el campo mas me parece ver la Luna
dormir en el seno de los arroyos y el mar,
que al herido guijarro hallar lugar
donde dar su canto o encontrar cuna.
Mas creo ver también a esas flores muertas
como el silencio en la noche estrellada,
los claveles, flores que, como la aurora helada,
de hogar no sirven a estrellas desiertas.
Los lirios
El amor es como el dulce hogar de los lirios,
y es la muerte el lecho de sus pétalos amargos,
el adiós de embriagante aroma, días largos
que con la tormenta traen los sueños turbios.
Es el sueño como el silbar ronco de los cielos,
lluvia de sombras y besos de almíbar,
pétalos de polen que como el acíbar
mal gusto deja a quien Amor duerme en sus velos.
II-
Coro
Se parecen las flores al alba de estío,
musa mía, al sueño y a la muerte,
porque dejan sin alma al inmenso río
que es el frágil lagrimal que el gorrión vierte.
Pero tengo a orillas del lago un rosal,
una noche azul y una tumba de canciones,
el laúd del ave y el glorioso brezal,
tengo, musa mía, las flores y estaciones.
E.N.R.D
I-
Tempestad de flores vino a caer a mi zaguán,
crisantemos empapados de lluvias violeta,
amapolas sin néctar como cabellos de alba,
el mar, lirios muertos en el lodazal amarillo,
las rosas de mediodía en la escarcha de sombras,
la canción de primavera:
Las rosas
Beber del rojo néctar de esos pétalos quisiera,
bello carmesí como los labios del alba
déjame tomar de tu inmenso licor de salva;
y cual frágil gorrión que en el mar dormir pudiera
alzaré en los cielos para ti las espinas,
racimos grises que en los espejos del río
reflejarán tu rostro y tu sonrisa de estío,
y tu brisa de mañana en las verdes encinas.
El crisantemo
Como un astro que en el lago azul se refleja,
duerme la imagen frágil del mediodía
y el licor atroz de las sombras del día,
amargo limo de quien en paz morir no deja.
Cual tumba vil de amarillenta losa
me sabes, crisantemo, flor de invierno;
y en tu lecho huraño dormir el sueño eterno
me parecería el Edén, pálida rosa.
Las amapolas
Como lluvias de ámbar desciende la aurora,
y en el pliegue lóbregue de sombras en el jardín
negro, en el enramado oquedal del verdín,
impasible y clara, una flor llora.
Rubia como en primavera el poniente
y pálida como la lejana lontananza,
muere ya débil sin amor ni esperanza,
sin dejar frutos ni futura simiente.
El clavel
En el campo mas me parece ver la Luna
dormir en el seno de los arroyos y el mar,
que al herido guijarro hallar lugar
donde dar su canto o encontrar cuna.
Mas creo ver también a esas flores muertas
como el silencio en la noche estrellada,
los claveles, flores que, como la aurora helada,
de hogar no sirven a estrellas desiertas.
Los lirios
El amor es como el dulce hogar de los lirios,
y es la muerte el lecho de sus pétalos amargos,
el adiós de embriagante aroma, días largos
que con la tormenta traen los sueños turbios.
Es el sueño como el silbar ronco de los cielos,
lluvia de sombras y besos de almíbar,
pétalos de polen que como el acíbar
mal gusto deja a quien Amor duerme en sus velos.
II-
Coro
Se parecen las flores al alba de estío,
musa mía, al sueño y a la muerte,
porque dejan sin alma al inmenso río
que es el frágil lagrimal que el gorrión vierte.
Pero tengo a orillas del lago un rosal,
una noche azul y una tumba de canciones,
el laúd del ave y el glorioso brezal,
tengo, musa mía, las flores y estaciones.
E.N.R.D