Editorial Alaire

Tempus fugit.

(A quienes dedicaron su vida y su trabajo
a la Enseñanza.)

El tiempo trae; también nos quita y lleva;
suma y resta,
y de la cuenta que hacemos
es más hoy lo ganado que perdido,
que aunque el olvido
ponga su mano gris a algunas fechas
siempre serán más los días felices de recuerdos
y más el número de los sueños compartidos
que tristezas.

¡Cuántos años de niños te acompañan,
de escritura en renglones bien derechos,
de preguntas y respuestas y palabras
volando por sus ojos! Y hoy los cuentos
volviendo están alegres a los libros
y harán nido esperando que otras voces
para otros niños los nombren a la vida,
ese mar que trae olas
y barcos
y peces y gaviotas
y nos descubre siempre un horizonte nuevo.

Hoy sobre los pupitres se alzan puentes
de sonrisas al futuro; quedando en silencio están
las voces de los días
como rumor de limpias aguas manaderas,
el murmullo de los años
transitados,
las olvidadas penas.

Nos quita, sí, y nos lleva el tiempo; pero también es cierto
que nos trae
y nos acerca
su júbilo al pairo de las velas tendidas
de los sueños. ¿Tempus, ubi est victoria tua?
¿Dónde sacias tu sed de primaveras,
tiempo?

Una canción infantil traigo en los labios,
hoy aire, luz, ira, memoria,
lo que fuimos una vez, y una sonrisa alegre
anuncio de esta hora, carpe diem
del pulso
del infinito resto de las horas.

[quote="Julio González Alonso"]


Una canción infantil traigo en los labios,
hoy aire, luz, ira, memoria,
lo que fuimos una vez, y una sonrisa alegre
anuncio de esta hora, carpe diem
del pulso
del infinito resto de las horas.



Me alegro en ser la primera en comentar
Todo el poema me llegó a la médula, pero este cierre me emocionó. Comparto contigo el sentimiento, y te doy las gracias por la parte que me toca de dedicatoria.
Un abrazo grande
Pilar




.

Es así, Julio, "siempre serán más los días felices de recuerdos y más el número de los sueños compartidos que tristezas". Espero yo también que se alcen, como dices, "puentes de sonrisas al futuro"; lamentablemente, no todo el mundo lo ve con la misma esperanza. El poema es una maravilla, amigo, y me ha llegado especialmente por lo que me toca, que ahí estoy, quizás con receptores menos niños que los de tus versos, pero manteniendo el optimismo y disfrutando lo que puedo de mi quehacer cotidiano. Porque " Nos quita, sí, y nos lleva el tiempo; pero también es cierto que nos trae y nos acerca su júbilo al pairo de las velas tendidas de los sueños". Totalmente de acuerdo. Cada estrofa, bajo mi punto de vista, es un acierto formal y conceptual, y el final, magnífico.
Un abrazo, compañero.
Julián Borao

Julio González Alonso,

QUE HERMOSA POESÍA DEDICADA AL MAESTRO
CON MAESTRÍA, QUERIDO AMIGO



TE FELICITO

ME LA LLEVO

UN ABRAZO FUERTE

Julio González Alonso,
Nunca conseguiremos derrotar al tiempo, que corre en nuestra contra, pero al menos sí podemos mantener una actitud digna frente a su paso. Has escrito un poema muy optimista, donde dejas bien a las claras tu vocación de docente, una profesión que disfrutas, sobre todo, según colijo, por las miradas de asombro de tus jóvenes alumnos al enseñarles el placer de la lectura, y todo ese mundo de fantasía que se despliega ante sus atónitos ojos. Me ha gustado mucho esta pregunta que te haces: "¿Dónde sacias tu sed de primaveras, tiempo?"

Saludos, amigo Julio.

Un poema sereno, escrito con la sabiduría que da la experiencia de vivir. Nos ofreces una visión esperanzada y optimista, quizá la realidad sea más prosaica a veces pero también es cierto que depende mucho de cómo la encaremos. Es, además, tu poema, un bonito homenaje al oficio de maestro, uno de los menos valorados y uno de los más necesarios. En definitiva un trabajo excelente, Julio. Abrazos.

Un poema de nostalgias, de vivencias compartidas, describiendo un mundo esencial para la vida humana. Realmente el magisterio es un apostolado, uno de los oficios más dignos y meritorios de la tierra. Me complace haber llegado hasta tus versos, compañero, maestro, Julio.

Un abrazo.
Óscar

Pilar Morte escribió:

Julio González Alonso escribió:

Una canción infantil traigo en los labios,
hoy aire, luz, ira, memoria,
lo que fuimos una vez, y una sonrisa alegre
anuncio de esta hora, carpe diem
del pulso
del infinito resto de las horas.



Me alegro en ser la primera en comentar
Todo el poema me llegó a la médula, pero este cierre me emocionó. Comparto contigo el sentimiento, y te doy las gracias por la parte que me toca de dedicatoria.
Un abrazo grande
Pilar




.

Amiga Pilar, recibir en primer lugar el beneplácito de una colega me alegra muchísimo. Es un poema escrito medio por encargo, y que leeré con motivo de la jubilación de seis compañeras de este curso en la comida que se celebrará para el caso. Por eso, el que te haya gustado a ti, me parece una buena carta de presentación de cara a los cerca de setenta compañeros que concurriremos al acto. Con un abrazo.
Salud.

Sin duda, su lectura será todo un éxito. Si has conseguido que el aroma de las aulas,la curiosidas por conocer, por aprender...todas esas sensaciones infantiles y lejanas lleguen a nosotros como alumnos, imagina lo que sentirán esas compañeras como docentes. Tienes el don de hacerme pasear con una sonrisa por los recuerdos y eso no veas como te lo agradezco.
Un abrazo.

los recreos, los bocatas en el patio, seguirán como esos puentes al futuro al que aludes en tu poema, como toda la vida, aunque dentro de unos años, ya mismo, las aulas cambiarán bastante su aspecto, las TIC y los formatos y contenidos multimedia poco a poco sustituirán lo tradicional.

Estas en plena forma compañero


.

Bravo Julio, bravo.
Hace poco me has dejado un comentario a un poema mío que en cierto modo complementa un aspeco académico de la vida. Y en ese comentario aprecié tu sensibilidad y sabiduría como docente. Tus versos son espléndidos y los he disfrutado como hombre... y como alumno que un día fui. Ojalá hubiera tenido en ese tiempo profesores como tú... los tuve, sí, excelentes y humanos... pero no eran poetas. Y ser poeta es una cualidad que permite hablar de la materia del alma con solvencia, sin la posibilidad de estudiarla en libro alguno.
Abrazos, profesor.
J. Manuel

julián borao escribió:Es así, Julio, "siempre serán más los días felices de recuerdos y más el número de los sueños compartidos que tristezas". Espero yo también que se alcen, como dices, "puentes de sonrisas al futuro"; lamentablemente, no todo el mundo lo ve con la misma esperanza. El poema es una maravilla, amigo, y me ha llegado especialmente por lo que me toca, que ahí estoy, quizás con receptores menos niños que los de tus versos, pero manteniendo el optimismo y disfrutando lo que puedo de mi quehacer cotidiano. Porque " Nos quita, sí, y nos lleva el tiempo; pero también es cierto que nos trae y nos acerca su júbilo al pairo de las velas tendidas de los sueños". Totalmente de acuerdo. Cada estrofa, bajo mi punto de vista, es un acierto formal y conceptual, y el final, magnífico.
Un abrazo, compañero.
Julián Borao

Como en el caso de Pilar, recibir tu comentario me ha llenado de especial felicidad, porque viene de una persona que, por encima de muchos tópicos sobre la enseñanza, sabe de las dificultades de sus retos y de la realidad de una pasión en el acompañamiento del recorrido escolar de nuestros alumnos. He pasado por todas las edades, desde el Instituto a la Escuela, y siempre me he sentido enamorado de mi trabajo, a veces sumido en incertidumbres, otras envuelto en problemas, pero siempre recompensado por lo mejor de las personas que me acompañaron en mi profesión, o de quienes sentados en sus pupitres, serios o sonrientes, jugando o estudiando, siempre aprendiendo, y yo de ellos, cada día, me contagiaron su vitalidad y regalaron las mejores miradas sobre el mundo. Es una lástima que el prestigio social del enseñante no esté a la altura del reconocimiento que se merece tanta gente entregada y, en demasiadas ocasiones, puesto en tela de juicio su trabajo. Y a pesar de todo, cada día abren las puertas de su esfuerzo a la tarea de enseñar y educar. Con un abrazo.
Salud.

Julio González Alonso escribió:




Tempus fugit.

(A quienes dedicaron su vida y su trabajo
a la Enseñanza.)

El tiempo trae; también nos quita y lleva;
suma y resta,
y de la cuenta que hacemos
es más hoy lo ganado que perdido,
que aunque el olvido
ponga su mano gris a algunas fechas
siempre serán más los días felices de recuerdos
y más el número de los sueños compartidos
que tristezas.

¡Cuántos años de niños te acompañan,
de escritura en renglones bien derechos,
de preguntas y respuestas y palabras
volando por sus ojos! Y hoy los cuentos
volviendo están alegres a los libros
y harán nido esperando que otras voces
para otros niños los nombren a la vida,
ese mar que trae olas
y barcos
y peces y gaviotas
y nos descubre siempre un horizonte nuevo.

Hoy sobre los pupitres se alzan puentes
de sonrisas al futuro; quedando en silencio están
las voces de los días
como rumor de limpias aguas manaderas,
el murmullo de los años
transitados,
las olvidadas penas.

Nos quita, sí, y nos lleva el tiempo; pero también es cierto
que nos trae
y nos acerca
su júbilo al pairo de las velas tendidas
de los sueños. ¿Tempus, ubi est victoria tua?
¿Dónde sacias tu sed de primaveras,
tiempo?

Una canción infantil traigo en los labios,
hoy aire, luz, ira, memoria,
lo que fuimos una vez, y una sonrisa alegre
anuncio de esta hora, carpe diem
del pulso
del infinito resto de las horas.

Uff, esto es poesía en la cumbre más alta. Un poema esplendoroso que, a -bocca chiusa- el alma tararea con el corazón palpitando emocionado porque cada verso en su esplendor, resalta, reconforta y vivifica el ser.
Un beso y un abrazo, señorón poeta, con toda mi admiración,

Julio González Alonso: No dejo de declamar estos versos y acompañarlos con el estremecimiento que en mi ser producen. Trastornan y transforman la torpe materia y liberan la sutil esencia del espíritu, que, suelto ya de las ataduras de la carne, puede volar hacia las luminosas cumbres donde habitan las águilas de la sabiduría.

Si mi eufemístico discurso no es claro, de otro modo lo digo: SIMPLE Y SENCILLAMENTE SUBLIME.

No recuerdo haberte leído un poema que me haya gustado más que el que ahora nos ocupa, querido amigo Julio.
Estás subiendo el nivel de tu poesía de una manera alucinante. En la presente obra hallo reminiscencias de la poesía de los grandes clásicos españoles. Agudeza que gira la combinación semántica hacia la universalidad, al más puro ritmo quevedesco, gongorinas alquimias idiomáticas, el aire cervantino en esa mezcla de ensoñación vocacional y pragmatismo gregario, en fin, el poema tiene la gran hermosura de las obras que dejan poso.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema; ciertamente me parece un buen poema.
Un fuerte abrazo.