Editorial Alaire

A bordo de la sombra, en este frío exánime,
me subo al silencio arenoso de los talones,
y el vértigo me arruga,
con mi chaleco especialmente diseñado
para que la vida vaya de bohemia por mis ojos,
abro mis horizontalidades, las desordeno
mientras la necrófila nieve se apodera de mi espalda,
y me inocula el estertor de un cielo
en el que solo hay palomas de manteca, listas
para untar sobre las nubes.

En este paraíso boca abajo,
me siento a la derecha de mí misma,
para acabarme después en el abrazo de mis venas
como lo harían un par de lágrimas antiguas
sobre el cuerpo de un violín condenado a muerte.

Tras mi palabra de tobillos diminutos, el alma
desaparece molida a palos.

Marian Ramentol Serratosa escribió:A bordo de la sombra, en este frío exánime,
me subo al silencio arenoso de los talones,
y el vértigo me arruga,
con mi chaleco especialmente diseñado
para que la vida vaya de bohemia por mis ojos,
abro mis horizontalidades, las desordeno
mientras la necrófila nieve se apodera de mi espalda,
y me inocula el estertor de un cielo
en el que solo hay palomas de manteca, listas
para untar sobre las nubes.

En este paraíso boca abajo,
me siento a la derecha de mí misma,
para acabarme después en el abrazo de mis venas
como lo harían un par de lágrimas antiguas
sobre el cuerpo de un violín condenado a muerte.

Tras mi palabra de tobillos diminutos, el alma
desaparece molida a palos.

Excelente poema, Marian. Los tres versos iniciales son maravillosos. Las imágenes, como las de esas "palomas de manteca", deslumbran por su originalidad. El final de la segunda estrofa es bellísimo, además de triste y lánguido.

Tu poesía nunca defrauda. Un abrazo.

sobre el cuerpo de un violín condenado a muerte.

Excelente verso este.
javier

[quote="Marian Ramentol Serratosa"]A bordo de la sombra, en este frío exánime,
me subo al silencio arenoso de los talones,
y el vértigo me arruga,
con mi chaleco especialmente diseñado
para que la vida vaya de bohemia por mis ojos,
abro mis horizontalidades, las desordeno
mientras la necrófila nieve se apodera de mi espalda,
y me inocula el estertor de un cielo
en el que solo hay palomas de manteca, listas
para untar sobre las nubes.

En este paraíso boca abajo,
me siento a la derecha de mí misma,
para acabarme después en el abrazo de mis venas
como lo harían un par de lágrimas antiguas
sobre el cuerpo de un violín condenado a muerte.

Tras mi palabra de tobillos diminutos, el alma
desaparece molida a palos.[/quote]




Marian es un gran poema. De un final demoledor, esa alma molida a palos estremece, pero ya se insinúa durante el devenir de los versos. A pesar de la contundencia el poema es muy bello, tiene grandes imágenes. Me quedo con este verso:
¨ con mi chaleco especialmente diseñado
para que la vida vaya de bohemia por mis ojos ¨

Bueno amiga ha sido un placer pasar por tus agitadas letras. Un abrazo.

yo no se que haría ya sin tus poemas...eres la jefa...te admiro y aprendo...y por supuesto me siento superfeliz por conocerte...tu artículo, bueno, mi articulo, lo tendrás en breve, sabes que me gusta trabajar las cosas ...jejeje...mil abrazos super Marian...

Un placer como de costumbre resulta pasarse por tus versos. Me gutaron y los disfruté leyendo

Saludos

Raf.

Alta poesia como siempre, con una metaforas alucinantes, abrazos.

"para acabarme después en el abrazo de mis venas
como lo harían un par de lágrimas antiguas"

Marian, si supieras lo lejos dentro mío que me ha llevado tu poema ... Las imágenes son espléndidas. Bellísimo!

Besos.

Como siempre unas imágenes impactantes y un mundo muy personal que es una delicia descubrir. Excelente poema. Un abrazo.

Marian Ramentol Serratosa escribió:A bordo de la sombra, en este frío exánime,
me subo al silencio arenoso de los talones,
y el vértigo me arruga,
con mi chaleco especialmente diseñado
para que la vida vaya de bohemia por mis ojos,
abro mis horizontalidades, las desordeno
mientras la necrófila nieve se apodera de mi espalda,
y me inocula el estertor de un cielo
en el que solo hay palomas de manteca, listas
para untar sobre las nubes.

En este paraíso boca abajo,
me siento a la derecha de mí misma,
para acabarme después en el abrazo de mis venas
como lo harían un par de lágrimas antiguas
sobre el cuerpo de un violín condenado a muerte.

Tras mi palabra de tobillos diminutos, el alma
desaparece molida a palos.

Quería decirte Marian que, aunque creo es la primera vez que dejo mi huella entre tus versos,...te sigo y leo,...y en mi humilde opinión escribes de maravilla y para mí, has sido un grato descubrimiento en esto de la poesía...donde soy un novato y siempre he dicho que yo no escribo poesía....pero que me siento poeta al ver y sentir la vida de otra forma....eres una de las grandes...tus poemas siempre sorprenden, tus metáforas subyugan y te desnudas en tus versos...mis respetos Poetisa...(tendré que vencer mi pecado capital más a menudo...la pereza...un afectuoso abrazo desde Cuenca...

javi

Hola Marian

Belleza en tus versos y sus imágenes, amiga mía. Me gustó el poema. Un abrazo.
Mario.

¿Te ayudo con mis otros tobillos, más diminutos aún mi querida Prince?
Pues te ayudo, ¡ vamos a seguir escribiendo que es lo que toca¡¡¡
Mis abrazos siempre

En este paraíso boca abajo,
me siento a la derecha de mí misma,
para acabarme después en el abrazo de mis venas
como lo harían un par de lágrimas antiguas
sobre el cuerpo de un violín condenado a muerte.

Impresionante. La estrofa y el poema.

Aplausos, mi niña. Muchos.



Blanca

Nada nuevo que me haya encantado... Cómo envidio tu fuerza...

Auténtico el poema, Marian. Como presiento lo eres tú.

Un beso grande,

Carmen

la segunda estrofa muy conseguida, especiálmente el segundo verso

un beso para ti Marian

.