Martín Desormeaux escribió:Nosotros, los vencidos.
Las larvas quietas sobre el césped,
en espera de renacer benditas.
Los templos vacíos de luz y fe,
despedazándose en el límite del cielo
y que vuelven a ser los desechos de almas escépticas.
Nosotros, los ejecutivos del infierno,
los perros de traje y corbata
violándose las sombras de las putas más costosas.
Los exhibicionistas de la tristeza,
mostrando sus huesos quebrados
bajo el abrigo gris lluvia.
Nosotros, los solitarios en mayúsculas,
quienes tuvimos a todas las mujeres del mundo
y las perdimos en calles desconocidas de Cristo.
Los que lloramos leyendo a Prévert
y mirando un pájaro perderse entre los árboles.
Nosotros, los vencidos,
hemos muerto viviendo tras los escaparates,
autoflagelándonos lo infinito de la memoria.
Un trabajo exquisito que deja puertas abiertas a la alucinación colectiva del terror urbano-divino.Me cobijo en su pelambre de verso sustancial.
Felicitaciones!!!
Cariños,
Hallie