Editorial Alaire

Blanca Sandino escribió: ...................................A Ana Villalobos. Con mi gratitud por todo lo que se preocupa por mí. Con mi afecto.



Sonaba un saxo, o me eso pareció, y era, decías, medio marzo.
Y aquel marzo de lilas y goteras
caía desde el toldo mansamente sobre los platos, los vasos y la mesa,
y sobre tus zapatos y la acera. Vamos, dijiste, vamos.

Una ciudad dormida nos esperaba al otro lado:
la luna se deslizaba a ratos cortos, señora de la luz,
entre las sombras, entre las callejuelas, y la noche,
que a mí me parecía esplendorosa, bajo un cielo nublado de mimos
y de estrellas exhalaba despacio su perfume, poco a poco,
entre la herida del tiempo y de los muros
-o entre los muros heridos por el tiempo-
de la vieja ciudad; y en cada puerta, esquina, en cada reja
en las que nos parábamos, tu mano sujetaba firmemente la mía.

El esplendor llegó más tarde: con el viento en mi pelo
(mis ojos sólo esperaban, ay, amor, la primavera)
había un hombre allí, tocaba el saxo, ¿lo recuerdas?
debajo de un toldillo (La Colonial, rezaba) y yo, inocente de mí,
pensaba que el responsable de aquel insólito sonido era mi corazón
enamorado. Y es que sonaba -lo recuerdo muy bien- tan íntimo
acompañado por el chop chop chop chop de las gotas ahogándose en los charcos.

Lo miramos. Los dos como dos bobos parados delante de él; y sonreía.

-¿Bailas?

Y yo, casi hice un chiste, hasta que tu otra mano rodeó mi cintura
y entonces, ¡ay, entonces!, descubrí
(el viento en mis cabellos y tu barbilla tratando de peinarlos)
en mis mejillas, mis ojos y mis labios, cómo logra la noche
mezclándose con el sonido de un blues dulzón y melancólico,
con el olor a lilas despuntando -a medio marzo-,
y mientras sonaba un saxofón sólo para nosotros,
ser una anunciación, amor, entre tus brazos.



Blanca Sandino

Rolando del Pozo escribió:Un gran placer Blanca. Saludos cordiales.

Blanca Sandino escribió: ...................................A Ana Villalobos. Con mi gratitud por todo lo que se preocupa por mí. Con mi afecto.



Sonaba un saxo, o me eso pareció, y era, decías amigo mío, medio marzo.
Y aquel marzo de lilas y goteras
caía desde el toldo mansamente sobre los platos, los vasos y la mesa,
y sobre tus zapatos y la acera. Vamos, dijiste, vamos.

Una ciudad dormida nos esperaba al otro lado:
la luna se deslizaba a ratos cortos, señora de la luz,
entre las sombras, entre las callejuelas, y la noche,
que a mí me parecía esplendorosa, bajo un cielo nublado de mimos
y de estrellas exhalaba despacio su perfume, poco a poco,
entre la herida del tiempo y de los muros
-o entre los muros heridos por el tiempo-
de la vieja ciudad; y en cada puerta, esquina, en cada reja
en las que nos parábamos, tu mano sujetaba firmemente la mía.

El esplendor llegó más tarde: con el viento en mi pelo
(mis ojos sólo esperaban, ay, amor, la primavera)
había un hombre allí, tocaba el saxo, ¿lo recuerdas?
debajo de un toldillo (La Colonial, rezaba) y yo, inocente de mí,
pensaba que el responsable de aquel insólito sonido era mi corazón
enamorado. Y es que sonaba -lo recuerdo muy bien- tan íntimo
acompañado por el chop chop chop chop de las gotas ahogándose en los charcos.

Lo miramos. Los dos como dos bobos parados delante de él; y sonreía.

-¿Bailas?

Y yo, casi hice un chiste, hasta que tu otra mano rodeó mi cintura
y entonces, ¡ay, entonces!, descubrí
(el viento en mis cabellos y tu barbilla tratando de peinarlos)
en mis mejillas, mis ojos y mis labios, cómo logra la noche
mezclándose con el sonido de un blues dulzón y melancólico,
con el olor a lilas despuntando -a medio marzo-,
y mientras sonaba un saxofón sólo para nosotros,
ser una anunciación, amor, entre tus brazos.



Blanca Sandino

José Luis Preciados Galán escribió:Amiga Blanca:

Eres un torbellino.Tus versos "ruedan" cuesta abajo como el vértigo y de pronto ascienden

hasta lo que parece un cénit inalcanzable incitando al lector a ser partícipe activo de lo

que acaece.

Tal como lo describes me sentí Astaire y casi salto de la silla para dar unos saltitos.

Jajajajajajaj...

Gracias por compartir tus letras

Un abrazo.