Editorial Alaire

Al final de su vida,
mientras todo es igual
y nada
tiene sentido,
siente las alas lacerantes
de las horas en la piel
y desde el alba
todo el peso del día.

La larga
y dura caña que es
-fue creciendo como un esqueleto-
delata la medida de su pecado.
Cada mañana mira el cielo
y sueña
con mares imposibles.

Y pensar que el gran Jean-Paul Sartre se tiró el mamotreto El ser y la nada para decir lo mismo que tú en estos significativos versos, ¡qué canalla! Has hecho un resumen existencialista de una gran belleza, con esa figura de personificación que lo dice todo. El símbolo de la caña es perfecto compadre, vaya mi abrazo y felicitación Francesch. Siempre un placer leerte.

Buen día

Muy agudo y afilado poema, que se clava como un aguijón, por su verdad. Me gustó leerte, Francesch. Gracias por compartir.

Un abrazo.

Un pequeño poema con un inmenso fondo.

Me ha gustado mucho tu manera de afinar en cada verso.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

Leerte es todo un descubrimiento, de imágenes, metáforas y nostalgias escondidas en mis rincones.

Me emocionan mucho tus letras.

Saludos.