son como el álgebra,
traen más incógnitas que ecuaciones.
La piscina de los pusilánimes rebosa.
El último pensamiento es un preparativo para la muerte.
El último segundo no es el último suspiro.
Un ángel de alas estrechas y curvas.
El alma que guardaba silencio, ahora habla desde el fondo de la tierra.
La acidez de la desesperanza entra y sale…
Vómito…
Hay fe dentro, nunca fuera.
Las imágenes se desdibujan,
un ladrillo en la calzada,
cemento en los hocicos,
sociedad sólo en las huellas.
Huellas solo con agua.
¿Quién esculpió la lluvia?
Litoral cínico, con vistas cambiantes.
Rocas estruendosas y olas con sigilo.
Silencios húmedos atraen alboroto.
Silencio solo, se queda sin miedo.
Océano sincero, luna austera,
justicia astral…
Marea que rompe el alma,
eternal y afilada,
es otro mural de ejercicios,
calificaciones y avisos,
evaluaciones, compromisos, derechos.
Un ajetreo, un escándalo,
al que el amor no sobrevive…
No sin las estrellas más lejanas,
y el secreto más callado de la luz…
Algoritmos de…
Píxeles.
Se desvanece el tiempo, antes que el contraste.
Mundo mate…
Presente escatológico…
Vivir es no vivir.