Ya no tengo tus anhelos

[F. Enrique]

Ya no tengo tus anhelos,
ya no encuentro en tu mirada
la huella de las memorias
que se han perdido en el agua.

La luna de las caricias
de marzo por la mañana
resiste en mi soledad,
en las nubes, en las ramas,
en el vuelo y los estanques
de una encendida palabra.

Ya no te puedo evocar
porque se me rompe el alma
porque mi lira se muere
y no sé cómo alentarla
cuando escucho aquel quejido
en el sauce de las lágrimas,
cuando pienso en la finura
de tu boca en mi almohada.

Por los rellanos del aire
que ya no mueven tus alas
por los bares escondidos
que lloran de madrugada
y sufren ebrios de muerte
los resplandores del alba
en la senda de la risa
que aún presiente tu cara
mi corazón te recuerda,
no ha perdido la esperanza.

[Pilar Morte]

No puede ser este poema todavía sin comentarios. Es precioso y conmueve el amor en versos líricos y hermosos. Me gustó el poema.
Un abrazo grande

[F. Enrique]

Gracias, Pilar, siempre eres atenta.

Un abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Me ha gustado mucho el poema, Enrique, enmarcado en ese aire clásico. Todo él es muy bueno, para mi gusto sobresalen las dos últimas estrofas, siendo la de remate memorable. Tiene todo lo que debe tener un poema, ritmo, elegancia... Te felicito.

Un fuerte abrazo.

[Armilo Brotón]

Se te dan estupendamente los romances Paco, he aquí otro notable ejemplo. Sale de ti el verbo más amable frente al torturado de otros de tus notables poemas.
Siempre da gusto leer a los grandes en formatos y emociones distintas, eso habla de la versatilidad del poeta.

Un abrazo amigo

[Marisa Peral]

Ya no tengo tus anhelos,
ya no encuentro en tu mirada
la huella de las memorias
que se han perdido en el agua.

La luna de las caricias
de marzo por la mañana
resiste en mi soledad,

en las nubes, en las ramas,
en el vuelo y los estanques
de una encendida palabra.

Ya no te puedo evocar
porque se me rompe el alma
porque mi lira se muere
y no sé cómo alentarla
cuando escucho aquel quejido
en el sauce de las lágrimas,
cuando pienso en la finura
de tu boca en mi almohada.

Por los rellanos del aire
que ya no mueven tus alas
por los bares escondidos
que lloran de madrugada
y sufren ebrios de muerte
los resplandores del alba
en la senda de la risa
que aún presiente tu cara
mi corazón te recuerda,
no ha perdido la esperanza.

Estos poemas aromanzados te están quedando preciosos, Paco, y en la primera estrofa he marcado tres versos que me gustan mucho.
Me gusta este giro, felicidades sinceras.
Abrazo fuerte.

[Alejandro Costa]

Precioso, tierno, romántico a borbotones.

Tienes la delicadeza del amor, la elegancia de la calidad.

Un abrazo, compañero.

Salud, paz y felicidad.

[Julio Gonzalez Alonso]

Estos versos son un oasis lírico que se deja apreciar y valorar. Enhorabuena, Enrique. Abrazo, y salud.

[F. Enrique]

Me ha gustado mucho el poema, Enrique, enmarcado en ese aire clásico. Todo él es muy bueno, para mi gusto sobresalen las dos últimas estrofas, siendo la de remate memorable. Tiene todo lo que debe tener un poema, ritmo, elegancia... Te felicito.

Un fuerte abrazo.

Muchas gracias, Ramón. Recuerdo que lo escribí de corrido junto a los dos últimos poemas que he publicado. Ahora lo siento como si fuera mío, como si presintiera antes de sentir.

Un abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Fabuloso romance, F. Enrique:

Te ha quedado muy natural y lleno de emoción. Verdaderamente hermoso y bien escrito.

Mis felicitaciones
Un beso
Ana

[F. Enrique]

Se te dan estupendamente los romances Paco, he aquí otro notable ejemplo. Sale de ti el verbo más amable frente al torturado de otros de tus notables poemas.
Siempre da gusto leer a los grandes en formatos y emociones distintas, eso habla de la versatilidad del poeta.

Un abrazo amigo

No sé qué decirte, Armilo. Intento acercarme a los clásicos y no sé si lo consigo, puedo decirte que siento lo que digo, así de sencillo puede ser un poema que gira sobre una sola idea.

Gracias. Un abrazo.

[F. Enrique]

La luna de las caricias
de marzo por la mañana
resiste en mi soledad,

Estos poemas aromanzados te están quedando preciosos, Paco, y en la primera estrofa he marcado tres versos que me gustan mucho.
Me gusta este giro, felicidades sinceras.
Abrazo fuerte.

Gracias, Marisa. Estos poemas se escribieron la misma mañana y no tuve hacia ellos un miramiento especial. Me alegro mucho de que te gusten.

Un abrazo.

[Rafel Calle]

Te vuelves a lucir en este poema, amigo Enrique. Como curiosidad, ahora recuerdo que uno de tus mejores poemas es La huida de la rima y que, precisamente, hace bastantes años que te comenté que no deberías huir de ella, pues bien, ahí lo tienes, pienso que cuando la combinas con la métrica consigues, claro está, subir el aspecto rítmico, pero también suben los asuntos literarios, estilísticos semánticos...
En fin, vaya mi enhorabuena con un fuerte abrazo, compañero.

[E. R. Aristy]

Ya no tengo tus anhelos,
ya no encuentro en tu mirada
la huella de las memorias
que se han perdido en el agua.

La luna de las caricias
de marzo por la mañana
resiste en mi soledad,
en las nubes, en las ramas,
en el vuelo y los estanques
de una encendida palabra.

Ya no te puedo evocar
porque se me rompe el alma
porque mi lira se muere
y no sé cómo alentarla
cuando escucho aquel quejido
en el sauce de las lágrimas,
cuando pienso en la finura
de tu boca en mi almohada.

Por los rellanos del aire
que ya no mueven tus alas
por los bares escondidos
que lloran de madrugada
y sufren ebrios de muerte
los resplandores del alba
en la senda de la risa
que aún presiente tu cara
mi corazón te recuerda,
no ha perdido la esperanza.

Tu poema es belleza pura y refrigerio para el alma. Francisco!

[Javier Dicenzo]

Interesante bùsqueda interior, me gustò tu obra .
Javier