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Salud, paisano. Siempre tengo in mente a mis profesores, los de entonces y los de ahora. Quien tiene algo que enseñar y sabe hacerlo con respeto merece toda mi admiración. Un abrazo. ¡Nos vemos en La Pola!Víctor F. Mallada escribió: ↑Sab, 09 Mar 2024 9:49 !Cuántas deudas tenemos con la vida y con esos maestros, a veces tan olvidados!
Gracias, Julio, por traerlos a la memoria en estos hermosos versos.
Víctor
Siempre gracias, Ramón. Mi abrazo.
Marisa Peral escribió: ↑Mar, 12 Mar 2024 12:10Muchas gracias, Marisa. Y sí, intentaremos seguir adelante con la mejor voluntad. Un abrazo, y salud.Julio Gonzalez Alonso escribió: ↑Mar, 05 Mar 2024 23:57 ET DIMITTE NOBIS DEBITA NOSTRA
¡cuántas faltas caben, qué torcidas
letras
componen
la caligrafía
de las palabras!
El maestro –paciente- orienta
nuestra mano
y nuestro corazón; se elevan
las miradas
a su sabio rostro compasivo
y atento su cuidado
nos sonríe en sus ojos.
Cuánto que aprender de esta serie maravillosa que nos estás regalando, apreciado amigo Julio.
Te felicito efusivamente y, como dices, sigamos adelante con estos renglones de buena poesía.
Un placer leerte.
Abrazos y Salud.
Agradecido, Raúl. Me alegra tu comentario y me anima. Un abrazo. Salud.Raul Muñoz escribió: ↑Jue, 14 Mar 2024 2:56 Muy hermoso poema, Julio. Escrito con mucha delicadeza y maestría. Un regalo de la poesía. Gracias por compartir.
Un abrazo.
Gran belleza en este divino poemario, Julio! Abrazos!Julio Gonzalez Alonso escribió: ↑Mar, 05 Mar 2024 23:57 ET DIMITTE NOBIS DEBITA NOSTRA
En la línea de la vida,
apenas
un renglón,
¡cuántas faltas caben, qué torcidas
letras
componen
la caligrafía
de las palabras!
El maestro –paciente- orienta
nuestra mano
y nuestro corazón; se elevan
las miradas
a su sabio rostro compasivo
y atento su cuidado
nos sonríe en sus ojos.
Cuando vuelan libres nuestros días
por las palabras del renglón de nuestras vidas,
con su paciencia inagotable,
la memoria del maestro viene hasta nosotros
y cada error cometido en la escritura.
Y seguimos adelante
con el sabor del perdón, bálsamo
de alegría, y la frágil voluntad del alma
que nos conduce por la recta escritura
hasta el punto final, a veces
sobre el fino borde de la página,
a veces en la mitad,
a veces apenas
un breve vocablo o una sílaba
o una letra
sólo.
González Alonso
Te agradezco la valoración, Roxane. Abrazos y salud.E. R. Aristy escribió: ↑Sab, 30 Mar 2024 20:21Gran belleza en este divino poemario, Julio! Abrazos!Julio Gonzalez Alonso escribió: ↑Mar, 05 Mar 2024 23:57 ET DIMITTE NOBIS DEBITA NOSTRA
En la línea de la vida,
apenas
un renglón,
¡cuántas faltas caben, qué torcidas
letras
componen
la caligrafía
de las palabras!
El maestro –paciente- orienta
nuestra mano
y nuestro corazón; se elevan
las miradas
a su sabio rostro compasivo
y atento su cuidado
nos sonríe en sus ojos.
Cuando vuelan libres nuestros días
por las palabras del renglón de nuestras vidas,
con su paciencia inagotable,
la memoria del maestro viene hasta nosotros
y cada error cometido en la escritura.
Y seguimos adelante
con el sabor del perdón, bálsamo
de alegría, y la frágil voluntad del alma
que nos conduce por la recta escritura
hasta el punto final, a veces
sobre el fino borde de la página,
a veces en la mitad,
a veces apenas
un breve vocablo o una sílaba
o una letra
sólo.
González Alonso