Mi amigo Paco

Cuentos, historias, relatos, novelas, reportajes y artículos de opinión que no tengan que ver con la poesía, todo dentro de una amplia libertad de expresión y, sobre todo, siempre observando un escrupuloso respeto hacia los intervinientes.

Moderador: Hallie Hernández Alfaro

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Jerónimo Muñoz
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Mi amigo Paco

Mensaje sin leer por Jerónimo Muñoz »

MI AMIGO PACO

Tengo un amigo que viene a visitarme algunas veces. Cuando lo veo entrar por la puerta, tiemblo, pero, al marcharse, siempre le digo: “Que vuelvas pronto, ¿eh?” Sí. lo temo y lo aprecio a partes iguales. Se llama como yo, Gerardo, pero, para distinguirlo de otros amigos que también llevan ese nombre, lo llamo Paco. Es turbadoramente inquieto, inquietantemente ingenioso e ingeniosamente preguntón.
Ayer vino a verme a su hora acostumbrada: algo después de medianoche.
―¡Hola, Paco! Pasa, siéntate. ¿Qué traes hoy?
Pasó, se sentó, fumó, calló un poco y, en seguida:
―Veamos. ¿Tú crees que esto se mueve?
―¿El qué?
―Esto, hombre. El mundo.
―¡Ah! Pues… Hum… Bueno… sí. Si te refieres al avance de la humanidad, es innegable que las distintas civilizaciones, con todos sus altibajos, han ido colaborando de forma notoriamente favorable, positiva (cuando me faltan las ideas, multiplico las palabras), a que exista una diferencia entre un Cro-Magnon y yo, pongo por caso. Es decir, que, indudablemente…
― Es decir, que, indudablemente, esto se ha movido. Esa no es la respuesta a mi pregunta, pero (y sonrió ladinamente) sigamos por ahí. ¿Cómo crees tú…?
―¡Oye! ¿Cómo que esa no es la respuesta? Tú preguntaste…
―Vale, vale. Si es igual. No perdamos el tiempo. A ver: ¿Cómo crees tú que esto se ha movido?
Me domina esta Paco, me domina. Ese es uno de los motivos de que me cause temor.
―Pues… Hum… Bueno… sí. Se ha movido… aprendiendo cosas, sabiendo cada vez más, estudiando, investigando, descubriendo secretos, desvelando misterios… Decir que la humanidad se ha movido es decir que…
―Es decir, que la humanidad se ha movido desarrollando cultura. ¿No es eso?
Tiene las ideas claras, es conciso, no admite retórica… Me revienta, pero lo admiro.
―Sí, sí. Eso es: desarrollando cultura.
―De acuerdo. Ya hemos visto el cómo. Preguntémonos ahora el porqué.
―¿Qué?
―Que ¿por qué?
―Pero, ¿por qué, qué?
―Que por qué se ha movido, por qué ha desarrollado cultura el hombre.
―¡Ah! Pues… Hum… Bueno… sí. Es incuestionable que el hombre posee un incontenible afán por saber, por conocer. Una tendencia natural hacia el conocimiento. Un a modo de instinto que le mueve a investigar. Quiero decir que la humanidad, o sea: el Hombre…
―O sea: el Hombre ha desarrollado cultura movido por su curiosidad natural. ¿Sí?
Palabra que, a veces, le hincharía un ojo. Si no fuera por lo que me duele…
Mi amigo Paco es como el albañil que viene a repararnos la solería del pasillo: esperamos impacientes su llegada y, en cuanto llega, clamamos por que se vaya. Y es por la polvareda que levantan uno y otro. Sin embargo, yo no me achico:
―Sí. Esa sería una forma simplista de expresar toda una compleja motivación que, sin duda, trasciende a los esbozos o esquemas que, en aras de la concisión, podríamos formular ahora.
―Podríamos formular ahora la cuarta pregunta: ¿Para qué?
―¿Cómo?
―”¿Cómo?”, no: ¿Para qué? ¿Pa-ra-qué?
―¿Para qué ha aprendido? ¿Para qué ha desarrollado cultura?
―Me sorprende tu rapidez de percepción.
También es mordaz. ¿No lo he dicho antes? Pues lo digo ahora: es muy mordaz.
―Pues… Hum… Bueno… sí. Es evidente que, de cada conocimiento el Hombre ha extraído un fruto. Cada secreto descubierto, cada misterio descifrado, cada velo descorrido, ha dado lugar, de una u otra forma, a un aumento de la seguridad, del bienestar, de todos esos bienes…
―Viene todo eso a querer decir que el Hombre ha indagado para afianzarse más y mejor en la vida. ¿Me equivoco?
¿Y si le hubiera dicho que sí, que se equivocaba? Pero ya no me atrevo nunca a contradecirle: sus reacciones, en otras discrepancias, fueron apabullantes. Además, honradamente, tampoco puedo hacerlo.
―No, no. Eso mismo es lo que yo iba a decir.
―Estupendo. Tenemos, por tanto, fijados los siguientes puntos: la humanidad se ha movido (ha avanzado, según tú); el movimiento ha consistido en el desarrollo de cultura; ha sido llevado a cabo gracias a la innata curiosidad del hombre; y con el objeto de afianzarse más y mejor en la existencia. Bien. Pero yo empecé preguntando si tú crees que esto se mueve (presente) y tú me respondiste que se ha movido (pretérito). Yo lo he dejado ir por ahí, ya que, de esa forma, hemos obtenido los elementos necesarios para poder contrastar. Traslademos ahora las preguntas al presente e intentemos contestarlas. Pero ya lo haré yo. Tú cállate porque, si no, no acabamos.
Eso ya lo sabía. Ocurre siempre. Al principio me deja meter un poco de baza, pero luego coge él la palabra y ¡hala! Y yo, de oyente.
―Hemos de admitir que la humanidad sigue acrecentando sus conocimientos en todos los campos: ciencias, técnicas, humanidades y artes. Este movimiento es capitaneado, hoy igual que ayer, por una minoría, tras la cual camina la masa. Esa minoría ha ido creciendo en volumen de forma paralela al crecimiento demográfico. Pero, recientemente, ha dejado de crecer a la vez que la masa sigue aumentando. Se está formando, en el seno de esta masa, un ente social que va por otro camino. Este sector sigue teniendo el mismo “porqué”, el mismo motivo para moverse, pero tiene distinto “para qué”, distinto objetivo. Y, por lo tanto, el cómo de su movimiento también ha variado. ¿Me explico?
―No te explicas ―me atreví a decir.
―Sí me explico, pero amplío. ¿Qué ocurrirá cuando, movidos por este afán de conocimiento, todos seamos licenciados o doctores? Esta situación, obviamente, no se producirá. Se les está diciendo a las personas algo así como esto: “Aquí, en esta lata de conocimientos, tienes todo lo que necesitas saber para obtener un alto grado de seguridad y bienestar. Si quieres saber más, allá tú. No te va a servir de nada” Y los integrantes del sector civilizado de occidente, que es al que me refiero, toman el contenido de esa lata y se olvidan de que hay otras cosas que se pueden conocer. El resto de la cultura ya no sirve para nada. Pero, como su curiosidad, su “porqué”, sigue vivo, ha trocado el aprendizaje (el “cómo”) por algo mucho más primitivo y, a la vez, sofisticado: la vivencia. “Drógate y verás qué vivencia”, “emborráchate”, “apúntate a las orgías, al desenfreno”, “¡libertinaje!”, y, sobre todo: “vive la vida intensamente”. Así, mientras a Severo Ochoa se le miró como a una rara especie del zoológico, los grupos violentos atraen a miles de jóvenes a los que proporcionan un telón de fondo para sus experiencias “vivenciales”. Al tener garantizada, en alta medida, su seguridad, busca ahora algo distinto: el placer. No solo el placer de los sentidos, llevado ya a sus más altas cotas, sino, también, el placer de la alucinación, el placer de la violencia, del riesgo… el placer de la vivencia. Pero no es esto todo. Observa que, mientras que la cultura, el conocimiento adquirido, es transmisible (y, de hecho, se ha ido transmitiendo), la vivencia no lo es. El que quiera obtener una determinada sensación tiene que vivirla, no basta con que se la cuenten. Por lo tanto, el movimiento de este cuerpo social, en lugar de rectilíneo (un avance, decías tú), es vibratorio (un continuo agitarse sin salir del mismo sitio). ¿Comprendes ahora?
―Sí, sí, sí. Comprendo perfectamente.
―Bien. Pues, si trasladamos ahora las preguntas al futuro…
―¡No! ¡No, Paco, no! Por lo que más quieras: basta. Mira que ya ha dado la una de la mañana y tengo que madrugar. En otra ocasión… Ahora vete, anda, vete ya.
Pero yo sabía que no se iba tan fácilmente. Para echarlo, sólo hay un método, y lo tuve que poner en práctica: me tomé un somnífero y me acosté. Todavía siguió un rato, en la cabecera de mi cama, martilleándome los oídos hasta que, poco a poco, sus frases se fueron deshilvanando y sus palabras se fueron diluyendo en el sopor. Cuando ya casi me dormía, le dije:
―A ver si puedes volver el viernes, que, como el sábado no tengo que madrugar…
Pero sé que el muy bribón viene cuando le da la gana.
Siempre creemos aquello que anhelamos
Demóstenes
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Ana García
Mensajes: 3058
Registrado: Lun, 08 Abr 2019 22:58

Re: Mi amigo Paco

Mensaje sin leer por Ana García »

Y aquí me tienes riéndome a todo lo que da mi mandíbula.
Gerardo me ha recordado, ¡qué gracioso es el joio! A un prota de un viejo cuento mío (salvando las distancias, claro). Y yo recordaba que maté a su partenaire por persistente.
Pero aquí no podemos matar a Paco por muy puñetero que sea, su ingenio despierta y perturba a Gerardo a partes iguales.
Es una prosa muy ágil, divertida, extremadamente pulcra (y eso me gusta) y, por supuesto, muy bien escrita.
Gracias por estos ratos que me/nos regalas.
Besos y abrazos.
Hallie Hernández Alfaro
Mensajes: 19436
Registrado: Mié, 16 Ene 2008 23:20

Re: Mi amigo Paco

Mensaje sin leer por Hallie Hernández Alfaro »

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Una de las maravillas de nuestro Jerónimo.

Felicitaciones sinceras, querido amigo.
Gracias por estar.
"En el haz áureo de tu faro están mis pasos
porque yo que nunca pisé otro camino que el de tu luz
no tengo más sendero que el que traza tu ojo dorado
sobre el confín oscuro de este mar sin orillas."

El faro, Ramón Carballal
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