Editorial Alaire

A veces somos otro,
el que deja señales que no reconocemos
y rompe los espejos rutinarios.

A veces las palabras salen adormiladas
sin entender su desaliento.

A veces somos aquel
que no reconoce significados
y se debate
en un diálogo interno
sin ruta
que induce la soledad de la mente
e intenta dar sentido al hálito
de cada inspiración.

A veces asoman sonrisas
de felicidad pasajera, como un sonido sin eco.

A veces,
somos el vacío
donde anida la ausencia de voz.

A veces, somos siameses zombis
que viven la dualidad que escribe versos de amor
y le habla indiferente a la vida.

A veces, el corazón se cierra
a la tristeza, y abre su calor al viento
para compartir las hogueras del mundo.
Allí, como un rincón de luz,
es, a veces,
el lirismo que sale de la sangre,
los ojos que advierten miradas del amor,

el sonido que abre la palabra
para llenarla de alma;

entonces…dibujo rostros
en los espejos que me miran.

Qué buen poema, Pilar.
Reconocer esa dualidad oculta que nos revela otra perspectiva de nuestra propia imagen,
ese fragmento que nos habita y que, de vez en cando, toma el comando... todo cuanto sabemos
propio porque no podemos negar, pero que igual nos sorprende. No dudo que esos contactos
endógenos tienen mucho que ver con el acto creativo. De todo esto nos habla con armoniosa
coherencia el canto que hoy nos entregas. Un gran deleite deslizarme por estos versos.
Un grande y afectuoso abrazo de año nuevo.

Me alegran mucho tus palabras tan gratificantes , querido amigo. Es un lujo tu presencia en mis versos. Muchas gracias.
Abrazos
Pilar

A veces, tenemos la suerte de encontrarnos con auténticas joyas como este poema tuyo que alimenta el alma y provocaos deseos del lector de seguir tu estela literaria. Enhorabuena.

Antonio Arjona escribió:A veces, tenemos la suerte de encontrarnos con auténticas joyas como este poema tuyo que alimenta el alma y provocaos deseos del lector de seguir tu estela literaria. Enhorabuena.

Me abruma la generosidad de tus palabras, amigo, y agradezco, de corazón, tus palabras tan gratificantes.
Abrazos
Pilar

Hermoso, Pilar. Siempre he creído que no somos una sola personalidad sino múltiples. Ese otro está ahí, a veces como un juez y otras como un amigo. Felicidades por el poema y un abrazo.

Buenos versos, Pilar...somos tantas cosas, somos una legión aquí por dentro...yo me reconozco en estos versos.
El final es sumamente bello, de una sensibilidad absoluta, me gustó mucho pasar por tu ventana.

Abrazos

Carmen

Pilar,

como siempre un placer pasarse por tus sabias propuestas, amiga. A veces pasan cosas, es cierto, y otras es como si nunca pasase nada. Has sabido trasmitir un tono entre resignado y melancólico, llega mucho.

Feliz año y un abrazo.

A veces creemos solo en el humano de barro (carne), y no apreciamos que formamos una dualidad
de alma y cuerpo que unifica a la personas. Un poema que me ha gustado mucho Pilar.
Te felicito.

Abrazos

Pilar Morte escribió:

A veces, el corazón se cierra
a la tristeza, y abre su calor al viento
para compartir las hogueras del mundo.
Allí, como un rincón de luz,
es, a veces,
el lirismo que sale de la sangre,
los ojos que advierten miradas del amor,

el sonido que abre la palabra
para llenarla de alma;

entonces…dibujo rostros
en los espejos que me miran.

A mi siempre me gusta leerte, querida Pilar, y dejar que me envuelva la calma que transmites, aunque seas otra, aunque seamos varias... todos lo somos, no hay una única personalidad en cada uno de los mortales.
Felicidades por este poemazo y un beso.

Muy bien desarrollado el poema describiendo esos múltiples yoes que nos acompañan en nuestro acontecer. Posiblemente seamos todos y ninguno, o el que somos, en realidad, aún está por emerger entre tantas caras de ese poliedro en que no convertimos.

Me pareció un muy buen poema. Gracias y un cordial saludo.

A veces... es como dices, Pilar. Y todos, a veces, somos así, aunque no sepamos decirlo tan bien como tú. Un abrazo de Año Nuevo.
Salud.

Es verdad, amiga Pilar, a veces nos miramos en ese espejo que va del negro a blanco más brillante, y no sólo por temporadas, a veces en un solo día.

Todo un placer de lectura.

Bicos, saúde e poesía.

Pilar Morte escribió:A veces somos otro,
el que deja señales que no reconocemos
y rompe los espejos rutinarios.

A veces las palabras salen adormiladas
sin entender su desaliento.

A veces somos aquel
que no reconoce significados
y se debate
en un diálogo interno
sin ruta
que induce la soledad de la mente
e intenta dar sentido al hálito
de cada inspiración.

A veces asoman sonrisas
de felicidad pasajera, como un sonido sin eco.

A veces,
somos el vacío
donde anida la ausencia de voz.

A veces, somos siameses zombis
que viven la dualidad que escribe versos de amor
y le habla indiferente a la vida.

A veces, el corazón se cierra
a la tristeza, y abre su calor al viento
para compartir las hogueras del mundo.
Allí, como un rincón de luz,
es, a veces,
el lirismo que sale de la sangre,
los ojos que advierten miradas del amor,

el sonido que abre la palabra
para llenarla de alma;

entonces…dibujo rostros
en los espejos que me miran.

Reflejos de nostalgia, de soledad, de "saudade" en los charcos que deja la lluvia.
Muy hermoso poema, Pilar, muy hermoso.
Un abrazo

Pilar Morte escribió:A veces somos otro,
el que deja señales que no reconocemos
y rompe los espejos rutinarios.

A veces las palabras salen adormiladas
sin entender su desaliento.

A veces somos aquel
que no reconoce significados
y se debate
en un diálogo interno
sin ruta
que induce la soledad de la mente
e intenta dar sentido al hálito
de cada inspiración.

A veces asoman sonrisas
de felicidad pasajera, como un sonido sin eco.

A veces,
somos el vacío
donde anida la ausencia de voz.

A veces, somos siameses zombis
que viven la dualidad que escribe versos de amor
y le habla indiferente a la vida.

A veces, el corazón se cierra
a la tristeza, y abre su calor al viento
para compartir las hogueras del mundo.
Allí, como un rincón de luz,
es, a veces,
el lirismo que sale de la sangre,
los ojos que advierten miradas del amor,

el sonido que abre la palabra
para llenarla de alma;

entonces…dibujo rostros
en los espejos que me miran.

Reflejos de nostalgia, de soledad, de "saudade" en los charcos que deja la lluvia.
Muy hermoso poema, Pilar, muy hermoso.
Un abrazo.