Editorial Alaire

Me amas desde que derrumbé mi otoño
sobre la soledad de tus calles,
cuando pude marchitar
y nacer de tu boca como las primaveras.
En cambio el odio amada,
lo traías arrastrando como la capa de una reina,
coronado, de oro negro y traición.
No pude deshojar esos pétalos querida,
también traigo los míos,
mis espinas, el dolor colgando de las púas,
de las pestañas oxidadas.
Un beso es como una muerte,
muerte dulce que termina,
ese vacío que llena nuevamente nuestros silencios,
los ojos sin vida cuando nos alejamos,
para volver a nacer en un segundo,
en un tiempo desconocido en algún lugar de la ciudad,
con tus pétalos teñidos de noche,
junto a mis golondrinas de hierro,
caminando sobre las hojas secas del otoño
en alguna calle de tu alma.

Me han gustado tus versos, la consciencia de la realidad que muestras con belleza. Un placer leerte.
Abrazos
Pilar

Hermoso e interesante trabajo, amigo Antonio.
Abrazos.

A Satír

Interesante poema, querido amigo
donde el amor y el desamor
juegan un
papel importante..

Me encantó tu propuesta...

Un abrazo fuerte

Pilar Morte escribió:Me han gustado tus versos, la consciencia de la realidad que muestras con belleza. Un placer leerte.
Abrazos
Pilar

Hola Pilar!, muchas gracias! te dejo un grana abrazo!!


Satír.

A. Satír escribió:Me amas desde que derrumbé mi otoño
sobre la soledad de tus calles,
cuando pude marchitar
y nacer de tu boca como las primaveras.
En cambio el odio amada,
lo traías arrastrando como la capa de una reina,
coronado, de oro negro y traición.
No pude deshojar esos pétalos querida,
también traigo los míos,
mis espinas, el dolor colgando de las púas,
de las pestañas oxidadas.
Un beso es como una muerte,
muerte dulce que termina,
ese vacío que llena nuevamente nuestros silencios,
los ojos sin vida cuando nos alejamos,
para volver a nacer en un segundo,
en un tiempo desconocido en algún lugar de la ciudad,
con tus pétalos teñidos de noche,
junto a mis golondrinas de hierro,
caminando sobre las hojas secas del otoño
en alguna calle de tu alma.

Oh! Que tristes y bellos estos amantes. Se abrazan pero se siguen sintiendo solos. Logras transmitir la soledad mayor. Los dolores que nos separan y nos unen. Me atrevo a decir que tu significativo y doliente poema, cruza todos los amores, no solo el romantico. Logras bien tratar, a pulso de imágenes inspiradas, el mayor mal del que sufrimos; el estar y sentirnos desconectados los unos de los otros. Me ha hecho llorar. Un abrazo grande, A. Satir. ERA

Un buen poema, A. Satir, donde dos amantes, llevan sus inviernos por dentro, estancados.
Mi enhorabuena por tu obra, me ha gustado.
Un saludo con mi respeto.

Todo un placer de lectura, amigo Satir.

A destacar este magnífico cierre:

“en un tiempo desconocido en algún lugar de la ciudad,
con tus pétalos teñidos de noche,
junto a mis golondrinas de hierro,
caminando sobre las hojas secas del otoño
en alguna calle de tu alma”

Abrazos y salud.

Buen ejercicio amoroso, sensible y hermoso.
Admiro tu estilo.
Abrazos y felicidad, compañero.