Editorial Alaire

Queridos amigos:
Proponemos escribir un poema, entre todos los que quieran participar, con la condición de que tiene que estar bien encadenado.

Estrofas de 4 versos, el tipo de combinación lo elige cada participante (verso libre o medido y/o rimado).

Tema: La relación entre grupos de personas, en este caso sería la relación entre amigos, compañeros, colegas en la poesía, pero extrapolable a otros grupos y disciplinas.

Cada intervención tiene que seguir el hilo de la intervención anterior. Siempre teniendo en cuenta el asunto que nos ocupa.

Alguien escribe una primera estrofa. El siguiente o sea el segundo sigue el hilo de la primera estrofa. El tercero siguen el hilo de la segunda estrofa y, así, sucesivamente.

Se puede repetir, pero se tiene que esperar que hayan intervenido tres compañeros.

Abrazos.

A la hora de estar
y subsistir, los años y los signos
han de ser compartidos.
Espérame en cualquier bar.

Copa de vino tinto, una trompeta
desgrana en jazz su música;
con años de sonrisas y de sueños
te espero al otro lado de la mesa.

Pertenencia y lapsus.
¿Os acordáis de los amos
de la eterna juventud?
Era yo con ellos, freudiana e inmortal.

Las arrugas tan solo marcan la decadencia de la vida,
pero no la decadencia de la amistad;
el jazz no ha cambiado, ni acaso la trompeta,
pero probablemente el vino era mejor.

En frente de ti un amigo
para escuchar a viva voz
tu sonrisa, remedio que brilla,
brindemos con el sabor melódico de las copas

Amigo, al espíritu del vino que resiste entonando una emoción de pena cana,
digámosle que reír es necesario. Mientras cubres de risa la añoranza
del cristal, vives una lucha desde la rebeldía,
en un rincón del bar o en su metáfora.

A la hora de estar
y subsistir, los años y los signos
han de ser compartidos.
Espérame en cualquier bar.

Copa de vino tinto, una trompeta
desgrana en jazz su música;
con años de sonrisas y de sueños
te espero al otro lado de la mesa.

Pertenencia y lapsus.
¿Os acordáis de los amos
de la eterna juventud?
Era yo con ellos, freudiana e inmortal.

Las arrugas tan solo marcan la decadencia de la vida,
pero no la decadencia de la amistad;
el jazz no ha cambiado, ni acaso la trompeta,
pero probablemente el vino era mejor.

En frente de ti un amigo
para escuchar a viva voz
tu sonrisa, remedio que brilla,
brindemos con el sabor melódico de las copas.

Amigo, al espíritu del vino que resiste entonando una emoción de pena cana,
digámosle que reír es necesario. Mientras cubres de risa la añoranza
del cristal, vives una lucha desde la rebeldía,
en un rincón del bar o en su metáfora.

Elevamos la copa de los sueños
dejando un verso en el trago,
alma de poeta, nido de palabras, confidencias.
Más tarde se harán distancia y no olvido,

Nosotros siempre tuvimos muy claro
que un pájaro podría engendrar el cielo.
Siempre deseamos hombres de muertes diminutas
y de orden más libre; un orden inestable inmediato al desorden creativo.

¿A dónde corren nuestros sueños? ¿la amistad
qué amor esconde? ¿Qué pasado es pájaro
en la jaula del cielo? ¿Y después de la creación
qué verso viste con su adiós el desconsuelo ?

Con esa fe que asoma en tus preguntas, de quijote y reflexión poblando las edades,
sometes a un ritual a Sancho, a las amistades y a las jaulas que cautivan aves
y referentes. Pareces reclamar un buen molino que convulsione al pájaro en sus aspas
y te nombre del viento caballero sanador.

Ojalá nos hundiéramos hasta más allá de varias madrugadas
en un solo cerebro donde se viaje por las declamaciones electrizantes
y finalmente saliéramos por las puertas de incendio del histórico bar
incendiados de amor por la vida gracias a la amistad consolidada.

A la hora de estar
y subsistir, los años y los signos
han de ser compartidos.
Espérame en cualquier bar.

Copa de vino tinto, una trompeta
desgrana en jazz su música;
con años de sonrisas y de sueños
te espero al otro lado de la mesa.

Pertenencia y lapsus.
¿Os acordáis de los amos
de la eterna juventud?
Era yo con ellos, freudiana e inmortal.

Las arrugas tan solo marcan la decadencia de la vida,
pero no la decadencia de la amistad;
el jazz no ha cambiado, ni acaso la trompeta,
pero probablemente el vino era mejor.

En frente de ti un amigo
para escuchar a viva voz
tu sonrisa, remedio que brilla,
brindemos con el sabor melódico de las copas.

Amigo, al espíritu del vino que resiste entonando una emoción de pena cana,
digámosle que reír es necesario. Mientras cubres de risa la añoranza
del cristal, vives una lucha desde la rebeldía,
en un rincón del bar o en su metáfora.

Elevamos la copa de los sueños
dejando un verso en el trago,
alma de poeta, nido de palabras, confidencias.
Más tarde se harán distancia y no olvido.

Nosotros siempre tuvimos muy claro
que un pájaro podría engendrar el cielo.
Siempre deseamos hombres de muertes diminutas
y de orden más libre; un orden inestable inmediato al desorden creativo.

¿A dónde corren nuestros sueños? ¿la amistad
qué amor esconde? ¿Qué pasado es pájaro
en la jaula del cielo? ¿Y después de la creación
qué verso viste con su adiós el desconsuelo?

Con esa fe que asoma en tus preguntas, de quijote y reflexión poblando las edades,
sometes a un ritual a Sancho, a las amistades y a las jaulas que cautivan aves
y referentes. Pareces reclamar un buen molino que convulsione al pájaro en sus aspas
y te nombre del viento caballero sanador.

Ojalá nos hundiéramos hasta más allá de varias madrugadas
en un solo cerebro donde se viaje por las declamaciones electrizantes
y finalmente saliéramos por las puertas de incendio del histórico bar
incendiados de amor por la vida gracias a la amistad consolidada.

Brindo porque estas aqui!
por este encuentro breve y fortuito
me siento borracho de tus apasionados versos,
levantemos la pequeña copa de la vida
hagamos el poema infinito!