Hace como diez años después que no he podido salir de mis recuerdos de ahora, que las raíces de mi árbol han amarrado mi madera y no han dejado hacer ni siquiera fuego y humo pasajero de los caminos del mundo. Prefiero ahora ser pez , vivir en las profundidades, plenitud vitrina de cristal, perdido con las perlas vivas de la eternidad, para arrancar ese corazón solitario amarrado con sus rejas invisibles de antaño. ¿Cómo salir del destino sin morir aún viviendo?
Hace como diez años antes que no he podido salir de mis sueños del mañana, que los hilos de mi cielo han amarrado mis pensamientos y no han dejado hacer ni siquiera carne y hueso en un rincón, fuego, plenitud dorada, frescura fuerte pincelada de la vida. Prefiero ahora ser simplemente arena, paz de los mares, caricia de la luna, huésped de la fortuna, amarrado a la puerta de los lamentos. ¿Cómo salir del destino sin vivir aún muriendo?