Editorial Alaire

Cuando oscurece la brisa
y la llovizna invade el suelo,
esperas con grandes ansias
que despeje este cielo
para lucir con decoro
y con alardes de trovero,
este noble y elegante
rey de las sombras…,
…¡el sombrero!

A veces,
hay que admitirlo,
cuando el calor abrasa en serio,
se siente más que se quiere
y se cuece…,
… lo que se está cociendo dentro.

Pero señores,
ya lo dijo un abuelo,
que de sabio tenía mucho
y de poeta,
gran altanero,
ya lo dijo con sapiencia,
que la sombra
que no hace sombra a las cejas
no tiene sombra y sí miedo,
porque señores y señoras,
¡no lo duden!,
señorial caballero es el sombrero.

Los hay azules y negros,
de lana y hasta de bombín en caja,
de visera de western,
de un pequeño charlot,
y hasta de muñeco de paja.

Así que no le des la espalda,
que hoy por joven le darás de lado,
pero mañana lo echarás en falta
cuando te quede despoblada
esa añeja melena que dará paso a la calva.

¡Ay!, sombrero, mi sombrero
que aún con insignia de pobre…
…me conviertes en caballero.

¡Ay!, sombrero…
… ¡ay!

Hermoso e ingenioso, Alejandro. Y me arrancaste una buena sonrisa, que mucha falta me hacía con

cuando el calor abrasa en serio,
se siente más que se quiere
y se cuece…,
… lo que se está cociendo dentro.

Lo releo antes de enviarlo y me vuelvo a reir. Gracias, amigo, realmente me hacía falta esta caricia.

Un abrazo.

Alejandro

Me da gusto leer tu poesía
encantado de conocerla


Volveré Un abrazo fuerte, amigo

Ja, ja, qué divertido ha sido leerte. Has descrito el sombrero con ingenio.
Abrazos
Pilar

¿Cómo iba a dejar pasar este estupendo poema tratándose de sombreros? Igual sirve para pamelas verdad Alejandro?
Abrazos en mar compartido.

Bello y ameno trabajo, amigo Alejandro.
Abrazos.

Alejandro Costa escribió:Cuando oscurece la brisa
y la llovizna invade el suelo,
esperas con grandes ansias
que despeje este cielo
para lucir con decoro
y con alardes de trovero,
este noble y elegante
rey de las sombras…,
…¡el sombrero!

A veces,
hay que admitirlo,
cuando el calor abrasa en serio,
se siente más que se quiere
y se cuece…,
… lo que se está cociendo dentro.

Pero señores,
ya lo dijo un abuelo,
que de sabio tenía mucho
y de poeta,
gran altanero,
ya lo dijo con sapiencia,
que la sombra
que no hace sombra a las cejas
no tiene sombra y sí miedo,
porque señores y señoras,
¡no lo duden!,
señorial caballero es el sombrero.

Los hay azules y negros,
de lana y hasta de bombín en caja,
de visera de western,
de un pequeño charlot,
y hasta de muñeco de paja.

Así que no le des la espalda,
que hoy por joven le darás de lado,
pero mañana lo echarás en falta
cuando te quede despoblada
esa añeja melena que dará paso a la calva.

¡Ay!, sombrero, mi sombrero
que aún con insignia de pobre…
…me conviertes en caballero.

¡Ay!, sombrero…
… ¡ay!

Qué buen rato leyendo tu poema Jandro. Me sacaste mil sonrisas...
Grande mi querido poeta.
Muchos besitos.

Gustavo Casado escribió:Hermoso e ingenioso, Alejandro. Y me arrancaste una buena sonrisa, que mucha falta me hacía con

cuando el calor abrasa en serio,
se siente más que se quiere
y se cuece…,
… lo que se está cociendo dentro.

Lo releo antes de enviarlo y me vuelvo a reir. Gracias, amigo, realmente me hacía falta esta caricia.

Un abrazo.

Es una locura que escribí hace mucho tiempo.

Gracias por tu visita y comentario.

Un abrazo.

Ricardo Serna G escribió:Alejandro

Me da gusto leer tu poesía
encantado de conocerla


Volveré Un abrazo fuerte, amigo

Mil gracias, Ricardo.

Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Ja, ja, qué divertido ha sido leerte. Has descrito el sombrero con ingenio.
Abrazos
Pilar

Lo saqué del baúl de los recuerdos y tal como está el mundo ahora mismo, creí que un toque de
humor vendría bien.

Gracias, Pilar.

Un beso.

Concha Vidal escribió:¿Cómo iba a dejar pasar este estupendo poema tratándose de sombreros? Igual sirve para pamelas verdad Alejandro?
Abrazos en mar compartido.

Sirve para lo que tú quieras.

Este escrito tiene parte de tu locura, es más parece más escrito por tu pluma, guardando las distancias,
que de la mía.

Para que veas que tengo mi punto de locura.

Un beso.

Rafel Calle escribió:Bello y ameno trabajo, amigo Alejandro.
Abrazos.

Gracias, Rafel.

Un abrazo.

Silvia Savall escribió:

Alejandro Costa escribió:Cuando oscurece la brisa
y la llovizna invade el suelo,
esperas con grandes ansias
que despeje este cielo
para lucir con decoro
y con alardes de trovero,
este noble y elegante
rey de las sombras…,
…¡el sombrero!

A veces,
hay que admitirlo,
cuando el calor abrasa en serio,
se siente más que se quiere
y se cuece…,
… lo que se está cociendo dentro.

Pero señores,
ya lo dijo un abuelo,
que de sabio tenía mucho
y de poeta,
gran altanero,
ya lo dijo con sapiencia,
que la sombra
que no hace sombra a las cejas
no tiene sombra y sí miedo,
porque señores y señoras,
¡no lo duden!,
señorial caballero es el sombrero.

Los hay azules y negros,
de lana y hasta de bombín en caja,
de visera de western,
de un pequeño charlot,
y hasta de muñeco de paja.

Así que no le des la espalda,
que hoy por joven le darás de lado,
pero mañana lo echarás en falta
cuando te quede despoblada
esa añeja melena que dará paso a la calva.

¡Ay!, sombrero, mi sombrero
que aún con insignia de pobre…
…me conviertes en caballero.

¡Ay!, sombrero…
… ¡ay!

Qué buen rato leyendo tu poema Jandro. Me sacaste mil sonrisas...
Grande mi querido poeta.
Muchos besitos.

Pues me alegro por dos razones, una por alegrarte, otra porque tienes una sonrisa
encantadora.

Gracias, cariño.

Un beso.

Alejandro Costa escribió:

Ricardo Serna G escribió:Alejandro

Me da gusto leer tu poesía
encantado de conocerla


Volveré Un abrazo fuerte, amigo

Mil gracias, Ricardo.

Un abrazo.

Ese sobrero me gustaría ponérmelo
yo también

Estoy de nuevo para leerlo otra vez

un abrazo fuerte

Muy divertido e ingenioso este poema. Amo los sombreros.
Te felicito.
Un abrazo.