Editorial Alaire

“---el conjunto
de desarmonías
produce algo mejor
que la belleza”
(Teoría de conjuntos, M. Benedetti)


El todo contenido en el abismo
de un fragmento de sí,
la porción incluida en una parte
que contiene a su todo.

El infinito deviene en territorio,
traza incontable –límite
de su verdad altiva–,
la sucesión sin término
en que los todos ignoran su frontera.

Parte o todo,
la distancia que nace
donde el raudal se agolpa
y se reduce: el “alef” mínimo,
la potencia sutil que se agiganta
después en el continuo
con que engendrar de nuevo
las partes de las partes,
la nebulosa
de una escala de todos numerable,
ajena al tiempo, o simplemente,
todos o partes
perdidos para siempre fuera
de la armonía innúmera que alienta
el devanar sin fin del pensamiento.

Siempre cósmico, esencial, filosófico... tus versos capturan y envuelven querido amigo...
Un gusto leerte...espero te encuentres bien tú y los tuyos...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Felipe,

me gusta el poema, amigo. He creído notar en él la influencia de Borges, con sus artificios matemáticos, numéricos, el Alef… Y sí, otras veces lo hemos comentado: las matemáticas son muy poéticas. Su pura abstracción, su exactitud, su danza eterna, tienen mucho que ver con la poesía.

Abrazos, poeta.

No se puede alcanzar el infinito, sino sentirlo.
Me ha gustado este recorrido sideral.
Mi enhorabuena.
Abrazos y felicidad, amigo mío.