Poemas colectivos
Publicado: Mar, 18 Feb 2020 19:20
Disculpadme de antemano si estás cuestiones os llegan con algún matiz fuera de mi voluntad; no es otra que la de señalar algunos aspectos que a mi parecer favorecen poco a los fundamentos de la poesía para que sea comprendida y respetada como una actividad literaria, artística e intelectual, que obedece a unos principios fraguados formalmente en la mente y el sentir del poeta.
Digo esto a la vista del poema colectivo que se está gestando con motivo del encuentro con Antonio Gamoneda. Sin duda es un ejercicio emotivo y cortés pero tengo mis dudas, ya argumentadas en otras ocasiones, sobre estas prácticas que entiendo no proyectan la verdadera esencia de la poesía.
Qué podría pensar un lector que se aproximara a la poesía mediante un escrito de semejantes características. De las muchas respuestas que se pueden deducir hay una que resulta peligrosa para el entendimiento de la poesía y que puede desfigurar sus fundamentos. Podría pensar que un poema admite un juego de palabras prácticamente infinito ya que se puede cortar aquí un verso y pegar allá otro verso de tal modo que, mientras la gramática lo admita, el asunto va funcionando. El lenguaje lo permite independientemente del propósito del poeta, y así las palabras se transforman en las variables de una ecuación indeterminada.
Creo no equivocarme si digo que estaremos todos de acuerdo en que un poema no es una ecuación, y, si acaso se pudiera entender así tendría asignada una función orientada, algo explicativo con mayor o menor claridad pero siempre bajo una voluntad dirigida por una voz poética determinada por la experiencia estética/ética del autor que dará lugar a la función poética.
Dónde queda el sentido que quiso dar Gamoneda a sus versos, interpolados como están entre otros versos que no son fruto de la misma experiencia estética, ni se corresponden con la experiencia ética en el sentir del poeta; dónde quedan a su vez las distintas visiones, pulsiones y entendimientos de los otros autores. Qué podrá pensar el poeta.
A mi entender, el poema sucede desde un lugar profundamente íntimo donde reside algo que es previo a la palabra. Y, amoldado por el pulso del conocimiento y la voluntad el poema acontece. De otro modo el poema toma formas imprecisas que quedan desvirtuadas entre la contingencia.
Significantes y significados deslizándose sin vínculos, adentrándose furtivamente en el bosque de las palabras a la espera del encuentro feliz. ¿No estaremos así, despojada la poesía de poética, desvirtuando su esencia mediante un juego engañoso; no estaremos enviando mensajes fallidos en cuanto a lo intelectual, lo emocional y lo artístico?
Saludos.
Digo esto a la vista del poema colectivo que se está gestando con motivo del encuentro con Antonio Gamoneda. Sin duda es un ejercicio emotivo y cortés pero tengo mis dudas, ya argumentadas en otras ocasiones, sobre estas prácticas que entiendo no proyectan la verdadera esencia de la poesía.
Qué podría pensar un lector que se aproximara a la poesía mediante un escrito de semejantes características. De las muchas respuestas que se pueden deducir hay una que resulta peligrosa para el entendimiento de la poesía y que puede desfigurar sus fundamentos. Podría pensar que un poema admite un juego de palabras prácticamente infinito ya que se puede cortar aquí un verso y pegar allá otro verso de tal modo que, mientras la gramática lo admita, el asunto va funcionando. El lenguaje lo permite independientemente del propósito del poeta, y así las palabras se transforman en las variables de una ecuación indeterminada.
Creo no equivocarme si digo que estaremos todos de acuerdo en que un poema no es una ecuación, y, si acaso se pudiera entender así tendría asignada una función orientada, algo explicativo con mayor o menor claridad pero siempre bajo una voluntad dirigida por una voz poética determinada por la experiencia estética/ética del autor que dará lugar a la función poética.
Dónde queda el sentido que quiso dar Gamoneda a sus versos, interpolados como están entre otros versos que no son fruto de la misma experiencia estética, ni se corresponden con la experiencia ética en el sentir del poeta; dónde quedan a su vez las distintas visiones, pulsiones y entendimientos de los otros autores. Qué podrá pensar el poeta.
A mi entender, el poema sucede desde un lugar profundamente íntimo donde reside algo que es previo a la palabra. Y, amoldado por el pulso del conocimiento y la voluntad el poema acontece. De otro modo el poema toma formas imprecisas que quedan desvirtuadas entre la contingencia.
Significantes y significados deslizándose sin vínculos, adentrándose furtivamente en el bosque de las palabras a la espera del encuentro feliz. ¿No estaremos así, despojada la poesía de poética, desvirtuando su esencia mediante un juego engañoso; no estaremos enviando mensajes fallidos en cuanto a lo intelectual, lo emocional y lo artístico?
Saludos.