Editorial Alaire

No estabas preparada
para cruzar a pie aquel desierto
sin más protección que el deseo
de imaginarte a ti misma sonriendo
en algún espejismo.

Aceleraste los pasos
cada vez que la tierra te quemaba los pies
en un intento inútil de salir antes de tiempo
del horno donde morabas
porque para aliviar el dolor
no te valió ninguna sombra,
y la tuya yacía vencida sobre la arena.

Tus manos hablaban de tu fragilidad
mientras que el tacto de tu voz
daba testimonio de ellas.

Al fin encontraste tu oasis,
al fin abriste las puertas a la vida
cuando permitiste que otros te ayudaran
a romper los muros que te habían cercado,
pobrecita...
y ahora siempre llevas sus llaves
pegadas al corazón
para que no se te endurezca.

Un poema que se puede aplicar a distintas situaciones. Si es denuncia, se hace necesaria, y tú la traes con versos plenos de belleza y sentimiento. Me gustó mucho
Abrazos,Pilar

Gracias amiga Pilar, por la amable visita y comentario.
Un abrazo.

Bello e interesante trabajo, amigo Miguel Ángel.
Abrazos.

Un poema muy interesante, amigo Miguel.. Con un lenguaje poético muy expresivo y metáforas acertadas.

Todo un placer de lectura.

Un abrazo.

Wow! Me gusta este poema de vanguardia. Exploras esas otras emociones que se erizan en el frio y en las fiebres del corazón. Me parece un poema excepcional y bello.Abrazos, Miguel, ERA.

Mis felicitaciones para estos versos aplicados al amor que atraviesa los áridos desiertos con la esperanza al hombro.
Salud.