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El cántaro

Publicado: Dom, 12 May 2019 18:41
por Felipe Fuentes García
Se hizo añicos el cántaro
que abrazaba en su seno
óleos de salvia y aromas de azahar.
Y ahora sólo escucho
un ruido sordo a pórtico caído.

Bruma quebrada del azar, el eco.
Como un trasunto de la vida.
Como un juguete roto
en fragmentos mojados del tiempo que contuvo.

¿Dónde, ahora, beber la transparencia
con que tañía el agua el salmo
de tan fresco rumor?
¿Cómo cruzar la humana sed
el oro de los médanos
hasta ceñir después la espera
que cubre los oscuros pizarrales?

Humilde arcilla, o pulpa,
tus fragmentos dolientes
asoman todavía:
el efluvio de un tiempo compartido,
el latir perfumado de una llama,
la sola voz en ciernes
que acaso aún
con su polen de luz puede salvarme...

Re: El cántaro

Publicado: Dom, 12 May 2019 23:18
por Pilar Morte
Un poema hermoso del que se duele pero conserva la esperanza. Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Re: El cántaro

Publicado: Lun, 13 May 2019 8:42
por Pablo Ibáñez
Felipe,

esto es poesía de verdad, amigo. Con todos los ingredientes en su justa medida, contenidos y dosificados como solo alguien con oficio puede preparar. Y ensamblados en un lenguaje moderno y lírico al mismo tiempo. Apareces poco por aquí, pero cuando lo haces, sientas cátedra.

A mí me gusta mucho.
Un abrazo.

Re: El cántaro

Publicado: Mié, 15 May 2019 7:05
por Rafel Calle
Hermoso trabajo, amigo Felipe.
Abrazos.

Re: El cántaro

Publicado: Jue, 16 May 2019 2:09
por E. R. Aristy
Felipe Fuentes García escribió:Se hizo añicos el cántaro
que abrazaba en su seno
óleos de salvia y aromas de azahar.
Y ahora sólo escucho
un ruido sordo a pórtico caído.

Bruma quebrada del azar, el eco.
Como un trasunto de la vida.
Como un juguete roto
en fragmentos mojados del tiempo que contuvo.

¿Dónde, ahora, beber la transparencia
con que tañía el agua el salmo
de tan fresco rumor?
¿Cómo cruzar la humana sed
el oro de los médanos
hasta ceñir después la espera
que cubre los oscuros pizarrales?

Humilde arcilla, o pulpa,
tus fragmentos dolientes
asoman todavía:
el efluvio de un tiempo compartido,
el latir perfumado de una llama,
la sola voz en ciernes
que acaso aún
con su polen de luz puede salvarme...

Esplendoroso poema. Hago eco de las palabras de Pablo, aplausos, Felipe.

Re: El cántaro

Publicado: Jue, 16 May 2019 9:41
por Pablo Rodríguez Cantos
Hola, Felipe. Gracias por compartir este poema que me ha gustado mucho. La segunda estrofa donde fundes el eco y el cántaro roto con esas imágenes tan bellas y potentes me parece magistral. Todo el poema, coloreado con un elegante manierismo, me ha encantado. ¡Felicidades!

Re: El cántaro

Publicado: Jue, 16 May 2019 21:59
por J. J. Martínez Ferreiro
Humilde arcilla, o pulpa,
tus fragmentos dolientes
asoman todavía:
el efluvio de un tiempo compartido,
el latir perfumado de una llama,
la sola voz en ciernes
que acaso aún
con su polen de luz puede salvarme...


Un cierre de lujo para un poema que lleva el sello inconfundible de la elegancia y sensibilidad de tu pluma.

Eso... siempre es un lujo acercarse a tu poesía.

Un fuerte abrazo, POETA.

Re: El cántaro

Publicado: Vie, 17 May 2019 3:25
por Óscar Distéfano
Me ha gustado mucho este poema tuyo, amigo. Es fiel a tu estilo. Me ha llevado a sentir el interior de ese cántaro de vida con su ritmo vibrante.

Un abrazo grande.
Óscar

Re: El cántaro

Publicado: Vie, 17 May 2019 9:42
por Felipe Fuentes García
Pilar Morte escribió:Un poema hermoso del que se duele pero conserva la esperanza. Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar
Muy amable, Pilar, muchas gracias por tus palabras sobre el poema.
Me alegro que te haya gustado. Recibe un abrazo, amiga.
Felipe.

Re: El cántaro

Publicado: Vie, 17 May 2019 19:47
por Guillermo Cumar
Felipe Fuentes García escribió:Se hizo añicos el cántaro
que abrazaba en su seno
óleos de salvia y aromas de azahar.
Y ahora sólo escucho
un ruido sordo a pórtico caído.

Bruma quebrada del azar, el eco.
Como un trasunto de la vida.
Como un juguete roto
en fragmentos mojados del tiempo que contuvo.

¿Dónde, ahora, beber la transparencia
con que tañía el agua el salmo
de tan fresco rumor?
¿Cómo cruzar la humana sed
el oro de los médanos
hasta ceñir después la espera
que cubre los oscuros pizarrales?

Humilde arcilla, o pulpa,
tus fragmentos dolientes
asoman todavía:
el efluvio de un tiempo compartido,
el latir perfumado de una llama,
la sola voz en ciernes
que acaso aún
con su polen de luz puede salvarme...