Editorial Alaire

Tenía las cejas como eñes arbóreas, y los ojos
como tierra negra abierta por raíces, y la boca
delineada por el frío de la infancia: grande y plana.


Tenía los cabellos acerados, las orejas
cavernas volcánicas nevadas, y las manos
azules y surcadas, como eran las manos de mi abuelo.


No hay que admirar a nadie demasiado…
me dijo sonriendo, con un lento cabeceo de sus párpados.
Su voz sonaba atávica, nudosa,
como el eco mineral del arroyo por la gruta,
o la piedra de un molino grande, vaciado.


Se inclinó para firmar Canción errónea; miré afuera.
Valladolid reventaba de verano y, sin embargo,
mi memoria era invierno de León: balcones fríos
de la guerra. El niño viendo
los hombres encadenados a la vida, que es la muerte,
el alto poemario que fue padre,
la madre como manos en su pelo, su calor.


Sin error posible,
a pesar del título,

—sus letras mordidas y angulosas
como picos de paloma entre las sombras.

Pablo Ibáñez escribió:


Tenía las cejas como eñes arbóreas, y los ojos
como tierra negra abierta por raíces, y la boca
delineada por el frío de la infancia: grande y plana.


Tenía los cabellos acerados, las orejas
cavernas volcánicas nevadas, y las manos
azules y surcadas, como eran las manos de mi abuelo.


No hay que admirar a nadie demasiado…
me dijo sonriendo, con un lento cabeceo de sus párpados.
Su voz sonaba atávica, nudosa,
como el eco mineral del arroyo por la gruta,
o la piedra de un molino grande, vaciado.


Se inclinó para firmar Canción errónea; miré afuera.
Valladolid reventaba de verano y, sin embargo,
mi memoria era invierno de León: balcones fríos
de la guerra. El niño viendo
los hombres encadenados a la vida, que es la muerte,
el alto poemario que fue padre,
la madre como manos en su pelo, su calor.


Sin error posible,
a pesar de título,

—sus letras mordidas y angulosas
como picos de paloma entre las sombras.

Un poema que es un hermoso homenaje de humanidad y letras. Felicidades Pablo.

Un abrazo.
Ignacio

Qué contento si lo leyera. Un poema que muestra la empatía con la que miras y pintas de belleza cada signo. Me ha gustado mucho, querido amigo.
Abrazos
Pilar

Ha sido un auténtico placer leer este poema, Pablo.

Primero me he llevado un pequeño susto porque pensé que era un homenaje de tipo póstumo, una vez comprobado que no es así he disfrutado tus versos.
Después he abierto google, he buscado algunos de Don Antonio Gamoneda y me he enfrascado un rato en ellos.

Todo gracias a tu poema, que me devuelve recuerdos infantiles de mi tierra. Me reconforta conocer la compartida admiración de otros por este hombre y poeta.

Un abrazo.
Oncina.

Un precioso homenaje. Bellísimas descripciones y acertadas metáforas que le confieren un halo de belleza y ternura.
Te felicito Pablo, me ha encantado leer este magnífico poema.
Un fuerte abrazo

Un homenaje plagado de metáforas fantásticas , de un lirismo infinito Pablo.
Abrazos mediterráneos.

Gracias por compartir con nosotros este poema. Yo no le heído a Gamoneda —mal hecho—; bueno, sólo "La prisión transparente", libro que contiene, además, "No sé" y "Mudanzas". La verdad es que no entendí ni sentí nada y tengo que reconocer que el esfuerzo —no pequeño— que me supuso leerlo no obtuvo recompensa. Sólo me quedó la impresión de estar ante una poesía muy profunda; tanto que no hago pie en ella. Saludos.

Qué buen poema.
Se respira humanidad. Se respiran muchas cosas buenas entre Gamoneda y tú.

Es verdad, no hay que admirar a nadie demasiado.

Un abrazo.

Entrañable homenaje al poeta mayor: Antonio Gamoneda
El grupo de Alaire conocemos bien al "único e irrepetible" Antonio Gamoneda, ya que comimos con él en León, allá en diciembre del 2011, con motivo de la presentación de la Antología poética “Árido umbral”. Además, Rafel Calle y el que aquí está escribieno, estuvimos en su casa a raíz de una entrevista que está publicada en la revista virtual Alaire. La experiencia de este evento supuso uno de los momentos más emocionantes de mi vida como poeta. Departimos en su hogar cálida y abiertamente; Gamoneda es un sabio y un desprende una inmensa y cálida humanidad. Como dice Pilar, si él se entera de este pequeño gran homenaje seguro que se pone muy pero que my contento.

Todo un placer de lectura, amigo Pablo.

Nos vemos el viernes que viene en Madrid.

Un fuerte abrazo.

Un poema excelente y muy emotivo, desde mi punto de vista, estimado Pablo. Muy emotivo. Y su fotografía, como dejándonos saber que este poema no tiene comienzo, que siempre estuvo allí , esperando que lo escribas. Mis abrazos sinceros y felicitaciones.

Te felicito efusivamente, amigo Pablo, por este hermoso y entrañable trabajo dedicado al maestro Gamoneda. Ferreiro y un servidor le hemos hecho dos entrevistas, una de ellas aún no está publicada, la otra como dice nuestro gallego sabio, la encontraréis en la web, en una revista de Alaire del 2009. Recuerdo cuando organizamos a finales del 2011, un encuentro con el maestro asturiano afincado en León. Los miembros de la Asociación Alaire almorzamos con él y por la noche presentamos nuestro libro Árido Umbral. Fue una diada de poetas auténticamente inolvidable. Antonio recitó, todos recitamos...

Te pediría, por favor, que pongas este poema en la portada de nuestra web. Antonio Gamoneda Lobón, además de una gran maestro de los vericuetos del poema, una enciclopedia de poesía, uno de los mejores autores de los siglos XX y XXI, representa, junto a Borges, la esencia de la Escuela Alaire. A Gamoneda se deben muchos conceptos que aunque él no lo supiera, nos transmitió a Ferreiro y a mí en las conversaciones que mantuvimos en su casa, que a la postre fueron lecciones magistrales del mundo del poema.
Felicidades, don Pablo.
Abrazos.

Gracias Ignacio, me alegro que te haya gustado. Tu opinión positiva es un honor para mí.
Nos vemos.
Un abrazo.

Gracias Pilar, querida amiga.
No creo que lo lea. En la misma ocasión que narra el poema, cuando le hablé de Alaire, me dijo que no era muy ducho en nuevas tecnologías.
Me alegro que te haya gustado.
Un abrazo.

Gracias Oncina,

sí, todo un maestro, don Antonio, y que viva y escriba muchos años más. Si esto ha valido para que te hayas pasado por su obra, ya me puedo dar por satisfecho.

Abrazos.

Gracias Ramón, me alegro muchísimo de que te haya gustado.

Te mando un abrazo.