- Sin título-

[Israel Liñán]

Nunca supiste qué planeta habitaba,
sabías que me interesaban las alteraciones magnéticas
en las estrellas próximas a Alfa Centauri,
y que prefería el pez mantequilla cuando íbamos a cenar al japo.

Imagino que sospechabas de mis poderes especiales,
esos que de vez en cuando utilizaba
para derrotar al calvo gilipollas que se escondía
en el espejo,
yo te decía que todo poder conlleva una responsabilidad,
y te reías a todo pulmón,
haciendo aún más tediosas las resacas.

Pero no,
no me llegaste a conocer,
es cierto que sabías cómo me gustaban las mamadas,
y que era disciplinado y aplicado
cuando de tu orgasmo se trataba,
creías que mi sueño era follar como Bukowski,
y como si fuera Bukowski follábamos,
pero no existía un gramo de verdad
en el más desnudo de tus gemidos.

Yo sólo quería morir perdido en tus ojos,
lo demás,
eran fuegos de artificio.

Recuerdo el verano en Cadiz,
por algún motivo seguías mis pensamientos por el paseo marítimo,
yo,
que soy un poco imbécil,
trataba de ocultarlos,
los escondía bajo las telas de colores,
los difuminaba con el humo denso de las flores,
pero obstinada como nunca
hervías en deseos de violar mi psique
con tu vibrador de ectoplasma.

Así fueron pasando días, meses, años...
y de tanto quererte acabé herido
de desilusión,
mientras tú te volvias Venus de Milo, desesperada
por abrazar tempestades.
Nunca supimos decirnos adiós,
tuvo que venir el puto cáncer a deshacer
los ovillos de esparto.
Es curioso cómo ahora tu recuerdo
trepa por mi estómago como una lagartija
que se muere de frío.

Pero no te echo de menos,
porque me prohibiste mentirte
el día que me obligaste a odiarte.

[Rosario Martín]

Nunca supiste que planeta habitaba,
sabías que me interesaban las alteraciones magnéticas
en las estrellas próximas a Alfa Centauri,
y que prefería el pez mantequilla cuando íbamos a cenar al japo.

Imagino que sospechabas de mis poderes especiales,
esos que de vez en cuando utilizaba
para derrotar al calvo gilipollas que se escondía
en el espejo,
yo te decía que todo poder conlleva una responsabilidad,
y te reías a todo pulmón,
haciendo aún más tediosas las resacas.

Pero no,
no me llegaste a conocer,
es cierto que sabías cómo me gustaban las mamadas,
y que era disciplinado y aplicado
cuando de tu orgasmo se trataba,
creías que mi sueño era follar como Bukowski,
y como si fuera Bukowski follábamos,
pero no existía un gramo de verdad
en el más desnudo de tus gemidos.

Yo sólo quería morir perdido en tus ojos,
lo demás,
eran fuegos de artificio.

Recuerdo el verano en Cadiz,
por algún motivo seguías mis pensamientos por el paseo marítimo,
yo,
que soy un poco imbécil,
trataba de ocultarlos,
los escondía bajo las telas de colores,
los difuminaba con el humo denso de las flores,
pero obstinada como nunca
hervías en deseos de violar mi psique
con tu vibrador de ectoplasma.

Así fueron pasando días, meses, años...
y de tanto quererte acabé herido
de desilusión,
mientras tú te volvias Venus de Milo, desesperada
por abrazar tempestades.
Nunca supimos decirnos adiós,
tuvo que venir el puto cáncer a deshacer
los ovillos de esparto.
Es curioso cómo ahora tu recuerdo
trepa por mi estómago como una lagartija
que se muere de frío.

Pero no te echo de menos,
porque me prohibiste mentirte
el día que me obligaste a odiarte.

Qué bárbaro, compañero,siento mucho ser tan simple
pero los poemas grandes, y no me refiero al tamaño,
me dejan sin argumento, sin gracia,sin voz...
Un abrazo.

[Marius Gabureanu]

Un poderoso poema urbano, que en el primer verso de cada estrofa, se acomoda a la negación precisa de un espejo. Más bien, el recuerdo fragmentado, los detalles de ultratumba, le confieren estatus de poema urbano. Me ha encantado, en esa lagartija que se muere de frío hay mucho recuerdo, Israel. Recibe mis abrazos sinceros.

[Lunamar Solano]

Impactante querido amigo... impresiona y sobrecoge su decir...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[R. M. Alemán]

No, no se puede ser tan disciplinado y aplicado... Excelente poema. Saludos.

[Israel Liñán]

Nunca supiste que planeta habitaba,
sabías que me interesaban las alteraciones magnéticas
en las estrellas próximas a Alfa Centauri,
y que prefería el pez mantequilla cuando íbamos a cenar al japo.

Imagino que sospechabas de mis poderes especiales,
esos que de vez en cuando utilizaba
para derrotar al calvo gilipollas que se escondía
en el espejo,
yo te decía que todo poder conlleva una responsabilidad,
y te reías a todo pulmón,
haciendo aún más tediosas las resacas.

Pero no,
no me llegaste a conocer,
es cierto que sabías cómo me gustaban las mamadas,
y que era disciplinado y aplicado
cuando de tu orgasmo se trataba,
creías que mi sueño era follar como Bukowski,
y como si fuera Bukowski follábamos,
pero no existía un gramo de verdad
en el más desnudo de tus gemidos.

Yo sólo quería morir perdido en tus ojos,
lo demás,
eran fuegos de artificio.

Recuerdo el verano en Cadiz,
por algún motivo seguías mis pensamientos por el paseo marítimo,
yo,
que soy un poco imbécil,
trataba de ocultarlos,
los escondía bajo las telas de colores,
los difuminaba con el humo denso de las flores,
pero obstinada como nunca
hervías en deseos de violar mi psique
con tu vibrador de ectoplasma.

Así fueron pasando días, meses, años...
y de tanto quererte acabé herido
de desilusión,
mientras tú te volvias Venus de Milo, desesperada
por abrazar tempestades.
Nunca supimos decirnos adiós,
tuvo que venir el puto cáncer a deshacer
los ovillos de esparto.
Es curioso cómo ahora tu recuerdo
trepa por mi estómago como una lagartija
que se muere de frío.

Pero no te echo de menos,
porque me prohibiste mentirte
el día que me obligaste a odiarte.

Qué bárbaro, compañero,siento mucho ser tan simple
pero los poemas grandes, y no me refiero al tamaño,
me dejan sin argumento, sin gracia,sin voz...
Un abrazo.

Nuchas gracias por tus palabras Rosario.

Un abrazo, compañera.

[Israel Liñán]

Un poderoso poema urbano, que en el primer verso de cada estrofa, se acomoda a la negación precisa de un espejo. Más bien, el recuerdo fragmentado, los detalles de ultratumba, le confieren estatus de poema urbano. Me ha encantado, en esa lagartija que se muere de frío hay mucho recuerdo, Israel. Recibe mis abrazos sinceros.

Gracias Marius por entrar y dejar tus impresiones.

Un abrazo, compañero.

[Israel Liñán]

Impactante querido amigo... impresiona y sobrecoge su decir...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Muchas gracias Nancy, por tus palabras y por el abrazo.

[Israel Liñán]

No, no se puede ser tan disciplinado y aplicado... Excelente poema. Saludos.

No, no se puede

Gracias por tu comentario R.M.

[Israel Liñán]

la poesía coloquial y del realismo sucio tiene su gracia en el decir, y en que por momentos, hay sugerencias que trascienden, me gustó, pero aún creo que puede haber mayor síntesis y ludismo, por ejemplo el final, siendo miuy buena idea, aún puede trabajarse, solo una sugerencia, abrazos.

Gracias por tu comentario y por el consejo, Ronald, de verdad que agradezco mucho las críticas constructivas, así que anoto la sugerencia y trataré de darle alguna vuelta al final.

Un abrazo, compañero.

[Pablo Ibáñez]

Israel,

me gusta esta nueva propuesta que nos traes, amigo. Muy en tu línea realista y abierta, de descarnada ternura, diría.

A destacar siempre en tus creaciones la hábil delineación de los personajes: la elección de los detalles revela los caracteres literarios eficazmente. No es, evidentemente, el estilo de poesía que se basa en elementos melódicos sino narrativos, muy en la tradición del realismo sucio. La referencia a Bukowsky --tal vez un poco demasiado obvia y repetitiva en tantos poemas de ahora y del pasado-- habla bien a las claras de tus preferencias.

Pero tú no eres de los que creen que con escribir "polla" ya han escrito un poema como los de Bukowsky. En tus poemas se nota el trabajo y el talento en la recreación de ambientes y conflictos emocionales. Un estilo narrativo propio, a mí siempre me parece muy eficaz.

Abrazos.

[Roberto López]

Nunca supiste que planeta habitaba,
sabías que me interesaban las alteraciones magnéticas
en las estrellas próximas a Alfa Centauri,
y que prefería el pez mantequilla cuando íbamos a cenar al japo.

Imagino que sospechabas de mis poderes especiales,
esos que de vez en cuando utilizaba
para derrotar al calvo gilipollas que se escondía
en el espejo,
yo te decía que todo poder conlleva una responsabilidad,
y te reías a todo pulmón,
haciendo aún más tediosas las resacas.

Pero no,
no me llegaste a conocer,
es cierto que sabías cómo me gustaban las mamadas,
y que era disciplinado y aplicado
cuando de tu orgasmo se trataba,
creías que mi sueño era follar como Bukowski,
y como si fuera Bukowski follábamos,
pero no existía un gramo de verdad
en el más desnudo de tus gemidos.

Yo sólo quería morir perdido en tus ojos,
lo demás,
eran fuegos de artificio.

Recuerdo el verano en Cadiz,
por algún motivo seguías mis pensamientos por el paseo marítimo,
yo,
que soy un poco imbécil,
trataba de ocultarlos,
los escondía bajo las telas de colores,
los difuminaba con el humo denso de las flores,
pero obstinada como nunca
hervías en deseos de violar mi psique
con tu vibrador de ectoplasma.

Así fueron pasando días, meses, años...
y de tanto quererte acabé herido
de desilusión,
mientras tú te volvias Venus de Milo, desesperada
por abrazar tempestades.
Nunca supimos decirnos adiós,
tuvo que venir el puto cáncer a deshacer
los ovillos de esparto.
Es curioso cómo ahora tu recuerdo
trepa por mi estómago como una lagartija
que se muere de frío.

Pero no te echo de menos,
porque me prohibiste mentirte
el día que me obligaste a odiarte.

Me encanta este poema sin tapujos, sin complejos, su lenguaje directo, su carencia de metáforas.
Saludos.

[Ana Muela Sopeña]

Alucinante, Israel:

Como una carta nunca enviada se alza este poema.

Un poemazo
Enhorabuena
Ana

[E. R. Aristy]

Nunca supiste que planeta habitaba,
sabías que me interesaban las alteraciones magnéticas
en las estrellas próximas a Alfa Centauri,
y que prefería el pez mantequilla cuando íbamos a cenar al japo.

Imagino que sospechabas de mis poderes especiales,
esos que de vez en cuando utilizaba
para derrotar al calvo gilipollas que se escondía
en el espejo,
yo te decía que todo poder conlleva una responsabilidad,
y te reías a todo pulmón,
haciendo aún más tediosas las resacas.

Pero no,
no me llegaste a conocer,
es cierto que sabías cómo me gustaban las mamadas,
y que era disciplinado y aplicado
cuando de tu orgasmo se trataba,
creías que mi sueño era follar como Bukowski,
y como si fuera Bukowski follábamos,
pero no existía un gramo de verdad
en el más desnudo de tus gemidos.

Yo sólo quería morir perdido en tus ojos,
lo demás,
eran fuegos de artificio.

Recuerdo el verano en Cadiz,
por algún motivo seguías mis pensamientos por el paseo marítimo,
yo,
que soy un poco imbécil,
trataba de ocultarlos,
los escondía bajo las telas de colores,
los difuminaba con el humo denso de las flores,
pero obstinada como nunca
hervías en deseos de violar mi psique
con tu vibrador de ectoplasma.

Así fueron pasando días, meses, años...
y de tanto quererte acabé herido
de desilusión,
mientras tú te volvias Venus de Milo, desesperada
por abrazar tempestades.
Nunca supimos decirnos adiós,
tuvo que venir el puto cáncer a deshacer
los ovillos de esparto.
Es curioso cómo ahora tu recuerdo
trepa por mi estómago como una lagartija
que se muere de frío.

Pero no te echo de menos,
porque me prohibiste mentirte
el día que me obligaste a odiarte.

Aquí se desnuda el poeta y sale a caminar en el día más frio. Es una historia de amor con todos sus elementos. Me ha parecido diciente como una pareja son dos vidas internas que se recuestan a ratos. Te felicito, Israel por un poema poco sentimental, en el sentido ad nauseum de los poemas y canciones "sentimentales", mas bien es un poema de profundas sensibilidades. Un abrazo, ERA