Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Ronald Bonilla escribió:Muy hermoso poema alegórico, que toma esa metáfora de conjunto de los parques y la va reconstruyendo con elementos de la infancia, de la adolescencia, de los primeros amores, y lo va ligando a toda la vida, hasta llegar a la pregunta retórica del adónde: Nostalgia que se vive con fruición, con amor a la vida. Realmente, muy bello, Julio, te felicito. abrazos
F. Enrique escribió:Tiene sabor antiguo y reflexiones de siempre cuando pensamos en aquellos pájaros que sobrevolaron nuestra infancia como si se hubieran llevado algo que aún nos duele. Se te agradece, Julio, que despiertes ese mundo y que lo hagas con esta delicadeza que nos muestras en este buen poema.
Un saludo.
Concha Vidal escribió:Hola Julio, buenos y dominicales días:
Hoy te retomo a tí este poema, ya sabeis de mi manía de perderme de vez en cuando por este bosque de poemas y gracias a ello, siemnpre encuentro magníficos tesoros.
Lo retomo Julio, es un gusto el leerlo.
Abrazos mediterráneos... y salud.
¿A dónde fueron? ¿Alguien les vio morir? Qué belleza, qué arte y profundidades bucea tu bello espíritu creador, Julio. Me alegra hoy haber llegado aquí. Abrazos, ERAJulio González Alonso escribió:Cementerio de pájaros.
Amanecen
revuelos
de pájaros; aquellos, los mismos que anidaron
años de pantalones cortos y vestidos con lazos
perfumados
de las misas de domingo, torres
de campanario,
hoyos de guá en juegos de canicas;
aquellos
que alzaron en los picos
la extenuada soledad
de la memoria
de la infancia y me pregunto
dónde abandonaron sus alas el aire,
en qué rincón murieron
y dejaron el último latido temblando entre las plumas
de la breve primavera.
Retornan
vuelos
de pájaros –los que cruzaron atrevidos cielos
de juventud-
a la extremada nostalgia del recuerdo,
soles de veranos,
cuerpos abrazados
y amarilla miel en las colmenas
de los besos. ¿Y en qué lugar
murieron? ¿Quién los vio la última vez?
¿A dónde fueron?
Volaron
los pájaros
y multiplicaron
el clamor de sus cantos en los nidos de otoño; ¿pero dónde
dejaron
el batir frenético de sus alas? ¿Dónde
murieron todos?
Y miro
hoy
los pájaros
en revuelos ruidosos en mi torno; tal vez –me digo-
aquellos, los mismos que me digan
a qué lugar
conduce
el leve último vuelo
de los días
de invierno.
*
F. Enrique escribió:...¿Y en qué lugar
murieron? ¿Quién los vio la última vez?
¿A dónde fueron?
De una manera difusa recordaba haberlo leído antes y haberlo comentado. Pienso que es un poema al que merece la pena volver porque lleva mucho de nuestras ansias de vuelo, porque hace que reflexionemos entre la libertad y la muerte.
Un abrazo, Julio, nos detenemos un rato en uno de tus clásicos.
Óscar Distéfano escribió:Un bellísimo vuelo poético. Recorre con honda nostalgia el derrotero de la vida. La forma, llena de delicados matices retóricos, eleva la calidad del trabajo decididamente. El paso del tiempo nos demuestra que has creado un poema imperecedero. Tu solidez como poeta no merece menos.¡ Mis aplausos!
un abrazo grande.
Óscar
