Editorial Alaire

¿Qué te sucedió esa tarde de Agosto?
¿Qué arrastraba tu mente?
¿Qué egoísta y rastrero te entregó la llave?

Nos dejaste antes de apartar el último escollo,
con la elegancia que tantas veces compartiste con nosotros,
sin hacer ruido, a hurtadillas.

Y nos dejaste con esa palabra silenciosa,
¡qué razón tenías!
nos hundió en la miseria,
pero como gánster colado de otra historia, te secuestró,
para, días más tarde,
esparcirte en el recuerdo.

Hoy nos queda el gran tesoro de tu pluma,
la obligada reseña de tu recuerdo,
el sabor amargo de una despedida con capítulo final,
el olor a paz convertido en perfume,
y un cielo encapotado y triste en señal de duelo.

Y me queda un poquito menos de vida,
un poquito más de miseria,
y esos versos tuyos, que sin sanar,
aún alivian mis heridas.

Créeme, no fue tu última palabra…
… no lo fue.

¡Qué hermoso y sentido homenaje, amigo! Este poema enorme, lleno del dolor a primera mano, con destellos de mucha pena, sube con fuerza y emoción hasta la luz más entrañable.

Mi abrazo para todos.

Gran homenaje, Alejandro, y muy sentido.

Carmen era una gran persona y poeta. Nos ha dejado un poco huérfanos a todos.

Un fuerte abrazo
Qué triste perder a una compañera poeta de un modo tan inesperado...
Ana

La marcha inesperada de un amigo nos deja un vacío y frío en la carne, pero volver a
leer sus versos y ver como reaccionan los amigos la hará faliz donde quiera que esté
solo se nos ha adelantado Alejandro, el tiempo que vuela nos unirá
Me ha gustado muchísimo tu homenaje
Un abrazo
Carmen

Gracias por dejarnos compartir este precioso homenaje a Carmen, Carmeta que yo la llamaba, también compartíamos mar, Alejandro.
Un abrazos grande.

Hermoso homenaje a Carmen. Gracias por compartir el recuerdo con estos versos tan emotivos.
Besos
Pilar

Qué gran homenaje, compañero.
Mi relación con Carmen no fue más allá de los poemas
y los comentarios que hemos intercambiado y sin embargo
algo en ella me transmitía paz...
Hace poco nos avisaba de su marcha del foro
y yo estaba convencida de su regreso,
nada hacía presagiar un desenlace tan triste...
Sus poemas siguen aquí,
una parte de ella sigue aquí y así será
mientras esté en el recuerdo.
Gracias, Alejandro, gracias...

Alejandro Costa escribió:

Mi última palabra (Carmen Pla)

En agradecimiento a todos los que confiaron y creyeron en mí.
Muchas gracias.

“Una palabra te puede hundir en la miseria
o darte la vida.”

¿Qué te sucedió esa tarde de Agosto?
¿Qué arrastraba tu mente?
¿Qué egoísta y rastrero te entregó la llave?

Nos dejaste antes de apartar el último escollo,
con la elegancia que tantas veces compartiste con nosotros,
sin hacer ruido, a hurtadillas.

Y nos dejaste con esa palabra silenciosa,
¡qué razón tenías!
nos hundió en la miseria,
pero como gánster colado de otra historia, te secuestró,
para, días más tarde,
esparcirte en el recuerdo.

Hoy nos queda el gran tesoro de tu pluma,
la obligada reseña de tu recuerdo,
el sabor amargo de una despedida con capítulo final,
el olor a paz convertido en perfume,
y un cielo encapotado y triste en señal de duelo.

Y me queda un poquito menos de vida,
un poquito más de miseria,
y esos versos tuyos, que sin sanar,
aún alivian mis heridas.

Créeme, no fue tu última palabra…
… no lo fue.

Gracias por compartir este emocionado homenaje a Carmen, su poesía sigue con nosotros y, por supuesto, esta no fue su última palabra.
Gracias Alejandro y un abrazo.

Alejandro Costa escribió:

Mi última palabra (Carmen Pla)

En agradecimiento a todos los que confiaron y creyeron en mí.
Muchas gracias.

“Una palabra te puede hundir en la miseria
o darte la vida.”

¿Qué te sucedió esa tarde de Agosto?
¿Qué arrastraba tu mente?
¿Qué egoísta y rastrero te entregó la llave?

Nos dejaste antes de apartar el último escollo,
con la elegancia que tantas veces compartiste con nosotros,
sin hacer ruido, a hurtadillas.

Y nos dejaste con esa palabra silenciosa,
¡qué razón tenías!
nos hundió en la miseria,
pero como gánster colado de otra historia, te secuestró,
para, días más tarde,
esparcirte en el recuerdo.

Hoy nos queda el gran tesoro de tu pluma,
la obligada reseña de tu recuerdo,
el sabor amargo de una despedida con capítulo final,
el olor a paz convertido en perfume,
y un cielo encapotado y triste en señal de duelo.

Y me queda un poquito menos de vida,
un poquito más de miseria,
y esos versos tuyos, que sin sanar,
aún alivian mis heridas.

Créeme, no fue tu última palabra…
… no lo fue.

Sentido homenaje, un gusto esos versos, abrazos fuertes.

Sentido y hermoso homenaje para Carmen. Mis condolencias a todos. gracias Alejandro por darnos este momento de reflexión sobre la bella persona que es Carmen.

Se fue antes para enseñarnos y prepararnos el camino por el que iremos todos los que por aquí aún estamos.

La vida y la muerte son amigas.

Un abrazo

Un gran poema, Alejandro, lloré cuando lo leí por primera vez. Me ha abatido mucho esta noticia infausta, y me cuesta reaccionar, hasta ayer no podía escribir nada,
Carmen estará contenta con tan bello poema.
Saludos cordiales

Alejandro Costa escribió:

Mi última palabra (Carmen Pla)

En agradecimiento a todos los que confiaron y creyeron en mí.
Muchas gracias.

“Una palabra te puede hundir en la miseria
o darte la vida.”

¿Qué te sucedió esa tarde de Agosto?
¿Qué arrastraba tu mente?
¿Qué egoísta y rastrero te entregó la llave?

Nos dejaste antes de apartar el último escollo,
con la elegancia que tantas veces compartiste con nosotros,
sin hacer ruido, a hurtadillas.

Y nos dejaste con esa palabra silenciosa,
¡qué razón tenías!
nos hundió en la miseria,
pero como gánster colado de otra historia, te secuestró,
para, días más tarde,
esparcirte en el recuerdo.

Hoy nos queda el gran tesoro de tu pluma,
la obligada reseña de tu recuerdo,
el sabor amargo de una despedida con capítulo final,
el olor a paz convertido en perfume,
y un cielo encapotado y triste en señal de duelo.

Y me queda un poquito menos de vida,
un poquito más de miseria,
y esos versos tuyos, que sin sanar,
aún alivian mis heridas.

Créeme, no fue tu última palabra…
… no lo fue.

No sé qué decir... La emoción de perderla, la emoción de leerte...
Gracias mi querido Jandro por expresar lo que yo no puedo.
Besitos.

Creo que dar una respuesta individual por este tema tan doloroso no es correcto.
Ni aquí escribí con la pluma de un poeta, más bien con la mente enferma de tristeza,
ni trataba en ningún instante aprovechar el momento para componer algo con el que
gustar y ser valorado.
Lo escribió un poeta, ¡sí!, pero díctado por las lágrimas del alma.

Gracias a todos de corazón y mi más sentido pésame a la poesía.

Os lleno de abrazos.