Genial, calando muy adentro a todos los que tienen el Sur como una fuente espiritual, como un corazón que nunca debería quedarse sin latido para oponerse con fuerza a un universo laberíntico y agresivo donde el brillo de las monedas, del consumo y los aceros cegaba el paraíso de sus años primeros.
Para mi gusto solo tiene un poema que le supere; "Epílogo", tardío y emotivo adiós al amor aunque lo reviva en el recuerdo y en el que empieza a mirar con cierto estoicismo y amargura contenida, ni un solo momento podía abandonar la elegancia, los bellos ojos de la muerte a la que supo cantarle como si fuera un sueño interrumpido por los besos de luz.
6 de julio de 2014.
Quizá mis lentos ojos no verán más el sur
De ligeros paisajes dormidos en el aire,
Con cuerpos a la sombra de ramas como flores
O huyendo en un galope de caballos furiosos.
El sur es un desierto que llora mientras canta,
Y esa voz no se extingue como pájaro muerto;
Hacia el mar encamina sus deseos amargos
Abriendo un eco débil que vive lentamente.
En el sur tan distante quiero estar confundido.
La lluvia allí no es más que una rosa entreabierta;
Su niebla misma ríe, risa blanca en el viento.
Su oscuridad, su luz son bellezas iguales.