Editorial Alaire

Los senderos que llevan hasta el final a la existencia están colocados desde el inicio, amigo. Los cuerpos pasan por distintas fases (alguno). Otros resucitan cada vez que ven la estrella de la esperanza y de la fe. Tu lo viste en sueños
y como "los sueños sueños son" no le hagas demasiado caso al fantasma asustador.

Lo mejor del final es la sorpresa y al principio también es la sorpresa y en cualquier momento...

Que sería de la razón si la dejáramos al lado o detrás o de malas formas...

Un abrazo y ánimo que la juventud no se cuenta por los años.

Espero y deseo que sea solo un sueño. Mientras sigue enviando tus magníficos poemas.
Besos
Pilar

Un abrazo muy fuerte, Óscar.

¡Que curioso! ¿ y porqué has de creer en un sueño?, si todo está bien... si tu organismo no muestra síntomas de alarma, vive tranquilo y disfruta cada momento de vida que tienes en tus manos, sigue creando versos y deleitándonos con ellos
Un abrazo Óscar

Una sensible confesión que encuentra su desahogo y vislumbra ese bello impulso que nos alcanza la voz y el equilibrio querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

He intentado, migo, escribirte por el Correo que tienes en tu perfil, pero cuanta veces lo he hecho, se me ha cortado. Buscaré otra fórmula para encontrarte. Del poema, o escrito, nada te puedo decir por ahora, no olvides que nos falta el vaso de vino que ya comentamos, no lo des por cancelado, aún. Un gran abrazo de hermano.

Desde mi isla, un enorme abrazo

José Manuel F. Febles

Todos los días se muere un poco querido amigo, así que sólo nos queda vivir y vivir, un poema desolado, algunas veces solemos pasar por esos momentos y la poesía es una manera de desahogar lo que sentimos, un gran poema, mi abrazo fuerte.

Cecilia

Óscar Distéfano escribió:Aprender a morir

He empezado a morir, amigos, a morir de veras, a morir en serio;
pero, no es que me sienta enfermo ni extremadamente viejo,
ni sexualmente impedido (o impotente, como se dice ahora).
He empezado a morir porque siento urgencia de poner en orden mis cosas,
porque el paracetamol, el ibuprofeno, se han vuelto habituales en mi vida,
porque las pasiones guardadas en el fondo de mi memoria
vuelven, renacen, en cada recuerdo, en cada fantasía que me nace
con la excusa de la poesía, de la literatura, de que soy escritor de historias.

He empezado a morir, amigos. Un dolor de pecho me persigue
más allá de los análisis bioquímicos, más allá de que nada encuentran
de anormal en el funcionamiento de mis tripas, de mi salud mental.
Y anoche soñé que tenía cáncer, ¿por qué? Nunca en la familia
nadie ha muerto de cáncer. No está en mis genes morir de cáncer.
El médico me ha dicho que no existe posibilidad de que yo lo tenga.
“Venga dentro de un año, para un nuevo chequeo”, me ha dicho.
¿Y por qué cuernos, entonces, he soñado que tengo cáncer?
¿Una premonición? ¿Un producto del miedo? ¿Un deseo de suicidio?
Mi palma derecha está friccionando mi pecho izquierdo. Es todo
lo que puedo comentaros como evidencia, mis apreciados amigos.

En un segundo se alivia este dolor profundo, este mareo espiritual. Es lo más grande, sí, y lo más oculto en el vacío. Todos llegamos a sentirlo. No es un juicio moral ni ético, es sentirse inconexo y espécimen maravilloso a la vez. Una gota de Dios, de su divino amor cura a la muerte. Qué extraño, no? que un amor así pueda ser sin expectativas egoistas. Tu poema me conmueve en muchas formas, Oscar. No es lo que decimos con palabras pero lo que se convierte en simbolismos sacrosantos, involuntariamente. Un amor incondicional te cura. Es como ver por primera vez los espejos del cielo sin que se refleje nuestra imagen. Salud y vida, poeta!
E.R.A.

Óscar Distéfano escribió:Aprender a morir

He empezado a morir, amigos, a morir de veras, a morir en serio;
pero, no es que me sienta enfermo ni extremadamente viejo,
ni sexualmente impedido (o impotente, como se dice ahora).
He empezado a morir porque siento urgencia de poner en orden mis cosas,
porque el paracetamol, el ibuprofeno, se han vuelto habituales en mi vida,
porque las pasiones guardadas en el fondo de mi memoria
vuelven, renacen, en cada recuerdo, en cada fantasía que me nace
con la excusa de la poesía, de la literatura, de que soy escritor de historias.

He empezado a morir, amigos. Un dolor de pecho me persigue
más allá de los análisis bioquímicos, más allá de que nada encuentran
de anormal en el funcionamiento de mis tripas, de mi salud mental.
Y anoche soñé que tenía cáncer, ¿por qué? Nunca en la familia
nadie ha muerto de cáncer. No está en mis genes morir de cáncer.
El médico me ha dicho que no existe posibilidad de que yo lo tenga.
“Venga dentro de un año, para un nuevo chequeo”, me ha dicho.
¿Y por qué cuernos, entonces, he soñado que tengo cáncer?
¿Una premonición? ¿Un producto del miedo? ¿Un deseo de suicidio?
Mi palma derecha está friccionando mi pecho izquierdo. Es todo
lo que puedo comentaros como evidencia, mis apreciados amigos.

Hola Oscar, hace tiempo que no te leo.
Cómo será eso de aprender a morir?
Es la contra cara de aprender a vivir.
El hecho es que estás sufriendo, y no estás apreciando que todas las respuestas están dentro de ti.
La poesía es donde volcamos estas emociones, trágicas , tristes, alegres o amorosas.
Solamente tú puedes ver la manera de desterrar la hipocondría, de tu sano cuerpo y alma.
Tienes el poder de la pluma, el sano juicio de escribir y conmover.
No me parece para nada que te esté muriendo, el hecho mismo de escribir es sacar a fuera los miedos.
Es la autodefensa de la razón.
No voy a extenderme, solo me gustaría que vieras en ti el aspecto divino del Ser, que todos somos.
Y como dice un cuento ¡¡No te mueras todavía, porque lo mejor está por venir!!
Un abrazo y ya se te va a pasar. El paracetamol, es igual al otro que mencionas, no sirven para nada.
Todos los calmantes solo te están entreteniendo, para que no te hagas cargo y enfrentes la vida con amor.-

Mirta Elena Tessio escribió:
Hola Oscar, hace tiempo que no te leo.
Cómo será eso de aprender a morir?
Es la contra cara de aprender a vivir.
El hecho es que estás sufriendo, y no estás apreciando que todas las respuestas están dentro de ti.
La poesía es donde volcamos estas emociones, trágicas , tristes, alegres o amorosas.
Solamente tú puedes ver la manera de desterrar la hipocondría, de tu sano cuerpo y alma.
Tienes el poder de la pluma, el sano juicio de escribir y conmover.
No me parece para nada que te esté muriendo, el hecho mismo de escribir es sacar a fuera los miedos.
Es la autodefensa de la razón.
No voy a extenderme, solo me gustaría que vieras en ti el aspecto divino del Ser, que todos somos.
Y como dice un cuento ¡¡No te mueras todavía, porque lo mejor está por venir!!
Un abrazo y ya se te va a pasar. El paracetamol, es igual al otro que mencionas, no sirven para nada.
Todos los calmantes solo te están entreteniendo, para que no te hagas cargo y enfrentes la vida con amor.-

Empezaré respondiéndote a ti, mi apreciada compañera poeta, porque todo lo que dices en tu comentario me resulta revelador. Hace mucho tiempo que vengo queriendo tocar este tema del poeta y la voz poética. Me gustaría que, cuando leas un poema mío, no confundas el poeta con la voz poética. Por ponerte un ejemplo: yo, Óscar Distéfano, el poeta, no consumo ibuprofeno porque soy alérgico a esa droga. Tampoco consumo paracetamol, y tampoco soy hipocondríaco. Me encantaría que puedas volar conmigo con las alas de la poesía.

Un abrazo grande.
Óscar

Óscar Distéfano escribió:

Mirta Elena Tessio escribió:
Hola Oscar, hace tiempo que no te leo.
Cómo será eso de aprender a morir?
Es la contra cara de aprender a vivir.
El hecho es que estás sufriendo, y no estás apreciando que todas las respuestas están dentro de ti.
La poesía es donde volcamos estas emociones, trágicas , tristes, alegres o amorosas.
Solamente tú puedes ver la manera de desterrar la hipocondría, de tu sano cuerpo y alma.
Tienes el poder de la pluma, el sano juicio de escribir y conmover.
No me parece para nada que te esté muriendo, el hecho mismo de escribir es sacar a fuera los miedos.
Es la autodefensa de la razón.
No voy a extenderme, solo me gustaría que vieras en ti el aspecto divino del Ser, que todos somos.
Y como dice un cuento ¡¡No te mueras todavía, porque lo mejor está por venir!!
Un abrazo y ya se te va a pasar. El paracetamol, es igual al otro que mencionas, no sirven para nada.
Todos los calmantes solo te están entreteniendo, para que no te hagas cargo y enfrentes la vida con amor.-

Empezaré respondiéndote a ti, mi apreciada compañera poeta, porque todo lo que dices en tu comentario me resulta revelador. Hace mucho tiempo que vengo queriendo tocar este tema del poeta y la voz poética. Me gustaría que, cuando leas un poema mío, no confundas el poeta con la voz poética. Por ponerte un ejemplo: yo, Óscar Distéfano, el poeta, no consumo ibuprofeno porque soy alérgico a esa droga. Tampoco consumo paracetamol, y tampoco soy hipocondríaco. Me encantaría que puedas volar conmigo con las alas de la poesía.

Un abrazo grande.
Óscar

Me encantó Oscar, te respondí a esta tu respuesta pero no salió.
Creo que tenías preocupado a algunos compañeros.
No sé si has leído algo de Pessoa sobre lo que dice sobre el poeta.
Bueno, Sí, intentaré buscar otro poema, a ver si puedo encontrar esa voz poética.
No siempre se tiene a mano la fantasía, casi siempre el poeta se expresa mejor cuando está sintiendo algo.
Entonces te doy las gracias por responder, gracias por no ingerir lo que en definitiva es cultivo para otra rareza , Gracias por mostrarme
que estás bien, gracias por enseñar que existen varias voces del poeta.
Un abrazo grande.-

Hermoso, profundo e interesante trabajo, amigo Óscar.
Abrazos.

Un gran poema, amigo Óscar. Afortunadamente no andas en esa tesitura que expones en tu poema, de lo cual me alegro. Excelente esa descripción que haces de enfrentarse a un posible final con desconcierto, pero total entereza.
Aplaudo tus versos.

Un fuerte abrazo.

Hermoso poema estimado Óscar. La aplicación de los recursos que guardas en tu caja de herramientas, se hace cada vez más fehaciente en tus obras sirviendo de ayuda y reflexión para mí. Una honda metapoética transpiran estos versos, no exentos de la verosimilitud que vertebra su aparente significado: vamos muriendo de distintas formas para renovarnos.
Un abrazo