El camino no elegido de Robert Frost

[Óscar Distéfano]

“El camino no elegido” es el poema más famoso y más emblemático de Robert Frost, poeta estadounidense (1874-1963). El poema es una alegoría de la vida (y de su propia vida como poeta, un oficio que ningún padre aplaude) donde se plantean las distintas opciones que el hombre debe decidir a cada posibilidad que se le presenta. Ante dos caminos estamos obligados a elegir uno de los dos para seguir nuestro viaje existencial (me hizo recordar un cuento de Borges "El jardín de senderos que se bifurcan", escrito en 1941). Podemos elegir el camino más transitado, el que la mayoría de las personas eligen por adhesión a la sociedad, a las convenciones establecidas; o decidirnos por la gran aventura, por el riesgo, y encargarnos de nuestro propio destino. Es un poema de lenguaje sencillo, escrito a la manera de un relato, de un cuento poético, que trasmite la emoción de la verdad y de la belleza.


El camino no elegido

Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;

Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.

Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.

Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.