Algunas veces
Publicado: Mar, 20 Feb 2018 16:55
Te escupo de las manos
porque es más fácil sentirte lejos,
añorarte con esa sensación adolescente
que tú nunca supiste
cuando me hablabas al oído.
De alguna breve forma
es que escribo tu nombre,
no sé si para flagelarme
o para darme gozo,
si para ver en ti lo que no fuiste
o descubrir que puedes todavía
iluminar mis labios y mi frente.
Y entonces -sí, entonces-
nace el vitral de tus hombros...
De nuevo -solamente-
es que tu boca tiene amaranto
y tu cintura hierba
y tus manos un lucero.
¡Ay de los sueños que se añejan!
Son la verdades nutridas por el agua,
aquellas que, de no ser por que perecen,
son el tacto soñado entre la dicha.
Alberto Madariaga.
porque es más fácil sentirte lejos,
añorarte con esa sensación adolescente
que tú nunca supiste
cuando me hablabas al oído.
De alguna breve forma
es que escribo tu nombre,
no sé si para flagelarme
o para darme gozo,
si para ver en ti lo que no fuiste
o descubrir que puedes todavía
iluminar mis labios y mi frente.
Y entonces -sí, entonces-
nace el vitral de tus hombros...
De nuevo -solamente-
es que tu boca tiene amaranto
y tu cintura hierba
y tus manos un lucero.
¡Ay de los sueños que se añejan!
Son la verdades nutridas por el agua,
aquellas que, de no ser por que perecen,
son el tacto soñado entre la dicha.
Alberto Madariaga.