Editorial Alaire

Quisiera ser el niño que sin querer deja ir el globo
y lo despide con una sonrisa porque cree que conocerá al sol,
e inocente se da la espalda para jugar con la caja vacía
que ha encontrado en la grama. Un posible cohete.

Ser como aquel que pide el deseo y lanza la moneda a la fuente.
Con el rostro iluminado la contempla en el fondo mohoso
y el divertido “¿será posible? le dirige los pasos de vuelta a casa.
El placebo eterno del azar.

Pero no.

Me tocó ser aquel que vio el globo explotarse en la lejanía estática del cielo.
El que vio al indigente robarse la moneda.

Fuerza en esa última frase que mira directa a los ojos de la crudeza.
Quizás no dejemos de ser ambos, y ese conflicto es el que nos mueva a querer abrir esa mirada primera.
Gracias por compartir Ara, un placer venir a leerte

Ventura Morón escribió:Fuerza en esa última frase que mira directa a los ojos de la crudeza.
Quizás no dejemos de ser ambos, y ese conflicto es el que nos mueva a querer abrir esa mirada primera.
Gracias por compartir Ara, un placer venir a leerte

Muchas gracias, Ventura.

¡Un abrazo!